Por El Niño, el IICA pide poner atención a la agricultura familiar
El IICA expresó que por este fenómeno climático serán afectados los rendimientos agrícolas y también se incrementarán la aparición y la propagación de plagas y enfermedades, tanto en la agricultura como en la ganadería.

El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) expresó que las estrategias integrales de gestión de riesgos deben reconocer que el campo, en especial la pequeña agricultura de subsistencia o en proceso de vinculación al mercado, es más sensible y tiene menos capacidad adaptativa.
La institución, a través del documento intitulado “El fenómeno de El Niño en la agricultura de las Américas”, indicó que esto se debe “sobre todo a su ubicación en tierras con mayor degradación y vulnerabilidad climática, así como al menor acceso a activos productivos y a instrumentos para la gestión de riesgos”.
Anotó que con el objetivo de fomentar la adopción de instrumentos de gestión de riesgos en la agricultura familiar, es indispensable, entre otros aspectos, adoptar innovaciones tecnológicas y de gestión para reducir los costos de transacción y administración de los programas de gestión de riesgos orientados a la agricultura familiar.
Además, “mejorar la disponibilidad y calidad de la información para realizar los análisis probabilísticos de riesgo, así como las capacidades para su entendimiento; y avanzar en el diseño, el monitoreo y la evaluación de los programas de apoyo a la gestión de riesgos del pequeño productor, de manera que faciliten su adopción y aceptación”.
Propagación de plagas
Por otra parte, además de afectar directamente los rendimientos, el fenómeno de El Niño podría incrementar la aparición y la propagación de plagas y enfermedades, tanto en la agricultura como en la ganadería.
“Las variaciones en las precipitaciones, la temperatura, el viento, la luz y el PH del suelo pueden promover el desarrollo de plagas y generar condiciones ideales para su establecimiento en nuevas áreas de cultivos. Algunas de las plagas que se incrementan como consecuencia del efecto de El Niño son: langosta voladora (Schistocerca piceifrons piceifrons), cochinilla rosada del hibisco (Maconellicoccus hirsutus Green), broca del café (Hypothenemus hampei), rata de campo Sigmodum hispidus), trips del melón (Trips palmi), mosca blanca (Bemisia tabaci) y el ácaro rojo de las palmáceas (Raoiella indica), entre otras”, expresó la entidad multilateral.
En el caso del sector pecuario, el estrés calórico y la reducción en el crecimiento de pastos forrajeros afectan la salud y el bienestar animal, reducen su capacidad productiva, producen una mayor incidencia de enfermedades bacterianas, parasitarias y virales y, además, amplían la distribución geográfica de los vectores.
Enfermedades animales e insectos
“Se ha evidenciado que el estrés calórico aumenta la propensión del animal a enfermedades producidas por bacterias como el ántrax o carbón bacteriano, el carbón sintomático o pierna negra, el edema maligno, la septicemia hemorrágica (pasteurelosis) y la rabia, entre otras. Además, el cambio en la temperatura ha aumentado las poblaciones de garrapatas, produciendo mayores tasas de infestación y causando enfermedades como la anaplasmosis, la babesiosis y piroplasmosis”, dijo el IICA en su publicación.
Otro de los posibles impactos de El Niño proviene del incremento en la temperatura del agua, lo cual reduce el tiempo de reproducción de algunas especies de insectos, como los mosquitos, lo que incrementa aceleradamente su población. Se ha observado que durante este fenómeno aumentaron en un 30% los casos de malaria en Venezuela y Colombia, y en 33 % la incidencia de leishmaniasis en Brasil.
El Instituto explicó que estos cambios en la incidencia de plagas y enfermedades de plantas y animales traen como consecuencia el establecimiento de escenarios epidemiológicos propicios para la emergencia y la reemergencia de enfermedades infecciosas, vectoriales, zoonóticas y transmitidas a través del agua y los alimentos, lo que pone en peligro la inocuidad alimentaria y la salud pública de América Latina y el Caribe (ALC).
Impacto en la producción de alimentos
De acuerdo con el IICA, además de los efectos que pueda sufrir la producción agrícola de ALC, El Niño tendrá impactos significativos en otros países fuera de la zona, los cuales son grandes productores agrícolas a nivel mundial.
“Posiblemente los mayores efectos se manifiesten en los principales exportadores mundiales de arroz localizados en el Sudeste de Asia (Tailandia, Vietnam e India), donde se prevé una reducción en las lluvias y una consecuente caída en los rendimientos. Además de lo que pueda ocurrir con la producción mundial de arroz, el incremento en las temperaturas en Europa, Canadá, Australia y ciertas regiones de la India y China podría reducir la producción de trigo, soja, aceite de palma y maíz, generando presiones al alza en sus precios”, reveló.
Sostuvo que en términos generales, los fenómenos de El Niño de años anteriores han generado condiciones climatológicas adversas que han reducido la producción mundial de commodities agrícolas, lo que ha incrementado sus precios internacionales.
“Según Putnam (2015), de acuerdo con la información recolectada para los 19 episodios de ENOS desde 1960, los fenómenos de El Niño han generado un aumento en los precios de los contratos a futuro (a un año plazo) para los diez commodities estudiados. Los incrementos han variado desde el 23,7 % para los contratos a un año de soja hasta el 5,1 % para el ganado en pie. Por el contrario, las condiciones prevalecientes para La Niña han generado aumentos en los niveles de producción que han presionado los precios a la baja. Sin embargo, los niveles de reacción de los mercados internacionales han ido en disminución en los últimos eventos”, añadió.
Mayor inflación
Aunque algunos argumentan que los ligeros incrementos recientes en los precios de los futuros de los commodities agrícolas se deben a las preocupaciones por El Niño, lo cierto es que hasta el momento los mercados no han reaccionado abruptamente. El comportamiento final de los precios dependerá tanto de las condiciones climatológicas que se desarrollen durante el transcurso del año —que se traducirán en potenciales reducciones en las exportaciones de cereales y oleaginosas de los principales productores— como de las proyecciones de demanda y de los niveles de stocks de periodos anteriores.
“Además, tendrán gran importancia las medidas de mitigación que puedan implementar los países. Debido a que los efectos en las actividades productivas puedan tener un impacto rezagado en los mercados, algunos análisis consideran que los principales impactos inflacionarios se sentirán hasta el 2016”, aseveró.
Por último, el IICA advirtió que ante un incremento en los precios mundiales de los alimentos, los países de América Latina y el Caribe más vulnerables serán aquellos que además de tener un alto porcentaje de su población en pobreza o subnutrición, tienen una alta dependencia a las importaciones para satisfacer su oferta doméstica de alimentos.