El inicio de una nueva era
La última vez que la NASA estrenó un sistema de propulsión fue en abril de 1981 cuando el transbordador espacial Columbia realizó su vuelo inaugural; hoy, casi 40 años después, la NASA volverá a hacer lo mismo, pero con un sistema de cápsulas.

Por Manuel Díaz Cortes
Maestrando en Ingeniería Aeroespacial, Beihang University.
Si todo sale según lo planeado, en la tarde de hoy miércoles 27 de abril podremos observar un acontecimiento histórico en la exploración espacial: el regreso a órbita de astronautas de la NASA desde suelo estadounidense. Y es que desde aquel 21 de Julio de 2011, cuando culminó la última misión de un transbordador espacial, la agencia espacial norteamericana ha tenido que comprar el cupo de sus astronautas a bordo de los cohetes Soyuz, propiedad de la agencia espacial rusa Roscosmos.
Lo trascendental de esta misión, independiente del sitio de lanzamiento o de la nueva autonomía que tendrá la NASA para planificar misiones tripuladas a la Estación Espacial Internacional, es que estaremos observando el que posiblemente sea el próximo vehículo para llevar turistas al espacio y humanos a la luna.
SpaceX, la compañía responsable del desarrollo y construcción del cohete Falcon 9, y la que se está a punto de convertirse en la primera empresa privada en llevar personas al espacio, ha reducido drásticamente los costos de los vuelos espaciales al reutilizar la mayoría de sus cohetes, los cuales se componen de varias etapas. Resulta que para poder entrar en órbita es necesario utilizar al menos un cohete con dos etapas ya que físicamente es imposible hacerlo con una sola debido a las restricciones logarítmicas derivadas de las ecuaciones de fuerza y movimiento. En el transbordador espacial estas etapas eran los cohetes de combustible sólido de color blanco y el tanque naranja de combustible líquido, y en los cohetes convencionales las etapas están una debajo de la otra.
Históricamente la mayoría de estos cohetes han sido desechables, pero la innovación de SpaceX los llevó a no solo reutilizar el mismo cohete, sino también a hacerlo llegar a la misma plataforma de lanzamiento, reduciendo a la vez los costos de recuperación y transporte, y los tiempos de preparación.
Transbordador espacial vs Capsula
La última vez que la NASA estrenó un sistema de propulsión fue en abril de 1981 cuando el transbordador espacial Columbia realizó su vuelo inaugural; hoy, casi 40 años después, la NASA volverá a hacer lo mismo, pero con un sistema de cápsulas. Esto refleja claramente las necesidades y prioridades de la agencia espacial para las próximas tres décadas.
Los transbordadores espaciales tenían un diseño aerodinámico con alas, el cual les permitía planear durante su reingreso y aterrizar en una pista convencional. Aunque el transbordador fue un programa sumamente exitoso, siempre estuvo confinado a operaciones en órbita baja (LEO), donde está la Estación Espacial Internacional (EEI) y el telescopio espacial Hubble. Además, un vehículo con alas no era muy práctico para viajar en el vacío del espacio interestelar, como a la Luna o Marte.
En contraste, las cápsulas espaciales no solo sirven para llegar a la EEI, pero también para realizar misiones tripuladas a la Luna y a otros cuerpos celestes. Aunque Elon Musk, fundador de SpaceX, sueña con enviar humanos a Marte en la próxima década, por ahora podemos estar seguros que el siguiente destino es la Luna, y tanto los estadounidenses como los chinos llegarán en cápsulas.
Vuelo Inaugural
Para hoy a las 3:33 pm hora colombiana está programado el lanzamiento del cohete Dragon 9 con los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley, la ventana de lanzamiento es instantánea, lo cual indica que si hay condiciones climáticas adversas o alguna falla técnica, el lanzamiento deberá ser abortado y reprogramado para otro día ya que no se alcanzaría la órbita deseada ni el encuentro con la Estación Espacial Internacional. En caso de que ocurra alguna falla durante el ascenso, los sistemas automáticos del cohete abortarán la misión, separarán la cápsula del cohete utilizando propulsores de emergencia, y colocarán a la tripulación en una trayectoria segura.