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Deportes/ Creado el: 2017-12-03 04:33 - Última actualización: 2017-12-03 04:34

El Atlético Huila: No Me Quiero Ir… Pero…

Aunque la afición en cualquier deporte se fortalece con los resultados deportivos, la controversia en la tertulia se formó sobre si al Huila “le duele” el equipo, si hay afición por el fútbol e identidad con la camiseta del club que nos representa en el fútbol profesional.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | diciembre 03 de 2017

Por El Rincón de El Botalón

Con agrado y reconocimiento a sus directivos, volvemos a nuestro tradicional rincón de El Botalón, una columna que informa sobre los temas expuestos en la tradicional reunión de los martes de la Tertulia. En esta ocasión con un tema de preocupante actualidad: La situación del club de fútbol Atlético Huila no solo en lo deportivo sino en lo financiero. El invitado,  Carlos Alberto Barrero Rubio, Gerente del Club, confirmó a la Tertulia El Botalón el pasado martes 28 de noviembre que el equipo no se irá definitivamente de la ciudad de Neiva como tampoco está en venta como lo han afirmado algunos medios de comunicación. “El equipo ha sido víctima del problema del estadio del futbol Guillermo Plazas Alcid que en 2016 lo llevó a perder más de 2.000 millones de pesos por bajas taquillas y mayores costos por jugar en estadio prestado” aseguró Barrero Rubio. En cuanto a que el equipo esté en venta, afirmó que hay una confusión pues, como sociedad anónima que es, ha colocado en el mercado acciones para fortalecer sus finanzas y que se produciría un cambio de propiedad en la medida en que se alcance la mayoría de acciones que permita decisiones en este sentido. Por ahora, la totalidad de los accionistas son huilenses.

La obligada ausencia del Atlético Huila de su sede tradicional, Neiva, se debe a la imposibilidad de garantizar un adecuado tratamiento al equipo visitante por el deprimente estado del Estadio Guillermo Plazas Alcid que ya está en su tercer año de problemas e identificado como un escenario de corrupción sin solución a corto plazo. Cada 15 días que juega el equipo, el espectáculo que brinda al país en la televisión es lamentable al enfocarse las graderías en ruinas; lo que no se ve, que son los camerinos, no se pueden utilizar y en la última presentación de Millonarios la crítica fue unánime sobre la imposibilidad de su uso y precarias facilidades a los jugadores. Sin embargo, el Atlético Huila no ha pensado cambiar su sede y si tiene que jugar en estadio prestado ha pensado en Pereira pero transitoriamente a la espera de que se resuelva definitivamente el “caso Estadio” por la justicia colombiana. Ya está asegurada la iluminación del estadio, un requerimiento de la Dimayor a la que acaba de dársele  un perentorio plazo  que, de no cumplirse, el estadio no recibiría aprobación para su uso en el campeonato. De prolongarse el problema del estadio obligatoriamente tendría que salir el equipo de la ciudad por fuerza mayor.

Estamos vendiendo acciones, no al equipo

La difícil situación financiera que atraviesa el Atlético Huila, producto mayoritariamente de la situación del estadio de fútbol pues arrastra obligaciones de periodos anteriores, particularmente con la DIAN que, según Barrero Rubio, acaban de cubrirse, mantiene abierta la invitación a nuevos accionistas dada su naturaleza de persona jurídica sociedad anónima. Actualmente, la acción se ofrece a $30.000.oo y los accionistas son, en su totalidad, huilenses por lo que no existe la posibilidad de testaferrato que lleve a incógnitos propietarios con intenciones diferentes a las del crecimiento del equipo como lavado de dineros lo cual, lo dijo el gerente del equipo, pasa por el filtro de las entidades del gobierno encargadas de controlar estas posibles comisiones de delitos amparados en el fútbol. Por lo anterior, las versiones de que el equipo está en venta no son reales. Somos los huilenses los que tenemos que potenciar al equipo antes que aparezcan otros inversionistas de otras latitudes que puedan combinar capacidad económica con intereses extra futbolísticos.

Pero las amenazas son latentes. Cada vez que el equipo juega por fuera de su casa, además de los efectos negativos en lo deportivo le exige un desembolso extra de entre 21 y 27 millones de pesos sin contar con el costo del transporte. Con este, el costo total alcanza los 55 millones de pesos por partido. Cuando juega en el estadio Plazas Alcid, los ingresos actuales solo llegan a los 140 millones de pesos cuando antes en toda la temporada recaudaba 2.000 millones. Si el equipo decide jugar en Pereira Esto podría atizar las pérdidas del equipo que hoy alcanzan los 3.000 millones de pesos.

¿En el Huila, existe afición futbolera?

Aunque la afición en cualquier deporte se fortalece con los resultados deportivos, la controversia en la tertulia se formó sobre si al Huila “le duele” el equipo, si hay afición por el fútbol e identidad con la camiseta del club que nos representa en el fútbol profesional. Las opiniones fueron diversas y la conclusión, aunque apretada, es que sí hay afición pues en promedio en condiciones normales siempre asistían al estadio entre 3.000 y 4.000 aficionados. El equipo está en un círculo vicioso. No hay afición porque no hay facilidades y los escasos resultados no lo permiten. ¿Y el estadio? Los contertulios quedaron satisfechos con la intervención del gerente del Atlético Huila. Despertó la preocupación de que si no hay solución con el estadio el equipo corre el riesgo de irse a la B pues para el 2018, además de la crisis financiera por la que atraviesa, comienza entre los cuatro últimos en la clasificación; desde el punto de vista económico, la economía que alienta el equipo, así sea en la informalidad se resentirá aún más que ahora ¡Los Huilenses debemos invertir en el equipo!


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