lunes, 15 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2016-09-18 08:22

“La paz es la noticia más importante para Colombia”

En esta primera entrega de la serie Economía, Gremios & Paz, DIARIO DEL HUILA dialogó con Aníbal Rodríguez Rojas, presidente del Capítulo Huila de la Cámara Colombiana de la Construcción, gerente de la Constructora Rodríguez Bríñez y víctima del secuestro por parte de las FARC hace 15 años cuando esa guerrilla se tomó a sangre y fuego el edificio Torres de Miraflores en el centro de Neiva.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | septiembre 18 de 2016

Expresó que las víctimas de la violencia son las más convencidas de la necesidad de fortalecer el proceso de paz y de ponerle punto final a esa situación. Sostuvo que departamentos como Huila, Cauca, Nariño, Caquetá, Putumayo y el sur del Tolima se verán favorecidos con un repunte de las actividades económicas como el turismo, la producción agrícola, agroindustrial y la construcción.

 

FAUSTO MANRIQUE

Especial para Diario del Huila

¿Para usted, cuál es el significado del acuerdo de paz con las FARC?

Aníbal Rodríguez Rojas, presidente Camacol Capítulo Huila: el proceso de paz es, probablemente, la noticia más importante que se ha dado en Colombia en las últimas décadas. Lo que se ha negociado en La Habana es, ni más ni menos, la terminación del conflicto con las FARC y esto es muy importante porque esa organización es el factor generador de violencia más grande que tiene Colombia y que ha tenido durante mucho tiempo. En ese sentido las expectativas son positivas.

 

¿Por qué considera que las expectativas con respecto a la paz con esa guerrilla son positivas?

En primer lugar, el contexto de la negociación implicó que ninguno de los elementos esenciales del contrato social que rige a los colombianos haya sido modificado. Es decir, el régimen político, el modelo económico, la estructura de los poderes públicos y la vigencia constitucional, todo sigue incólume.

Desde ese punto de vista, el hecho significativo es que las FARC desaparecen como organización guerrillera y se silencian los fusiles de más de 6300 subversivos que están en armas, más la acción delictiva de unos 12.000 o 15.000 milicianos adicionalmente. Eso significa que Colombia y en especial aquellas regiones del país como el sur occidente, en donde hay una presencia tan fuerte y consolidada de ese grupo, van a tener una recuperación sustancial de sus condiciones de seguridad, lo que se traducirá en beneficios para toda la población porque en esa misma medida la sociedad podrá continuar desarrollando sus actividades sin tener la zozobra de la inseguridad y la violencia.

Por supuesto que con la firma de este acuerdo y la entrada en vigencia del mismo, no va a desaparecer completamente la violencia en estas regiones. De hecho, hay otros factores perturbadores pero tendrán un tratamiento diferente y que la sociedad, en especial los organismos de seguridad y los de justicia podrán enfrentar de mejor manera. Por ello, es una gran noticia.

 

¿Considera que este conflicto es una de las tragedias humanitarias más grandes de Latinoamérica?

Nosotros, durante las últimas décadas, hemos tenido más de 8,5 millones de víctimas. De ellos, cerca de 8 millones son desplazados, más de 230.000 muertos, cerca de 50.000 secuestrados, un número indeterminado de desaparecidos, es decir, ha habido una afectación a la vida y a la libertad de las personas, que en conjunto constituyen una de las tragedias humanitarias más grandes del hemisferio occidental y del mundo entero.

Parar esa dinámica de victimización del pueblo colombiano es un hecho de una trascendencia muy grande. Nada, absolutamente nada, justifica la existencia de una tragedia de estas proporciones.

 

¿Está de acuerdo con la concesiones que se le dieron a las FARC en el acuerdo?

En efecto, en las negociaciones se han dispuesto algunas concesiones al grupo guerrillero, y no podía ser de otra manera. Ninguna organización en la historia de los conflictos en el mundo ha entregado las armas para irse 20 o 30 años a la cárcel. Finalmente, lo importante del acuerdo es que al poner a las víctimas en el centro del acuerdo mismo y establecer los criterios de reivindicación de las víctimas, de justicia y de reparación, estamos logrando lo más importante que es la dignificación del ser humano que como víctima ha sido mancillado en sus derechos fundamentales.

Por ello, las concesiones hechas a la guerrilla forman parte de elementos normales del proceso de negociación que no deben preocuparnos. Ciertamente el proceso de paz, por sus condiciones, genera incertidumbres y preocupaciones en distintos campos, pero Colombia tiene ya una trayectoria importante de procesos en los últimos años, que nos dan una experiencia en materia de tratamiento de reinsertados y de este tipo de desmovilizaciones.

 

¿Se refiere a las experiencias con los paramilitares, el M-19 y otros grupos subversivos?

