domingo, 14 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2016-03-03 08:28

“El principal motor para seguir sembrando fríjol y maíz es el precio”

Henry Vanegas Angarita, gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce), dialogó con DIARIO DEL HUILA sobre el balance del sector en 2015. Se refirió además a la dinámica de las áreas de siembra y el rendimiento, cereales clave como el fríjol en el Huila, la incidencia de las importaciones y las proyecciones para este año.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 03 de 2016

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El sector busca lanzar este año maíz con alta capacidad proteínica.

 

¿Cuál es el balance del sector durante 2015?

El año 2015 fue un sector, en general bueno, ya que tuvimos buenos precios y un mercado favorable para el país en producción nacional. Desafortunadamente no ayudó el clima y en zonas como el Huila tuvimos una situación de sequía bastante prolongada que no nos dejó hacer un buen semestre.

 

¿Cómo fue la dinámica del sector en materia de áreas de siembra y rendimientos?

Tenemos materiales cada vez más productivos. Hoy tenemos híbridos de marca propia FNC como el maíz híbrido FNC3056 blanco, de muy buena aceptación por su rendimiento, sobre todo en ese mercado del Huila. Y el maíz amarillo FNC8134 de muy buena aceptación para cajoneo y consumo humano en zonas cafeteras del Huila. Pero además de los incrementos en productividad, que por kilos de siembra ya estamos cosechando 500 o 600 kilos, también vemos que ha habido incremento de áreas en zonas de distrito de riego. Durante un ejercicio en el distrito de Usocoello en Tolima, veíamos cómo desde el año 2009 se sembraban 700 hectáreas y hoy ya se siembran 8000. Es decir que de las 25.000 hectáreas con riego de distrito arrocero, hoy la tercera parte es maíz. Ese mismo proceso lo estamos viendo en el Huila pero más lentamente.

El maíz se ha convertido en una opción para hacer uso eficiente del agua porque el maíz es una planta C4 que trabaja con una mayor insolación, y se defiende mejor en la captación de hidróxido de carbono para hacer fotosíntesis a pesar de las altas temperaturas; y hace un uso más eficiente del agua que el arroz, la cual es una planta C3. Estamos viendo que el maíz está recuperando áreas planas mecanizadas para crecer en área y así miramos que en Campoalegre, Garzón y La Plata tenemos un crecimiento significativo, además del maíz en socas de café, maíz intercalado en café que está siendo importante para el Huila y abastecedor no solo a nivel local sino también hacia la zona del Caquetá y Putumayo.

 

¿Cómo ven el crecimiento del fríjol en el Huila, teniendo en cuenta que junto a Antioquia también es importante?

El fríjol se ha consolidado como una opción en zonas de ladera y de pequeño productor de economía campesina y de agricultura familiar en el Huila. Muchas zonas que fueron amapoleras hoy son frijoleras. Vemos que el fríjol en zonas de conflicto es la opción de los pequeños productores, porque en el fríjol no hay medianos, ni grandes, todos son pequeños productores y vemos que el fríjol que tiene el Huila como el cargamanto, el bola roja, son los que compiten hoy en el país y que tienen el mayor consumo y hábitos de preferencia en las amas de casa y por supuesto, el consumidor final. Consideramos que el fríjol seguirá siendo una opción, principalmente los fríjoles volubles por encima de los fríjoles arbustivos y mecanizados que son los que tienen la competencia del fríjol importado. Por lo tanto, vemos que la situación que se presenta con el arancel para el fríjol, el cual estaba en el 60% con terceros países y el 40% de salvaguardia en el TLC, va a afectar principalmente esas zonas de fríjol arbustivo calima, principalmente Santander, en la zona de San Gil y Barichara. Pero que la zona de fríjoles volubles, va a seguir siendo una opción competitiva incluso con el importado de cero aranceles.

 

¿Entonces ustedes no ven problema en la resolución del Gobierno Nacional de bajar el arancel a algunos productos como la lenteja, fríjol o el pollo?

No creo que eso vaya a repercutir en que baje la inflación, porque ese componente no es el principal para la inflación, pero sí es importante que defendamos el fríjol para la seguridad alimentaria. En ese sentido le estamos apostando al fríjol voluble, cargamanto, bola roja y bolón, que son los que cultiva el Huila, por lo tanto ese fríjol del departamento va a seguir siendo una opción competitiva. Además, con la tasa de cambio que se tiene y la distancia del Huila con relación a los puertos, no es fácil traer fríjol importado para dañar el mercado del Huila.

