“Hay que replantear qué se está haciendo en el sector rural en Colombia”
En diálogo exclusivo con DIARIO DEL HUILA, la exministra de Agricultura, Cecilia López Montaño, habló del Censo Agropecuario, de la situación de los campesinos en Colombia y de cómo se podrían sustituir las importaciones de alimentos con producción nacional.

Recientemente el DANE reveló los datos relacionados con uso, cobertura y tenencia del suelo. Del total del área rural dispersa censada el 56,9% correspondió a bosques naturales (62,8 millones de ha), el 38,3% tuvo uso agropecuario (42,3 millones de ha), el 2,2% tuvo uso no agropecuario (2,4 millones de ha) y el 0,1 % correspondió a nuevos desarrollos urbanos (0,06 millones de ha), para un total de 110,4 millones de ha.
¿Cuál es su análisis de los resultados del Censo Agropecuario?
Lo que ha pasado en las últimas décadas y lo que muestra este censo a mí me da mucha pena pero es una vergüenza. ¿Por qué? Porque en este momento tenemos los cultivos transitorios en el suelo en materia de cifras y los campesinos arrinconados en una mínima parte de la tierra moviéndose hacia el microfundio rápidamente porque están en menos de cinco hectáreas. Por otro lado, hay un crecimiento salvaje de las grandes extensiones de tierra.
¿Qué ha pasado entonces con el sector agropecuario?
¿Qué ha pasado? La tasa de crecimiento del sector agropecuario va en 1,2%, la calidad de vida de la gente en el piso. ¿La gran agricultura es la gran solución? Me da mucha pena pero no.
¿Entonces habría que sacrificar a los industriales del campo?
No se trata ni de sacrificar a los campesinos ni a la gran industria. Creo que es un momento de decisiones de fondo en donde tenemos que dividirnos y tener unas reglas de juego claras.
¿La tierra en Colombia se está dedicando a las actividades agrícolas?
Las grandes extensiones de tierra son mayores hoy, son la mitad de la tierra del país, y resulta que el 80 por ciento son pastos. ¿Somos una potencia ganadera? ¿Estamos exportando leche? ¿Estamos exportando carne? No. ¿Les compraron esa tierra a buen precio a los campesinos de manera que están viviendo en mejores condiciones? No. Entonces hay que replantear qué se está haciendo en el sector rural en Colombia.
¿Considera usted que la ruralidad en el país ha adquirido protagonismo como consecuencia de los diálogos de paz en La Habana?
Estas discusiones se están dando ahora. Yo fui ministra de Agricultura. A nosotros no nos llamaban sino cuando el precio de los alimentos se disparaba. De resto se burlaban de nosotros, nos sacaban de las juntas directivas. Yo traté de hacer el “Contrato Social Rural” porque me di cuenta que el problema social era difícil y que había una ganaderización.
Yo recuerdo que lo denuncié y nadie me “paró bolas”. Yo creo que hoy está en la agenda y eso se lo debemos a La Habana, así se pongan bravos. Yo no soy de las FARC, ni soy comunista, yo soy socialdemócrata, de tal manera que creo que eso ha ayudado que esté en La Habana.
¿Colombia tiene el sector rural que se merece?
Este censo nos va a poner a pensar muy seriamente cómo nos movemos de aquí en adelante. El país no tiene un motor distinto a lo que debe ser la base productiva que son el sector agropecuario y la industria. Yo sinceramente veo que es inexplicable que la industria no arranque y en el sector agropecuario tenemos que empezar ya porque pasarán décadas antes de que tengamos el sector que merecemos en el país.
¿Cuál es la salida? ¿Los subsidios o la inversión en bienes públicos para los productores?
Esto a punta de subsidios no funciona. Al sector agropecuario todo el mundo lo apoya, los estados lo fortalecen y acá no será la excepción. Pero no subsidios a los precios, que distorsionan el mercado. Hay otra manera de apoyar a los agricultores: los bienes públicos, invirtiendo en ciencia y tecnología, reforzando la infraestructura, no tenemos aparato institucional para el sector rural.
¿Qué quiere decir en el sentido de que no hay aparato institucional?
Hay que volver a construir un sector rural y una institucionalidad que realmente obedezca a las necesidades del campo. Además, que no nos bajen el presupuesto cada vez que se reducen los ingresos.
Hay muchas formas de apoyar porque el campo necesita ayuda. Yo creo que los grandes productores tienen razón en que las reglas de juego sean claras, que no quiere decir que se les van a regalar los terrenos baldíos.
¿Entonces, qué decisiones se deben tomar para incrementar la producción agrícola y pecuaria en el país?
Aquí hay decisiones importantes que tomar. Yo creo que Colombia tiene un papel en la sustitución de productos agrícolas. No me digan que Colombia no puede producir maíz, puede que no alcancemos a producir todo el trigo de antaño, pero se puede empezar la labor; no me digan que no podemos producir algo de cebada, sorgo, algo de soya.
¿Por qué estamos importando más de 10 millones de toneladas? Reduzcamos eso a la mitad. Pero por otro lado tenemos que empezar a buscar esos nichos que son los que permitieron, por ejemplo, a Perú ser mejor exportador de espárragos y alcachofas. Eso no lo hemos hecho nosotros; eso lo hacen los grandes, unos productores grandes que se sometan a unas reglas de juego claras y que sean solidarios.
Uso, cobertura y tenencia del suelo
Recientemente el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) dio a conocer la primera entrega de resultados del tercer Censo Nacional Agropecuario con los temas de uso, cobertura y tenencia del suelo.
Según el director de la entidad, Mauricio Perfetti, del total del área rural dispersa censada el 56,9% correspondió a bosques naturales, lo que representó 62,8 millones de ha, el 38,3% tuvo uso agropecuario, es decir 42,3 millones de ha, el 2,2 % tuvo uso no agropecuario, lo que equivale a 2,4 millones de ha, y el 0,1 % correspondió a nuevos desarrollos urbanos con 0,06 millones de ha, para un total de 110,4 millones de ha.
Por otra parte se dieron a conocer cifras importantes sobre el uso y cobertura del suelo, las unidades de producción UPA según su tamaño y la distribución de las UPA según régimen de tenencia y tamaño.
Uso y cobertura del suelo. Del área total para uso agropecuario el 80% se destinó a pastos, es decir 33,8 millones de ha., y el 19,8% a uso agrícola. De este porcentaje destinado a uso agrícola el 83,9% pertenece a cultivos con 7,1 millones de ha, de las cuales el 74,8 % son permanentes con 5,3 millones de ha, seguidos de los cultivos transitorios con el 16 %, correspondientes a 1,2 millones de ha.
Uso del suelo por departamento. En los departamentos de Amazonas, Guainía, Vaupés y Guaviare se encuentra el 43,2 % del área rural dispersa censada con uso en bosque natural. En Meta, Antioquía, Casanare, Vichada, Santander y Arauca se encuentra el 46,5 % del área rural dispersa censada con uso agropecuario. Y en Antioquía, Casanare, Huila y Santander se encuentra el 27,9 % del área rural dispersa censada con uso no agropecuario.