El tabaquismo le cuesta $17,2 billones a Colombia
Las pérdidas económicas indirectas por el consumo de tabaco actual en Colombia, indican que el tabaquismo causa problemas que van más allá del sector sanitario, por lo que se requiere un compromiso multisectorial para un control efectivo.

De acuerdo con el informe “Caso de Inversión a favor del Control del Tabaco en Colombia”, el tabaco es un problema de salud y de desarrollo sostenible. Asimismo, el consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco causan muertes prematuras y enfermedades, así como da lugar a elevados costos sanitarios y pérdidas económicas, aumenta las desigualdades socioeconómicas y contribuye a la degradación ambiental.
Cada año, el consumo del tabaco mata a 34.809 colombianos, siendo el 44 por ciento de estas muertes de individuos menores de 70 años. Más de 6.300 de estas vidas perdidas son causadas por la exposición al humo del tabaco y 154 (el 2,4 por ciento) de esas muertes se dan en niños por debajo de los 15 años.
La adopción de medidas de control del tabaco también mejorará la salud de hasta dos millones de niños y adolescentes menores de 18 años que están expuestos al humo del tabaco en sus hogares y más los adolescentes expuestos al humo del tabaco en lugares públicos.
Por lo tanto, la exposición al humo del tabaco es responsable de más de 6.000 muertes anuales en Colombia, de las cuales 154 se producen en niños y adolescentes menores de 15 años. Además, la exposición al humo del tabaco antes y después del nacimiento afecta negativamente la salud física, la salud mental y la educación de los niños. Asimismo, los niños que están expuestos al humo del tabaco tienen más probabilidades de utilizar los servicios de salud, lo que significa mayores costos para las familias y los sistemas de salud.
Ya existen pruebas concluyentes de que las políticas bien aplicadas a nivel de la población que prohíben fumar en lugares de trabajo cerrados y lugares públicos reducen la exposición al humo del tabaco y no afectan negativamente a las empresas. Colombia debe seguir destinando recursos para aumentar el cumplimiento de la legislación antitabaco vigente.
Según el informe, el tabaco es una de las principales amenazas para la salud en el mundo y el principal factor de riesgo para las enfermedades no transmisibles (ENT), incluyendo: enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas.
Además de las repercusiones sobre la salud, el consumo de tabaco causa una carga económica considerable. En 2012, los gastos sanitarios a nivel mundial para tratar las enfermedades y las lesiones atribuibles al consumo de tabaco ascendieron acerca del 6 por ciento de los gastos sanitarios globales. Asimismo, el consumo de tabaco puede reducir la productividad al retirar permanente o temporalmente a las personas del mercado laboral debido a una salud precaria.
De tal manera, el documento sostiene que cuando las personas se mueren de forma prematura, la producción laboral que habrían producido en sus años restantes se pierde. Además, es más probable que las personas con una salud precaria pierdan días de trabajo o que trabajen con una capacidad reducida mientras están en el trabajo.
El consumo de tabaco puede desplazar el gasto de los hogares en necesidades básicas, incluyendo la alimentación y la educación, lo que contribuye a empujar a las familias hacia la pobreza y el hambre. Impone costos sanitarios y socioeconómicos desproporcionados para los pobres, las mujeres, los jóvenes y otras poblaciones vulnerables.
Al mismo tiempo, la producción de tabaco causa daños ambientales, incluyendo la degradación del suelo, la contaminación del agua y la deforestación. Dados los grandes desafíos de desarrollo que impone el tabaco, el control eficaz del tabaco requiere de la participación de sectores no sanitarios en el contexto de un enfoque global del gobierno.
Medidas reglamentarias de control del tabaco
Las medidas fiscales y reglamentarias sólidas pueden tener una profunda influencia sobre las normas al enviar una señal a la población del carácter nocivo de fumar. Colombia tiene un conjunto de políticas antitabaco ya establecidas para reducir la demanda de los productos de tabaco y proteger la salud de su población. La Ley número 1335, promulgada en 2009, regula la política en materia de tabaco en Colombia.
La influencia de los medios de comunicación
Los medios de comunicación en Colombia han emitido recientemente campañas nacionales antitabaco en los últimos años. Éstas cumplían con la mayoría de los criterios de las campañas efectivas, razón por la cual las campañas en los medios de comunicación masiva no se incluyen en el modelo de casos de inversión. Además, los esfuerzos liderados por la sociedad civil han incluido incidencia a través de comunicados de prensa y entrevistas en medios locales para sensibilizar sobre los beneficios de aumentar los impuestos al tabaco.