Vale la pena tener en cuenta los antecedentes de desmovilizaciones de los paramilitares en la década del 2000, la desaparición de las organizaciones guerrilleras que como el M-19, Quintín Lame, PRT y la Corriente de Renovación Socialista, se desmovilizaron iniciando los años 90. Este es un activo que el país tiene en términos de tratamiento de procesos anteriores, experiencia que va a aplicarse al proceso que hoy se inicia con las FARC. De manera que, este me parece el hecho más trascendente de la historia colombiana de las últimas décadas.

 

Crecimiento regional

Usted fue el coordinador de la Agenda Interna del Huila hace ya más de una década, ¿considera que un departamento en paz atraerá la inversión y el progreso?

Regiones como el Huila se verán muy favorecidas en términos de inversión y de consolidación de condiciones de seguridad que propician y favorecen el desarrollo de las actividades económicas. Entonces, sectores estratégicos para nosotros como el turismo, por ejemplo, se van a beneficiar de una manera significativa. Nuestros productos estrellas como San Agustín y El Desierto de La Tatacoa, va a desarrollar una mejor infraestructura de servicios para promover el turismo internacional y el nacional de alta gama. Eso generará incrementos significativos en los ingresos de la población del departamento.

De la misma manera, el sector agropecuario, agroindustrial y otros como la construcción se verán favorecidos en el Huila. Esta nueva dinámica, traerá progreso, empleo y beneficios importantes para la región. Por ello es importante que los huilenses entendamos la importancia de votar por el sí en el plebiscito del 2 de octubre.

 

Camacol ha estado a favor del proceso de paz con las FARC. ¿Ese es el sentir de todos sus integrantes?

Digamos que no de manera unánime, pero sí en lo fundamental, los miembros de Camacol a nivel nacional hemos venido promoviendo el “sí” por el plebiscito. De hecho, Camacol como gremio ha suscrito, junto con el Consejo Gremial Nacional, una carta de apoyo al proceso de negociación, obviamente expresando algunas preocupaciones pero entendiendo que en su conjunto y en su contexto esta es una necesidad para el país y es importante que se concrete de la mejor manera.

Pero más allá de ese apoyo que se ha dado a nivel nacional por parte del gremio al proceso de paz, es importante que los colombianos entendamos que no solamente basta con que gane el “sí” en el plebiscito, sino que en lo sucesivo estemos atentos a lo que sigue y participemos de las decisiones que habrá que tomarse para la consolidación de la paz en el territorio nacional. Recordemos que todavía falta el proceso con el ELN y quedan las bandas criminales que azotan algunas regiones de Colombia. Esos otros factores estructurales de violencia tienen que ser combatidos y tendrán que ser superados, pero el hecho de la desaparición de las FARC como organización en armas va a facilitarle al Estado el desarrollo de una serie de medidas para combatir estos fenómenos de violencia.

Desde el sector que representamos, yo puedo decir que estamos en pro de que las cosas terminen bien y que el acuerdo logrado en La Habana se materialice en todo su contenido.

 

¿Hay estudios sectoriales que indiquen cuánto podría crecer el sector de la construcción luego de la firma de la paz?

Hasta ahora, que yo conozca, no hay estudios sectoriales sobre los impactos en el crecimiento de la industria de la construcción específicamente, pero sí hay varios trabajos que, con distintas metodologías, están midiendo el impacto del proceso de paz en la economía en su conjunto.

Hay estudios de la Universidad de los Andes, del Departamento Administrativo Nacional de Planeación, de Fedesarrollo y de otros investigadores que miden los impactos que tendrá el proceso de paz en el crecimiento de la economía. En algunos casos se habla de entre 1 y 1,5 por ciento de incremento del producto interno bruto (PIB) como consecuencia del resultado directo del proceso de paz en la economía.

En otros trabajos se habla de porcentajes inferiores. Pero el solo hecho de mejorar las condiciones de seguridad en algunas regiones del país con la desaparición de las FARC ya permite que esas zonas se integren de mejor manera a todos los circuitos virtuosos de crecimiento económico que tenemos a nivel nacional.

 

Volviendo a las regiones, ¿considera que el suroccidente del país, tan afectado por el accionar de las FARC, tendrá un mejor crecimiento económico?

Departamentos como Nariño, Cauca, Huila, sur del Tolima, Caquetá, los Llanos Orientales y Putumayo, van a ser algunos de los más favorecidos en términos de crecimiento económico y de impactos positivos en todos los sectores de la actividad productiva, no solo en construcción.

Entonces, en resumen, no existen estudios puntuales sobre el impacto de la paz en la industria de la construcción, pero sí existen estos trabajos a nivel de la economía en su conjunto. De todas maneras, el hecho de existir mejores condiciones de seguridad en las regiones hace que la industria de la construcción, específicamente hablando, tenga mejores condiciones para que florezca y crezca en un ambiente de paz.