Va a tener un poquito de contrapeso el fríjol que se maneja en las centrales mayoristas porque hay que llevarlo y competir contra el importado puesto en Bogotá. Pero el consumo interno de esos fríjoles, tipo cargamanto, se produce y se consumen es en Europa, no es el fríjol que consume Centroamérica, ni los fríjoles negros de Brasil, ni el fríjol caraota, ni el tipo de México, sino que los fríjoles que se producen en el Huila tienen un nicho de mercado y preferencia en el mercado nacional que seguirán siendo positivos aun con la resolución del Gobierno Nacional. Entonces no vemos ninguna amenaza para las zonas frijoleras como el Huila, con ese fríjol importado a cero arancel.

 

¿Ustedes fueron consultados para conocer su opinión sobre esa decisión del Gobierno?

Fue una decisión inconsulta. El gremio no fue llamado ni fue tenido en cuenta, fue una decisión más enfocada en los ministerios de Comercio y Hacienda, sin que fueran consultados los gremios de la producción nacional.

 

¿Qué percepción tiene del programa Colombia Siembra, el cual pretende incrementar las zonas de cultivo en el país?

Colombia Siembra es un programa bien intencionado y estructurado en el sentido de sustituir importaciones y tener seguridad alimentaria. El problema principal que se tiene es la situación actual del fisco y del Gobierno Nacional en cuanto a tesorería. Aún se está mirando la disponibilidad de recursos para arrancar este año fiscal, por lo tanto, los aspectos que ya han sido aprobados por la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario desde el 18 de enero pasado, no han sido reglamentados en su totalidad. Por lo tanto, estamos a la espera de que salga la resolución firmada por el ministro para que Finagro saque las circulares y podamos tener la línea especial de crédito, el incentivo a capitalización y el subsidio a la prima del seguro de cosechas antes de que arranquemos a sembrar a mediados de marzo.

 

¿Qué genotipo de maíz tienen pendiente lanzar este año? Entendiendo que los procesos de investigación son largos.

En genotipos de maíz estamos con los mismos de FNC3056 blanco, porque hay gran demanda en el mercado y es el preferido de las trilladoras. Estamos también con el amarillo FNC8134 pero vienen nuevos materiales, incluso nuevas opciones de incluir la versión convencional y la versión transgénica. También estamos con unos maíces que se piensan lanzar al mercado que son de alta calidad proteínica, para tener opciones en el mercado de consumo humano y de alimentación en porcinos y aves. Lo que estamos lanzando son nuevas variedades de fríjol, pero de tipo biofortificado, que son fríjoles arbustivos para zonas de ladera, principalmente, donde se siembra el fríjol calima y el nima. También estamos prontos a iniciar pruebas de eficiencia agronómica con el ICA para comercializar opciones de fríjoles volubles que sean resistentes y puedan tolerar condiciones de sequías cortas; estamos en esas pruebas de eficiencia agronómica que son las que exige el Estado para mostrar esa opción frente a testigos comerciales y poder comercializar y cultivar en el país.

 

¿Cuáles son las proyecciones para este año en el sector de cereales en Colombia?

Uno de los principales motores que nos impulsa a seguir creciendo y sembrando maíz y fríjol es el precio. Mientras tengamos precios y mercado eso va a jalonar a que le apostemos al país y al fríjol. Producir comida sigue siendo buen negocio, que cada vez muestra que es necesario y que es un mercado en crecimiento porque hay quien consuma y mayor capacidad de compra, como también la posibilidad de tener asegurados los mercados en el país. Consideramos que vamos a seguir creciendo en maíz y en fríjol.

 

¿Qué limitantes creen que existen?

Hay una limitante y es el agua. En zonas como el Huila se debe mirar si hay disponibilidad de riego, que se pueda mojar por gravedad, que podamos atender los requerimientos hídricos del cultivo, es decir, 450 o 500 mililitros durante el ciclo de los tres meses, pues el maíz necesita tres meses con disponibilidad de agua para poder trabajar metabólicamente bien hasta su madurez fisiológica. Ahí es donde a los noventa días adquiere su máximo peso y empieza a secar hasta que llega a la humedad de cosecha. Por eso nosotros consideramos que si las lluvias empiezan bien y se normalizan a mediados de marzo podemos lograr una cosecha entre marzo, abril y mayo, y de esta forma asegurarlas.

El llamado es a que no perdamos ningún aguacero, que estemos preparados para sembrar a tiempo y poder aprovechar esos tres meses que van a estar bastante limitados en cuanto a disponibilidad de agua. ¿Qué nos hace El Niño? Negar uno o dos aguaceros, que puede que el agua este mermada con lo que eran las lluvias anteriores. Si ahora ya termina El Niño viene la probabilidad de que llegue La Niña, entonces habrá un contraste de que después de una situación de altas temperaturas y déficit hídrico tendremos exceso de agua, eso hay que preverlo también, sobre todo en zonas arroceras porque hay que hacer caballoneo, sembrar para regar por surcos y para que se proteja si las condiciones cambian de alguna manera.

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Cargamanto, bolarroja y bolón, son los tipos de fríjol que se cultivan en Huila.