miércoles, 04 de junio de 2025
Regional/ Creado el: 2020-10-31 02:56

El amor a la profesión es más grande que el temor al Covid: Enfermera de la ESE

El personal de salud son los más expuesto ante el contagio del covid-19, Karen Dayana Gutiérrez enfermera de la ESE Carmen Emilia Ospina nos cuenta como ha sido su trabajo durante todos estos meses que llevamos de pandemia en el departamento del Huila.

Karen Dayana Gutiérrez enfermera de la ESE Carmen Emilia Ospina nos cuenta como ha sido su trabajo durante todos estos meses.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 31 de 2020

Catalina Durán Vásquez

Día a día, miles de enfermeras se están enfrentando a la pandemia del coronavirus, atendiendo, ayudando y dando los mejores cuidados a los pacientes afectados por COVID-19, arriesgando incluso su salud. En estos momentos, ellas y ellos se han convertido en un pilar fundamental del Sistema Nacional de Salud.

Karen Dayana Gutiérrez, tiene 27 años, es graduada de la universidad Surcolombiana desde hace cinco años y desde hace más de año y medio es enfermera de la ESE Carmen Emilia Ospina, ella empezó a laborar en el turno de la noche, trabajaba dos noches y descansaba dos, al inicio de este año 2020 la cambiaron al turno de la mañana que era de 6 horas ya sea en la mañana o en la tarde.

Día a día, miles de enfermeras se están enfrentando a la pandemia del coronavirus.

“Los turnos son rotativos, y cada 15 días tenemos un fin de semana completo de 12 horas, normalmente en las ESE siempre hay dos enfermeros o enfermeras, anteriormente estaba en la ESE de Canaima pero desde hace un mes aproximadamente me trasladaron para el IPC, obviamente a raíz de la pandemia el trabajo se ha ido aumentando, empezaron hacer cambios en la institución a dividir los servicios, un parte para los pacientes que son respiratorios, o con alguna sintomatología respiratoria, y para los pacientes que determinados en el área limpia; en el IPC hay un punto adicional y es que ahí se maneja la hospitalización, nosotros tenemos pacientes tanto positivos para covid como negativos pero que tienen alguna enfermedad de tipo respiratoria (una neumonía, una bronquitis, pacientes con enfermedad pulmonar) además tienen otra área que se llama la de consulta respiratoria, en esta área siempre hay un médico, una enfermera y una enfermera auxiliar que se llama ‘línea de frente’  que es donde ingresan todas las personas que dicen tener algún síntoma o que han tenido contacto con algún paciente positivo”, narró Gutiérrez.

Al ingresar con la enfermera de la línea de frente, ella les hace llenar una encuesta donde después el medico determinará si es necesario o no la toma de la muestra.

“Nosotras somos las que siempre hacemos la toma de muestras de los pacientes, al principio daba mucho miedo porque estamos bastantes expuestas, además la prueba produce tos por la estimulación que se hace entonces literalmente los pacientes nos viven tosiendo en la careta que tenemos que es nuestra protección, al principio me daba miedo, tenía uno el temor de enfermarse, a veces es un poco incómodo también porque al inicio solo tomábamos la muestra PCR que es por la garganta y la nariz, entonces cuando introducías el cobijón en la boca eso da ganas de vomitar, entonces hay que manejar todo eso, además de manejar la parte psicológica del paciente porque aunque uno les explica no todos colaboran, no todos se dejan…”, sostuvo la enfermera.

Lo único que la hizo sospechar a Karen de que podría ser una persona positiva para covid fue un dolor de garganta que le persistió por varios días.

El virus nos llega a todos

Aunque Karen siempre utilizaba todas las medidas de protección para prevenir el contagio del virus, hace aproximadamente un mes resultó positiva.