La carga actual del consumo de tabaco
El consumo de tabaco desmejora el crecimiento económico. Se estima que, en 2017, el consumo de tabaco causó 34.809 muertes aproximadamente en Colombia, de las que el 44 por ciento eran personas menores de 70 años. Colombia perdió años productivos en los que esas personas habrían contribuido a la población activa. Las pérdidas económicas en 2017, se deben a la mortalidad atribuible al consumo de tabaco se estiman en 8,6 billones de pesos.
Mientras que los costos de una mortalidad prematura son altos, las consecuencias del consumo de tabaco comienzan mucho antes de la muerte. Cuando las personas padecen enfermedades atribuibles al tabaco (por ejemplo, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, cánceres), se requiere una atención médica costosa para tratarlas.
De la misma manera, el informe afirma que el gasto en tratamientos médicos por enfermedades causadas por el consumo de tabaco le costó al gobierno 4,2 billones de pesos en 2017 y llevó a que los colombianos se gastaran 1,3 billones de pesos en gastos de asistencia sanitaria por cuenta propia. Los seguros privados y las instituciones sin ánimo de lucro que están al servicio de los hogares se gastaron 935.800 millones de pesos para tratar enfermedades atribuibles al tabaco en 2017.
En total, el tabaquismo generó 6,5 billones de pesos en gastos sanitarios. Además de generar costos sanitarios, cuando las personas se enferman, es más probable que pierdan días de trabajo o que sean menos productivas en el trabajo. En 2017, el costo del absentismo en exceso debido a enfermedades relacionadas con el tabaco fue de 340.300 millones de pesos y el costo del presentismo debido al consumo de tabaco fue de 1,0 billón de pesos. Finalmente, incluso en sus años con salud, los fumadores que trabajan son menos productivos que los no fumadores.
Los fumadores toman un promedio de 10 minutos más cada día para hacer pausas en comparación con los empleados no fumadores. Si los 10 minutos de tiempo se valora en el salario promedio de los trabajadores, el impacto compuesto de 2,3 millones de fumadores empleados que diariamente toman 10 minutos al día para fumar es equivalente a una pérdida de 724.200 millones en rendimiento productivo anualmente.
Beneficios para la salud
Poner en marcha el paquete completo de medidas de control del tabaco reduciría la prevalencia del tabaquismo, lo que daría lugar a beneficios sustanciales en materia de salud. Específicamente, implementar el paquete reduciría la prevalencia del tabaquismo en un 49,7 por ciento durante 15 años, salvando un estimado de 154.450 vidas entre 2019 y 2033 o 10.297 vidas al año.
Conclusiones
Cada año, el consumo de tabaco le cuesta a Colombia 17,2 billones de pesos en pérdidas económicas y causa pérdidas sustanciales en el desarrollo humano.
En términos económicos, estos beneficios son sustanciales, sumando un estimado de 58,5 billones de pesos en los próximos 15 años. Además, los beneficios económicos del fortalecimiento del control del tabaco en Colombia superan con creces los costos de su implementación (58,5 billones de pesos en beneficios frente a solo 0,19 billones de pesos en costos).
Al invertir ahora para intensificar la implementación de las cuatro medidas probadas de control del tabaco modeladas en este caso de inversión—aumentar los impuestos al tabaco, imponer los lugares públicos libres de humo, aumentar las advertencias sanitarias en el empaquetado de los productos de tabaco e instituir un empaquetado neutro—Colombia no solo reduciría el consumo de tabaco, mejoraría la salud, reduciría el gasto gubernamental en salud y haría crecer la economía, sino que también reduciría las dificultades de los colombianos, en particular entre los de bajos ingresos. Muchos países reinvierten los ahorros de los gastos de salud y los ingresos derivados del aumento de los impuestos al tabaco en prioridades nacionales de desarrollo como la cobertura sanitaria universal.
El caso de inversión ofrece argumentos económicos y sociales convincentes para aplicar las principales medidas del CMCT de la OMS. Se alienta a los responsables de la formulación de políticas de todos los sectores a compartir ampliamente las conclusiones del caso de inversión entre todos los sectores del gobierno, el parlamento, la sociedad civil, el público, los asociados para el desarrollo y las instituciones académicas. De este modo se reforzará el apoyo público y político al control del tabaco.
Una estrategia de promoción con mensajes clave, por ejemplo, sobre cómo el control del tabaco puede contribuir al crecimiento económico, proteger a los niños y reducir las dificultades de los pobres, puede ayudar a los encargados de formular políticas a difundir el mensaje.