viernes, 12 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2015-04-06 10:07

Una tienda de café huilense que quiere ser insignia

Cuando el viento pasa por esta esquina de la ciudad de Neiva no solo acaricia a los transeúntes sino que despierta el aroma a café y ve a quienes se han sentado a tomarlo. Soca es la marca que llega a su cuarta tienda. DIARIO DEL HUILA abre una serie periodística que recorre aquellos espacios donde se sirve café especial huilense y se construye una cultura de consumo en el mayor departamento productor de Colombia.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | abril 06 de 2015

¡Felicitaciones! -le dice eufóricamente una señora a Albert Valencia. Lo hace al pasar por la esquina de la carrera sexta con calle séptima de Neiva y verlo sentado alrededor de una mesa blanca. Allí, encima de la cabeza del administrador de empresas, un letrero se erige: "Soca, el café especial del Huila". Albert está en su nueva tienda de café, la cuarta de su marca en la capital del departamento del Huila.  

Hace un mes fue la apertura oficial. Un barista nacional hizo un show especial. Han pasado casi diez años desde que abrieron la primera tienda, en la inauguración del San Pedro Plaza Comercial. Él recuerda que en aquel 2005 muchos se molestaban cuando un café era cobrado a $1400 y que le llegaron a decir ladrón. Fue en ese año en el que nació la idea, la tienda y la marca.

Con la apertura de un nuevo rincón aromático y de sabores, en el lugar que siempre había querido, Albert Valencia dice que han ido creciendo despacio. Soca, la marca de café especial que ha construido con su familia, es para él una oportunidad para hacer sentir orgullosos a los huilenses.

¿Cómo fueron los inicios de Soca?

- Empezamos con una imagen diferente, con la intención de darle un valor agregado al café. Yo pertenezco a la segunda generación de una familia que toda la vida ha estado en el negocio del café pero no en la producción sino en la comercialización. Nuestro negocio principal es la exportación del café verde.

Cuenta Albert que querían- él y su familia- llegar al consumidor final. Resalta el emprendimiento de sus padres y que de ellos aprendió la necesidad de ir creciendo en la cadena productiva. Su madre asumió "las riendas" de la tienda y pasaron cuatro años para que se abriera una segunda sede en el Pasaje Camacho, en el centro de Neiva. Sin embargo, él admite que no obtuvieron los resultados que esperaban en ese sitio.

Un mercado que se transforma

Después de sufrir altercados por precios, ahora sus clientes han aprendido a valorar el café. "La llegada de tiendas como Juan Valdez y Oma nos han ayudado a que entiendan un poco más lo que significa pagar por un buen café, porque estamos ofreciendo uno de altísima calidad", resalta. Un entorno que también cambia gracias al posicionamiento del Huila como cuna de cafés especiales y como el departamento con mayor producción a nivel nacional.

Y así como se transformó el panorama, Soca modificó su imagen, el diseño de sus tiendas y ubicó una tercera en el aeropuerto Benito Salas de la capital huilense. En ese momento Albert ingresó oficialmente a trabajar con la marca junto con su hermana Claudia. Era el año 2013. "Hemos trabajado más fuerte en el desarrollo de Soca, en el posicionamiento del café y en las capacitaciones para mejorar cada vez más nuestro producto".

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La cuarta tienda llegó entonces cumpliendo un sueño de Albert respecto a la esquina donde se ubica. “Si hay un sitio para poner un café, es este”, se decía cuando pasaba por el edificio de la Caja Agraria, como es conocido. Con esa convicción localizó al dueño del local comercial que estaba ocupado por una agencia de viajes y lo convenció de arrendárselo. “Él dice que le gustó la idea y que sabía que éramos una familia seria en los negocios”, relata.

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Albert se levanta de su silla para entrar a la tienda y sacar los nuevos productos que han creado para generar reconocimiento a lo típico del Huila. En vasos coloridos están la imagen del sanjuanero huilense y las de las estatuas de San Agustín. Además, el logo de Soca es la silueta de dos montañas sobrepuestas. "Es para representar el Nevado del Huila", explica. También han empacado las achiras de una manera especial.

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"Así como a Colombia nos reconocen con las tiendas Juan Valdez y Café Quindío es la marca de ese departamento, con Soca queremos que sea la marca de café especial del Huila. El objetivo es que todos los huilenses se sientan orgullosos por sus propias tiendas, que las sientan suyas, queremos crecer en esa dirección", afirma un joven de 32 años que cuando era niño jugó entre bultos de café y nunca pensó en hacer algo que no estuviera relacionado con el grano.

Albert Valencia se siente orgulloso de ser huilense y manifiesta su fe en el departamento, en las personas que lo habitan y en las oportunidades que brinda para crear empresa. El café que vende y que prepara lo compra- con su empresa familiar- a productores de los municipios de Pitalito, Santa María, Garzón, La Plata, Colombia y otros municipios.

Cada bebida que se sirve es resultado de la elección de los mejores sacos. El perfil de taza es dulce aroma, acidez pronunciada, cuerpo medio y notas florales. Albert dice que también es catador y está al tanto de todo el proceso. Prueba, elige, conjuga y finalmente ofrece un grano con unas propiedades específicas que quiere posicionar.

No le molestan nuevas tiendas de café porque considera que "hay espacio para todos". Para él es bueno que surjan nuevas marcas y así contribuir al aumento en el consumo per cápita. Su clave: hacer bien los procesos manejando altos estándares de calidad. El hombre que disfruta de un ice capuccino o un café preparado en prensa francesa (cafetera especial) se ha trazado la misión de convertir a Soca en el Juan Valdez del Huila.