“Yo salí positiva para covid, aunque me cuidaba muchísimo tenía una alta exposición, cuando me contagie aún laboraba en Canaima, porque éramos los encargados de atender a todos los pacientes que llegaban muy graves, siempre estamos ahí, somos las que suministramos los medicamentos, también para los pacientes que están en reanimación ya sea que se estén infartando o que tengan fallas respiratorias ‘inminencia de muerte’ como le decimos”

Lo único que la hizo sospechar a Karen de que podría ser una persona positiva para covid fue un dolor de garganta que le persistió por varios días.

“A mí me dio dolor de garganta y me empezó a dar mucho decaimiento, al día siguiente continuaba ese dolor en la garganta, entonces definitivamente dije que me iba a tomar la prueba porque por toda la exposición que he tenido en estos días puede que yo sea un paciente positivo, yo la prueba me la tome en el hospital y la PCR, porque generalmente a nosotros en la institución nos hacen tamizajes pero todos me habían salido negativas, entonces el médico me dijo que me mandaba para el hospital que me la hacían por PCR y se demoraba 12 horas en salir, y pues al día siguiente al verificar el resultado salí positiva; los días que estuve en aislamiento lo que más duro me dio fue el dolor de garganta y el decaimiento que era insoportable, no podía ni levantar una cuchara, tuve poca tos, fiebre no alcancé a tener y pues me tome todo lo que el médico me indicó que fue acetaminofén, y pues como toda mamá cuida a su hijo, me dio planticas habidas y por a ver, que agüita de jengibre, de limón, todas las plantas que se pueda imaginar me las dieron y todas las recomendaciones que me dio el médico durante los 10 días que me dieron de incapacidad”, relató la enfermera.

Después de cumplir con los días de aislamiento, Karen siguió sintiendo mucho cansancio pues su jornada de trabajo la agotaba mucho, pero estos síntomas solo ocurrieron por unos días y ya pasaron.

“Para mí en general frente a otras personas fue algo leve porque muchos de mis compañeros ya sea de Canaima, del IPC u otras zonas también salieron positivos y la verdad ellos sí estuvieron más complejos, nosotros empezamos a enfermarnos poco a poco y algunos terminaron hospitalizados, en Cuidados Intermedios, con oxígeno, duraron más de 15-20 días en la clínica Uros o en Medilaser porque no podían estar sin oxígeno”

En asilamiento todos estos meses

Desde que inició la pandemia Karen decidió instalarse en la  habitación más retirada de su casa con el fin de no tener casi contacto con su familia, porque de alguna manera es ‘un virus ambulante’

“Yo me instalé en la habitación que queda al frente del patio, desde que inicio la pandemia yo le dije a mi familia que no podía compartir muchos con ellos porque yo soy ‘un virus ambulante’ porque todo el tiempo estoy expuesta y por fortuna eso sirvió para que mi familia no se contagiara en esos días en los que yo estuve contagiada, ellos simplemente me llevaban la comida y miraban si aún seguía viva…”

“Durante todos estos meses la experiencia que más me ha marcado es el hecho de tener un paciente con falla respiratoria y que uno no pueda hacer más por ese paciente porque no hay clínicas, no hay hospital, no hay lugar donde lo atiendan, porque no hay UCI, eso ha sido muy duro manejarlo porqué es como una impotencia de no poder hacer más, porque hacemos todo lo que podamos…”

Karen finalmente, envía un mensaje de conciencia a todas las personas, que esto es algo serio, que está pasando y que con lo días empeorará.

“Va a llegar a un punto que no vamos a poder hacer nada… porque no vamos a tener los recursos ni físicos, ni medicamentos, ni siquiera personal para atenderlos porque todos estamos cansados, unos contagiados también, el trabajo se ha triplicado, lo que hacía dos o tres personas, le toca a uno solo hacerlo, ha aumentado mucho la demanda y nosotros somos poquitos, y obviamente con más exposición salen muchas más personas contagiadas, apenas estamos empezando a subir la montaña rusa, que es el pico de la enfermedad, hasta el oxígeno se nos puede acabar en unos meses… por eso es importante que la gente se concientice de lo que está pasando porque anda muy folclórica”