El mercado laboral respondió favorablemente al primer mes sin aislamientos
A raíz de un análisis realizado se pudo evidenciar que la Tasa de Desempleo (TD) fue de 15.8%, 5.6 puntos porcentuales (p.p) por encima de lo observado un año atrás (10.2%). Lo anterior se tradujo en una disminución de la población ocupada en 2 millones de personas (equivalente a una contracción de 9% anual), para un total de 20.2 millones de ocupados.

Por Centro de Estudios Económicos −ANIF.
Hace poco, el DANE publicó los resultados del mercado laboral del mes de septiembre de 2020, con lo cual se conocieron las cifras para los primeros nueve meses del año. La Tasa de Desempleo (TD) fue de 15.8%, 5.6 puntos porcentuales (p.p) por encima de lo observado un año atrás (10.2%). Lo anterior se tradujo en una disminución de la población ocupada en 2 millones de personas (equivalente a una contracción de 9% anual), para un total de 20.2 millones de ocupados. Con eso, el número de empleos en el país regresó a niveles cercanos a los observados en marzo (20.5 millones) y se alejó del promedio de 18 millones de ocupados de abril-agosto. Por el lado de los desocupados, la población llegó a 3.8 millones de personas, 1.3 millones más que los reportados un año atrás.
Con eso, la pérdida de ingresos de los hogares sumó $2.1 billones en el mes de referencia y acumuló $26.3 billones en el período marzo-septiembre (ver Gráfico 1). Si bien el ritmo del acumulado de las pérdidas se ha desacelerado en el último trimestre, el monto de lo que dejaron de percibir los hogares se mantiene por encima de 2% del PIB. Ese es un hecho relevante, en tanto la capacidad de gasto de los hogares es determinante para evaluar la tracción que tendrá la reactivación económica de cara al final del año. Además, la capacidad de la economía para crear empleo, sobre todo formal, dependerá en buena medida, de las decisiones que se tomen en torno al incremento del salario mínimo para el año 2021, cuya discusión se abordará en las próximas semanas.
Tasa de Desempleo Nacional (%, a septiembre de 2020).
En ese sentido, ANIF analiza las cifras recientes del mercado laboral, que fueron consistentes con lo esperado en el primer mes sin medidas de aislamiento estricto. Hecho que demuestra que hay problemáticas estructurales que no se resuelven exclusivamente con mantener un ritmo sostenido de reapertura, sino que requerirán de importantes impulsos de política pública. Entre esas problemáticas sobresalen el desempleo femenino, el de los jóvenes y el urbano (donde se mantiene el rezago de Bogotá frente a la recuperación paulatina del empleo en el resto de las principales ciudades), además de las pérdidas de empleo formal.
Principales resultados del mercado laboral en septiembre de 2020
La Tasa de Desempleo se ubicó en 15.8% en septiembre (vs. 10.2% un año atrás) y el número de desocupados alcanzó los 3.8 millones de personas (vs. 2.5 millones). Ese resultado se explica principalmente por los continuos comportamientos desfavorables del área urbana (13 ciudades y áreas metropolitanas), que contribuyó en 37.6pp a la variación de 49.6% en los desocupados a nivel nacional. En ese dominio, la TD llegó a 18.3% (vs. 10.1% un año atrás) y los desocupados sumaron 2.2 millones (vs. 1.2 millones un año atrás). En particular, preocupan los elevados niveles de desempleo en ciudades como Ibagué (27.5% en el trimestre julio-septiembre), Manizales (22.3%), Cali (22.2%), Bogotá (22%) y Bucaramanga (21.2%), que se ubicaron por encima de la TD promedio de las 13 principales ciudades en ese período (20.8%). El caso de Bogotá es aún más llamativo. La capital mueve un 25% de la actividad productiva nacional y, aún en septiembre, mostró resultados muy negativos, con 839.000 empleos menos, que representan 46% de la pérdida total de ocupados en el mes.
Pérdida anual de empleos por posición ocupacional (miles).
Por su parte, la población inactiva también ha disminuido de manera consistente (desde el máximo de 19 millones de personas alcanzado en abril) y regresó a niveles cercanos a su promedio histórico, con 15.9 millones de inactivos en septiembre. Así, el cociente entre los inactivos y la Población en Edad de Trabajar (PET), que es un indicio del dinamismo del mercado laboral, se ubicó en 39.9% en el mes de referencia (vs. 37.2% un año atrás). Lo anterior se vio reflejado en la Tasa de Ocupación (TO), que avanzó respecto al mes pasado y se ubicó en 50.6%.
No obstante, la paulatina recuperación del mercado laboral se ha transmitido de forma dispareja entre hombres y mujeres. En ANIF, han llamado la atención sobre el hecho de que la brecha de género se haya ampliado en los últimos dos meses. A pesar de que la pérdida de ocupados se ha reducido, la proporción de empleos perdidos que aportan las mujeres respecto a los hombres sigue en aumento. Así, las mujeres perdieron 1.4 millones de empleos durante el mes de septiembre, lo que equivale a un 70% de la caída total, incluso superior a lo que aportó esa población en agosto (63%). Con eso, la TD de los hombres del total nacional fue de 12.3% (vs. 8.1% un año atrás), mientras que para las mujeres fue de 20.7% (vs. 13%). Al tomar como referencia el trimestre julio-septiembre, esa cifra asciende a 13% para los hombres y a 23% para las mujeres. Esa situación evidencia que el mercado laboral exhibe una falencia importante a la hora de generar nuevamente empleo para una amplia proporción de las mujeres.
