viernes, 12 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2014-09-17 11:51

“Hay que ajustar las apuestas productivas a los contextos nacional e internacional”

Jairo Trujillo Delgado, gerente de la empresa Química Integrada SA, elaboró hace muchos años un estudio del potencial minero del Huila siendo secretario de Obras Públicas del entonces gobernador Jaime Ucrós García.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | septiembre 17 de 2014

DIARIO DEL HUILA dialogó con él para evaluar algunas de las apuestas productivas del departamento. Destacó que el Gobierno Seccional tomara la decisión de hacer un replanteamiento de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad.

Hace cerca de un década usted participó en la construcción de la Agenda Interna del Huila, ¿cuál fue su aporte?

Yo participé activamente en la construcción de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad, puse mucho empeño en algunas de estas apuestas, en especial las relacionadas con la energía, minería porque conozco el potencial minero del Huila ya que el único estudio del potencial minero del Huila se hizo en el gobierno departamental de Jaime Ucrós García hace muchos años y yo era su secretario de Obras Públicas. Entonces conozco ese potencial.

¿De qué otra manera apoyó la elaboración de esa hoja de ruta para la región?

También aporté para el establecimiento de otras apuestas que nacieron con la hidrogeneración, como el caso de la piscicultura. A mí me produce mucha hilaridad cuando aquí algunos críticos dicen muy tranquilamente que la hidroeléctrica de Betania no le ha generado nada al Huila cuando este departamento hoy es el mayor productor piscícola del país gracias a Betania. Ahí se hicieron los estudios y se hizo la curva de aprendizaje para que los huilenses fueran piscicultores.

¿Está de acuerdo con el Gobierno Departamental en el sentido de revaluar las apuestas productivas contenidas en la Agenda Interna?

Afortunadamente hoy el Gobierno Departamental ha expresado su voluntad para que se actualicen, se reformulen y se revisen todas las apuestas productivas del Huila. Me parece que después de 10 años eso es muy importante.

Hay unas que muy seguramente dejarán de ser apuestas, hay otras que seguramente deberán ser repotenciadas y otras más que hay que incluir.

Acaba de mencionar tres procesos que se podrían dar con las apuestas. Según su experiencia, ¿cómo debería darse esa reformulación?

Algunas que hoy son apuestas podrían quedar como sub-apuestas reformulando el contexto, otras hay que repotenciar y trabajar muy duro como en el caso de la generación de energía y la minería ya que el trabajo del Departamento en estas dos es mínimo. Hay que incluir los servicios petroleros, que no están incluidos actualmente; para mí este sector debe ser una apuesta no solamente por lo que está haciendo en el Huila, Caquetá o Putumayo, sino lo que pueda hacer hacia los Llanos Orientales o Ecuador.

¿Y qué se debería hacer con sectores como la ganadería y los cereales, por ejemplo, que no quedaron incluidos y son fundamentales para la seguridad alimentaria de la región y el país?

Habría que mirar hasta qué punto la gente que está en las diversas actividades productivas quieren apostarle a cosas diferentes. Yo soy ganadero y me fascinaría que hubiera una apuesta de ganadería, pero ¿sí tenemos no solamente las condiciones, la actitud y la decisión de convertirnos en una apuesta productiva? Eso depende mucho de la gente.

Yo pienso que ese será un buen ejercicio y vale la pena estar muy atento a él para que rinda los frutos que todos esperamos.

Varios de los expertos con los que hemos dialogado acerca de las apuestas productivas coinciden en que la generación de energía está desprestigiada actualmente debido a todos los inconvenientes que se han generado con el proyecto hidroeléctrico El Quimbo, ¿está usted de acuerdo con este planteamiento?

Lo que pasa es que en el Huila se ha estigmatizado mucho la generación de energía básicamente por la forma o por el manejo que se le dio a El Quimbo. Aquí se habla mucho de Emgesa pero no se habla de la responsabilidad del Gobierno Nacional porque ellos fueron quienes adjudicaron a Emgesa el proyecto El Quimbo.

A diferencia de Betania, que la construyó directamente el Gobierno Nacional, a Emgesa le entregaron El Quimbo en concesión. Quien nunca viene al departamento a poner la cara cuando hay problemas por los impactos y efectos socioeconómicos que se han generado con el proyecto es el Gobierno Nacional.

Entonces vivimos peleando con Emgesa cuando debemos reclamarle, con argumentos, al Gobierno Nacional por los impactos socioeconómicos que eso ha generado y por los efectos y mitigaciones que deben generarse.

También sostienen que la apuesta minera es una de las más atrasadas, ¿cuál es su respuesta?

