domingo, 14 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2016-01-11 09:28

“En 2015 retomamos nuestro liderazgo tradicional”: Roberto Vélez Vallejo

El gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez Vallejo, habló con DIARIO DEL HUILA sobre los principales retos de 2016 en materia de producción de grano, la negociación con el Gobierno Nacional del contrato de administración del Fondo Nacional del Café y la creación del Fondo de Estabilización de Precios.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 11 de 2016

El zar del café se refirió al importante papel que tendrá el gremio en el posconflicto, si se firma la paz en marzo de este año. “El Gobierno tiene claro que como gestor de recursos internacionales en lo que pueda ser el posconflicto, la Federación tiene toda la experiencia para ser el irrigador de esos recursos”, dijo.

 

Este año, al final del primer semestre, se cumple el contrato de administración del Fondo Nacional del Café por parte de la Federación. ¿Cómo va el proceso de negociación del nuevo contrato con el Gobierno Nacional?

Nosotros estamos empezando ese proceso. En diciembre de 2015, el Congreso Cafetero le dio la autorización al gerente de iniciar las negociaciones. Por el lado del Gobierno Nacional le escuchamos decir al ministro de Hacienda que están listos a iniciar también esa reflexión, que entran sin prejuicios y sin pre ideas concebidas y quieren un proceso de concertación.

 

¿Qué elementos tendrán en cuenta en este nuevo contrato de administración del FNC?

Lo que vamos a hacer es, primero, una reflexión profunda al interior del gremio. Esa reflexión tiene que recoger parte de lo que son las recomendaciones de la Misión Cafetera, de las recomendaciones de la Misión Rural, del Censo Agropecuario que terminó el DANE para poder allí empezar a plasmar lo que nosotros creemos que son los elementos claves de un contrato que tiene que durar los próximos 10 años.

 

¿Cuál será el plan para lograr la sostenibilidad del Fondo Nacional del Café?

Esa fue una solicitud que nos hizo el pasado Congreso Cafetero. En producción nos hicieron muchísimas recomendaciones que van desde el trabajo conjunto con el Gobierno para traer fertilizantes del exterior, para tratar de abaratar el costo de los fertilizantes en Colombia, para los cafeteros. Un esfuerzo que ya habíamos empezado a hacer pero que lo vamos a cristalizar por el mandato de este Congreso.

Le da también a Cenicafé todas las recomendaciones de trabajo por unas calidades de café que sean todavía más productivas, un trabajo que esté orientado a mirar plagas como la broca y un espacio muy importante para que se siga haciendo un trabajo a fondo en el estudio de los suelos de las zonas cafeteras.

 

En el pasado Congreso Cafetero los cálculos de producción se acercaban a los 14 millones de sacos, pero la cifra real superó las expectativas.

Afortunadamente superamos los 14 millones de sacos. En los últimos 12 meses corridos a noviembre teníamos garantizados 13,8 millones de sacos y la dinámica en que se estaba moviendo la producción indicaba que cerraríamos diciembre, un año civil, de 14 millones de sacos.

 

¿Cuál será el papel de la Federación Nacional de Cafeteros si se firma la paz?

El Gobierno tiene claro que como gestor de recursos internacionales en lo que pueda ser el posconflicto, la Federación tiene toda la experiencia para ser el irrigador de esos recursos, hacer la tarea. Porque si uno sobrepone el mapa de violencia del país con la zona cafetera, encuentra que hay unos sitios que son muy claves y que están ahí metidos en la geografía cafetera en donde habrá que hacer un trabajo muy fuerte de recomposición social.

Los cafeteros le hemos dicho al Gobierno también que tenemos toda la disposición para poner en manos de ellos toda la experiencia que tiene el sector cafetero para poder llevar bienes a las zonas rurales, inclusive, a donde no hay caficultura.

 

¿Están dispuestos a acompañar los proyectos que el Gobierno les pida para apoyar el posconflicto?