 

¿Los empresarios de la construcción están dispuestos a apoyar a los reinsertados que quieran trabajar en este sector? ¿Usted les daría trabajo a sus secuestradores?

Los empresarios de Colombia ya lo manifestamos a través del Consejo Gremial Nacional, que estamos en disposición de prestar todo el apoyo y colaboración al proceso de reinserción para que los desmovilizados tengan oportunidades de formación y de trabajo. Este es un programa que se lidera desde la Presidencia de la República, que ya lleva muchos años porque hemos tenido procesos de desmovilización individuales y colectivos en el pasado que tienen experiencias muy valiosas en este campo.

Se espera que los desmovilizados, algunos de ellos generen iniciativas para proyectos productivos de manera asociativa y habrá, por supuesto, muchos de ellos que a nivel individual se incorporarán al mercado laboral y las empresas tendrán toda la disposición de ofrecerles empleo.

Esto también lo reflejan las encuestas que han sido aplicadas a nivel de la opinión pública en el país. Es decir, observamos que hay un ambiente favorable para que la sociedad acoja a los reinsertados y les brinde las oportunidades que ellos requieren para que se conviertan en personas útiles a la sociedad.

 

Perdón a sus secuestradores

Después de 15 años de su secuestro, ¿ya perdonó a las FARC?

En lo personal, no guardo ningún rencor. Lo que si espero de los jefes guerrilleros que ordenaron el secuestro en el Edificio Miraflores es que por lo menos se manifiesten aquí en Neiva, públicamente, pidiendo perdón. En este momento tenemos toda la disposición de otorgarlo.

Yo soy un convencido que el pueblo colombiano, que este país necesita de un proceso de reconciliación entre hermanos y estamos dispuestos a poner todo nuestro aporte y nuestro granito de arena para que este proceso de reconciliación de afiance cada día más, se desarrolle, fructifique, porque los colombianos no podemos seguir tratándonos como enemigos.

Tenemos que fortalecer los canales institucionales y democráticos para que los conflictos sociales puedan ser resueltos por las vías democráticas y de participación de los ciudadanos en la institucionalidad. De suerte que esperamos que ellos venga, cuenten la verdad, estén dispuestos, mediante un proceso de arrepentimiento, pedir perdón como ya lo han hecho en algunos casos y en ese momento, de nuestra parte habrá toda la disposición de espíritu y de ánimo para que coadyuvemos en esta reconciliación que tanto necesitamos los colombianos.

 

Pero usted como empresario no estaba vinculado con la política, ni con grupos irregulares, ¿por qué lo secuestraron?

El secuestro nuestro fue extorsivo. Nosotros fuimos secuestrados con propósitos económicos, eso es absolutamente claro y reconocido por la misma guerrilla. Esa fue la motivación que tuvo el secuestro. No hubo motivación política alguna. Fue de carácter económico y de esa manera ellos lo concibieron desde el primer momento.

 

¿Del 26 de julio de 2001, cuando las FARC se tomaron a sangre y fuego el Edifico Torres de Miraflores, a esta fecha, cómo ha cambiado su vida y  la de su familia?

Un secuestro es un trauma humano gravísimo. El secuestro para nosotros fue terrible, destruyó completamente nuestra familia, destruyó completamente nuestra actividad económica de ese momento y trajo consecuencias que hasta la fecha de hoy no han sido reparadas.

Justamente por esa misma razón, por saber lo que eso significa, es que estoy en la disposición de coadyuvar en este proceso de paz para buscar que ningún colombiano, en adelante, sufra lo que nosotros tuvimos que pasar con esta tragedia del secuestro.

 

¿Qué fue lo más doloroso del momento del secuestro?

Mi familia. Esa noche fuimos secuestrados todos los miembros de mi familia: mi esposa, mis hijos, un cuñado y su familia. De todos los secuestrados de esa noche, dejaron en libertad a los niños más pequeños, a mi esposa, a mi cuñada y dentro de los secuestrados de Miraflores finalmente fuimos llevados en cautiverio tres personas de mi familia: un cuñado, mi hija que en ese entonces tenía 15 años y yo. Estuvimos 39 meses en poder de las FARC.

 

¿Por qué usted, que fue víctima de las FARC, está a favor de la paz?

Las víctimas de la violencia somos los más convencidos de la necesidad de fortalecer el proceso de paz y de ponerle punto final a esta situación. Justamente por el hecho de haber vivido una tragedia sabemos lo que eso significa y no queremos que a nadie más le pase. Por eso los mayores defensores del proceso de paz, usted los va a encontrar entre las víctimas de la violencia.