Análisis de los resultados sectoriales y por posición ocupacional
La reactivación de la economía ha tenido efectos positivos en las cifras del mercado laboral. Sin embargo, superada la peor etapa de la crisis, se han hecho visibles las dificultades que enfrenta la generación de empleo, especialmente, formal. Si bien es cierto que la paralización de la actividad productiva que acompañó a las medidas de aislamiento afectó con particular severidad a los trabajadores informales (cuyo sustento depende de la labor del día a día), la apertura gradual de la economía ha permitido que esos trabajadores reanuden sus labores con una relativa mayor agilidad. De hecho, la pérdida de empleos reportada en los trabajadores por cuenta propia, que en Colombia son por lo general informales y representan un 45% del total de ocupados, fue de 299.000 ocupados en septiembre, mientras que esa cifra fue de casi 1.900.000 personas en mayo.
En contraste, la mayor pérdida en la ocupación en los últimos meses ha recaído sobre los empleados particulares, que representan 38% de los ocupados y son en un 85% trabajadores formales. La reducción de los empleos en ese segmento se mantuvo por encima de los 2.000.000 de personas hasta julio y, en septiembre, sumó 1.161.000 personas. Eso muestra que la recuperación de los empleos formales será más compleja, debido a las rigideces del mercado laboral y los altos costos no salariales.
La dificultad para recuperar esos empleos se puede ver reflejada en los resultados a nivel sectorial. Por un lado, los sectores que hasta agosto lideraban la pérdida de empleo, como alojamiento y comida (385.000 empleos menos en septiembre vs. -356.000 en agosto), comercio y reparación de vehículos (-237.000 vs. -516.000) y entretenimiento (-231.000 vs. -422.000), en septiembre registraron menores pérdidas en términos anuales. En cambio, los sectores de servicios sociales (-385.000 vs. -310.000), actividades empresariales (-297.000 vs. -258.000) e industria (-133.000 vs. -128.000) encabezaron las actividades con la mayor reducción en los ocupados. Nótese cómo las ramas que inicialmente se vieron más afectadas suelen tener más participación de trabajo informal, mientras que las que exhibieron un rezago emplean, en su mayoría, a trabajadores asalariados y formales.
Pérdida anual de empleos por actividad económica (miles)
Lo anterior también se evidencia en las contribuciones de los sectores a la pérdida total de ocupados. En efecto, mientras que en el mes de mayo los sectores de comercio y reparación de vehículos, industria y construcción aportaron un 43% a la caída de ocupados, en septiembre la contribución fue de 27%. En contraste, los de servicios sociales, alojamiento y comida y actividades profesionales pasaron de aportar un 25% de la pérdida total de empleos en mayo a un 51% en septiembre, es decir, duplicaron su contribución.
Conclusión
Las medidas de confinamiento obligatorio para enfrentar la pandemia del Covid-19 trastocaron la economía y el sector productivo del país, y se tradujeron en una pérdida masiva de empleos y de ingresos de los hogares. No obstante, la relajación de estas medidas ya empieza a mostrar resultados. Para el mes de septiembre, los indicadores del mercado laboral mostraron una mejoría relativa, que se pudo apreciar en la TD (15.8%) y el número total de ocupados (20.2 millones). Sin embargo, con esos resultados también han quedado al descubierto varios de los daños ocasionados al empleo durante los meses más álgidos de la parálisis económica y que ya existían desde antes de la pandemia (ver Comentario Económico del Día 20 de marzo de 2020). El mercado laboral enfrenta significativos desafíos agudizados por la emergencia, principalmente, en el frente del desempleo urbano, la brecha de género y la generación de empleo formal.
Atender esos desafíos demandará el compromiso de los gestores de política pública y de los principales implicados en las discusiones clave en materia fiscal, laboral y pensional, que tendrán lugar en los próximos meses. Esperamos que los apasionamientos se queden fuera del debate.
En particular, es necesario revaluar las condiciones de generación de empleo de calidad. Dado el panorama complejo en el que nos encontramos, los costos salariales y no salariales elevados que recaen sobre las empresas, en últimas terminan por minimizar su capacidad de contratación. Lo que queremos señalar es que, en el momento en el que se encuentra el país, es crucial avanzar en las discusiones sobre la pertinencia de las cargas no salariales vigentes, la posibilidad de flexibilizar los términos de contratación y, con mayor premura, los efectos negativos que traería un ajuste desmedido del salario mínimo en la generación de empleo, el desempleo y la informalidad.
En suma, la economía ha mostrado un leve repunte en los últimos dos meses y se espera que se mantenga así en lo que resta del año. De hecho, los resultados del mes de septiembre de los sectores de comercio e industria, refuerzan el impulso que ha venido recibiendo la actividad económica y confirman el avance en la recuperación de los encadenamientos productivos. Así, la producción industrial registró una contracción de 3% anual en septiembre, con lo cual recuperó 7.3pp respecto al registro de agosto, mientras que el comercio minorista (sin otros vehículos) se contrajo 0.3%, que equivale a una mejora de 14.6pp frente al mes pasado.
Sin embargo, la demanda agregada está lejos de recuperar el ritmo observado antes de la pandemia. A pesar de que en 2020 la economía no caería tanto como se pronosticó al comienzo de la pandemia (entre 6.5% y 8%), la contracción, de acuerdo a nuestras estimaciones, sí estará alrededor de 5.8%. Ese menor ritmo en la actividad económica se ha evidenciado en la dinámica de la inflación de este año, que en lo corrido a octubre va en 1.38% (con registros negativos en algunos meses) y cerraría el año en 1.8%. Finalmente, en nuestro escenario base, la TD terminaría el año en promedio entre 16.5% y 17%.