Si mañana se decide que hay zonas del país donde se requiere la presencia del café, donde se requiere montar una actividad económica que pueda mantener a unas comunidades, estamos dispuestos a hacer un esfuerzo los cafeteros, con toda la generosidad que nos caracteriza, estamos dispuestos a compartir un saber, un trabajo que hemos hecho durante tanto tiempo, una institucionalidad de la que nos sentimos orgullosos, en aras de poder llevar los elementos de paz que requiere el campo colombiano.

 

Usted se ha referido al retorno de Colombia en el liderazgo de la caficultura y ha socializado su idea de sostenibilidad del negocio. ¿En qué consiste su planteamiento?

Eso todavía está en construcción. Yo lo he dicho: nosotros lo que hicimos fue retomar un liderazgo tradicional, como ha sido el colombiano, de los países productores de café arábigo suaves lavados, llámese Centroamérica, Suramérica, con Perú, Bolivia y Ecuador.

Lo que hicimos fue testear las aguas aprovechando nuestra visita a Costa Rica hace dos meses y allí encontramos que los países centroamericanos han sido gravemente afectados, los productores, por las cotizaciones actuales. Es que a uno se le olvida que a US$1,20, si nosotros tuviéramos una tasa de cambio de $1800 tendríamos un precio interno de unos $400.000 totalmente insostenible para manejar la caficultura.

Esos países que no han tenido devaluación, cuyas monedas han permanecido estables, inclusive, que se han revaluado, están experimentando una baja en su ingreso cafetero muy fuerte. Si uno se pone a mirar, hace un año o año y medio, la cotización del café estaba a US$1,80, US$2 y hemos estado en precios de US$1,15, entonces aprovechando este foro nos reunimos con ellos y empezamos a plantear una idea que está asociada a la sostenibilidad del café.

 

¿Qué es lo que va a socializar en los foros internacionales este año con respecto a la sostenibilidad del negocio?

La sostenibilidad, como lo he venido explicando, es un trípode que tiene tres pilares: el ambiental que abarca todo lo que tiene que ver con la protección de las aguas, de los bosques, de los recursos naturales; otro es lo social que está más enfocado a los grupos humanos, las asociaciones, la escolaridad; y por último, la sostenibilidad económica, que es la que casi siempre se nos olvida. Esta última es la capacidad del productor de café de vivir dignamente.

Si hay tanta preocupación por parte de los países desarrollados, si la industria del café en este caso le tiene que dar respuestas al consumidor, que está pidiendo sostenibilidad en la taza de café, pues que seamos consecuentes con la retórica de la sostenibilidad y tratemos de armar un diálogo entre estos países y la industria para decirles que a US$1,20 todo lo que vamos a ver es el marchitamiento de la capacidad de los países productores de seguir incrementando la cantidad de grano lavado en el mercado internacional.

¿Esto que va a traer? Después de un tiempo, después de dos años, tres años, en que la gente se empiece a retirar de sus cultivos, en que no tienen como fertilizar, que no tienen como cuidar sus cultivos, viene el típico shock en donde la industria ve que no hay esos café, entonces los precios “brincan” a US$4 y empezamos a experimentar un ciclo distinto.

 

Entonces, su idea es no esperar que los precios bajos quiebren a los caficultores para que después la industria tenga que pagar más por el producto.

La propuesta va un poco más en la dirección de ser más inteligentes colectivamente. Por qué, en vez de dejar sufrir a los productores niveles de US1,20 o US$1,10 y después la industria tener que salir a pagar 4 dólares, por qué no hacemos un acuerdo industria-países productores. Ojo, aquí esto no eso entre gobiernos, es entre la industria y los países productores, en donde la primera le diga a los segundos que está dispuesta a “montarse” en el bus de la sostenibilidad y pagar US$1,80 o US$2 por el café para que los cultivadores puedan tener una vida digna y continúen con el proceso de producción de café.