No hay una política que favorezca los nuevos desarrollos mineros. Una cosa que yo tengo clara es que en el Huila las potencialidades nuestras desafortunadamente están relacionadas con aspectos que requieren altas inversiones, son intensivas en capital y generan impactos y efectos socioambientales.

Dios no nos dio la sabana de Bogotá, ni las tierras del Valle del Cauca, pero nos dio minas, nos dio la posibilidad de generar energía y producir hidrocarburos. Entonces tenemos que ponernos a buscar cómo le sacamos provecho a eso.

¿Qué hacer para avanzar más en la apuesta minera?

Para lograr el éxito en esta apuesta productiva hay que manejar una política de atracción de inversiones.

Es claro que de 2005 a la fecha muchas cosas han cambiado tanto en el país como en el contexto internacional, ¿la Agenda Interna debe adaptarse a esas condiciones?

Es que hoy en día tenemos escenarios nacionales e internacionales distintos. En lo internacional los mercados han cambiado muchísimo. En lo nacional el país ha firmado una cantidad de acuerdos comerciales que nos modificaron el contexto.

Ahora hay que ajustar las apuestas productivas al contexto nacional e internacional.

 

La apuesta minera en la Agenda Interna del Huila

En el documento Agenda Interna del Huila para la productividad y la competitividad se indica que la cuarta apuesta productiva se denomina: Consolidar el proceso de industrialización sostenible en fosfatos, arcillas y mármoles.

El propósito a 2020 es que el departamento haya consolidado la industrialización de las potencialidades en recursos mineros como la roca fosfórica, las arcillas y los mármoles (rocas calcáreas). Esto exige el aprovechamiento sostenible de los recursos y la aplicación de alta tecnología que consecuentemente le permitirá llegar con productos de calidad a importantes mercados a nivel nacional es internacional.

“La producción de roca fosfórica en el departamento del Huila, corresponde al 47% de la producción nacional y el incremento de esta participación tiene como propósito su industrialización habiendo proyectado la producción de ácido fosfórico para la elaboración de 14.752 toneladas anuales de superfosfato triple y 25.000 toneladas de fosfato bicálcico”, expresa el documento.

Añade que las posibilidades de aprovechamiento de las arcillas con fines artesanales e industriales prevén una producción anual de 3’000.000 de piezas artesanales y el desarrollo de productos industrializados para la construcción especialmente en el Valle de Laboyos, teniendo en cuenta que se tiene una tradición en la producción.

Con respecto al mármol, la Agenda Interna sostiene que en el Huila se extrae mármol de 13 de minas y en la actualidad tenemos la mayor producción nacional del mismo y grandes reservas sin exploración.

Mercados potenciales

Los mercados potenciales proyectados en la Agenda Interna para esta apuesta productiva fueron los siguientes: en el caso de la industrialización de la roca fosfórica, el enfoque era sustituir importaciones y el abastecimiento del mercado nacional para los cuatro mayores cultivos que en el país utilizan fósforo (papa, café, caña de azúcar y arroz).

El departamento de Nariño “con sus cultivos de papa, el Valle del Cauca con caña de azúcar, el eje cafetero y Huila con café, se constituyen en los principales mercados regionales que demandarán la roca fosfórica y sus derivados y ocasionalmente el Ecuador”.

Por su parte, “la comercialización de las artesanías cerámicas en el Huila se da en los mercados regionales que se presentan en actividades feriales y en diferentes tiendas que ponen a disposición del público artículos de un alto contenido cultural, siendo los principales destinos ciudades como Bogotá, Cali y Medellín”.

Quienes apoyaron el desarrollo de la Agenda Interna destacaron que a nivel internacional se está atendiendo la demanda de productos artesanales de países europeos como Bélgica, Alemania, España, Francia, Nueva Zelanda, Holanda y a nivel latinoamericano a Chile, República Dominicana y al principal socio comercial de Colombia, Estados Unidos.

Por último, la industrialización del mármol está dirigida en una primera fase al mercado nacional en departamentos como Quindío, Risaralda, Valle del Cauca, Santander, Norte de Santander, Boyacá, Caquetá y Tolima. En una segunda fase se tendría en cuenta el mercado internacional.

Está todo por hacer

Sin embargo, el coordinador de la Agenda Interna del Huila, Aníbal Rodríguez Rojas, expresó que “en estos años, podríamos decir que la apuesta que menos avanzó es esta. No hemos tenido un desarrollo en este campo. Está todo por hacer”.

Agregó que “la minería continúa siendo extractiva, artesanal y no tenemos avances industriales importantes diferentes al avance que han tenido algunas empresas que están ubicadas sobre en el corredor de Neiva-Palermo y otras de la zona de Aipe”.

Dijo que “estamos en deuda con esta apuesta. La verdad es que la apuesta minera no ha generado los impactos que nosotros esperábamos cuando la incluimos en la Agenda Interna”.