A uno no se le puede olvidar que esto es una cadena que empieza en la producción y termina en la taza de café. Pero si la producción se acaba, el resto de la cadena se va a ver afectada. Esa es la iniciativa y me pareció muy interesante ver que los presidentes de Honduras y Costa Rica recogieron esa iniciativa y se entrevistaron con el presidente Santos en París tratando de encontrar caminos comunes para solucionar el problema de precios de café de los países centroamericanos y suramericanos productores de cafés suaves.

 

¿Qué ha pasado con el Fondo de Estabilización de precios que fue anunciado al comienzo del Congreso Cafetero?

La propuesta del Fondo de Estabilización se presentó. Obtuvimos la autorización para arrancar. Esta es una idea que no tiene los números “afilados”, es el concepto grande de qué queremos hacer.

A esto hay que empezar a incluirle todo el costo financiero de qué sería y cuánto costaría la idea. La primera cosa que teníamos que hacer era constatar con los cafeteros si eso que nosotros creemos puede ser interesante, es lo que los cafeteros estaban dispuestos a acoger. La respuesta fue: sí. Ahora vamos a hacer todo el trabajo para ver cuánto vale, para mirar de dónde vamos a sacar recursos, cómo podría ser la construcción de un fondo de este estilo.

 

¿En qué consiste este Fondo, que es muy diferente al de sustentación que también solicitaban algunos cafeteros?

La idea es muy bonita, se construye vía derivados financieros del mundo del café, es decir, opciones, se va edificando un nivel de precios que es el promedio móvil de un año. Usted coge los 365 días y pone el día siguiente y va haciendo un promedio móvil de precios.

Esos precios se comparan con el precio del día. Si el móvil es más alto que el precio del día, pues pagamos el de arriba, si es al contrario, pagamos el precio del día. Cuando hay grandes caídas rápidas producto de la volatilidad de los precios, entonces se cae muy rápido en unos días, como en un promedio móvil se cae muy lentamente, entonces va protegiendo esas grandes caídas de precio.

Cuando el precio del día se recupera se paga el precio del día y el fondo sigue su camino de sacar un precio y meter otro (precio móvil). No es que uno libere la tendencia, si el precio se queda abajo durante un año, se irá pagando hasta llegar allá, pero el precio se va cayendo más lentamente. Por eso se llama Fondo de Estabilización y no de sustentación porque lo que se busca es estabilizar en el tiempo el precio.

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El gerente de Fedecafé estuvo el año pasado en la celebración de los 40 años de Coocentral acompañado por el director ejecutivo del Comité de Cafeteros del Huila, Jorge Enrique Montenegro; el entonces gobernador, Carlos Mauricio Iriarte; y el gerente de la cooperativa, Mauricio Rivera.

 

Producción histórica

En días recientes, la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia informó que el país tuvo una cosecha de 14,2 millones de sacos de 60 kilogramos al cierre de 2015. Este nivel no se alcanzaba desde hace 23 años.

Por su parte, en diciembre de 2015 la cosecha de café en el país creció 34 por ciento y se ubicó en 1,4 millones de sacos, cifras que no se veían para el mismo mes desde hace 20 años.

Un dato que destacó el gremio es que la producción cafetera de Colombia creció 83 por ciento en los últimos cuatro años, al pasar de 7,7 millones en el 2012 a 14,2 millones de sacos de 60 kilos en 2015.

A la par con la producción, las exportaciones de café de Colombia mantuvieron el ritmo de crecimiento. Durante el 2015 las ventas externas superaron los 12,7 millones de sacos de 60 kilos, un 16% más en comparación con los 10,9 millones de sacos exportados en igual lapso anterior.

En diciembre, las ventas internacionales de grano colombiano fueron de 1,2 millones de sacos, un 13 por ciento más que los 1,1 millones puestos en los mercados internacionales en diciembre de 2014.

Y en lo corrido del año cafetero las exportaciones fueron de 3,5 millones de sacos, 14 por ciento por encima de los tres millones vendidos en igual lapso anterior.