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Economía/ Creado el: 2014-10-20 11:18

Mujeres cafeteras frente al mundo

Noralba Samboní tiene 35 años y viajará por segunda vez a Estados Unidos. Ella es una cara femenina del café huilense para Colombia y el mundo.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 20 de 2014

Noralba Samboní tiene tres hijos y dejó de ser quien preparara y llevara la comida a los trabajadores del cafetal para viajar al extranjero a hablar de café especial. Estuvo en Seatle, Estados Unidos en abril de 2014 en la feria SCAA (Sociedad de Cafés Especiales de América en su traducción al español) y a finales de octubre viajará de nuevo al norte del continente a compartir el emprendimiento de la caficultura de Pitalito, Huila.

Ella y cerca de 350 personas más rompieron el paradigma de la mujer campesina que permanece en la cocina y espera a su esposo para atenderlo. Ahora salieron de ese lugar para encontrarse con sus iguales y planear mejores futuros en los que ellas son tan protagonistas como los hombres. Hacen parte de Mujeres chapoleras, un programa que incentiva el trabajo femenino en el principal renglón de la economía huilense: el café.

 

Trabajo en equipo... de mujeres y hombres

Noralba Samboní es la representante legal de la Asociación surhuilense de café especial -Ashulcafé- ubicada en el Valle de Laboyos, exactamente en la vereda El Macal. También es bachiller, madre de tres hijos y esposa de un caficultor. Sin embargo, la labor con los descendientes y los alimentos cambió hace siete años cuando empezó la labor gremial conformada por ambos sexos.

En ese trabajo nació el convenio 190 de Mujeres chapoleras entre el Comité Departamental de Cafeteros del Huila y la Gobernación del Huila. Noralba es una de ellas. La chapola es la semilla germinada y este colectivo de aproximadamente 350 campesinas vendió un millón para la reconversión de cafetales en Pitalito -en la primera fase- y la misma cantidad en una segunda.

De esa manera buscan generar -en compañía de jóvenes pasantes del Sena- que los productores de este municipio cambien la variedad Caturra por Castillo debido a su capacidad de resistir a la roya. Cada plantita la venden en 25 pesos y se acabaron por la alta demanda. Además, el grupo está a cargo de todo el proceso que inicia con el grano de café en la arena hasta la transformación que se representa en las diversas bebidas que también aprendieron a preparar.

En sus casas sirven tintos provenientes de las tierras que cultivan y cada vez con más frecuencia otras preparaciones. Reciben capacitaciones y se turnan los trabajos en los germinadores para asistir cada martes a producir las chapolas. El proyecto cumple con su función de integrar a la población femenina al cultivo del café.

 

Noralba irá por segunda vez a Estados Unidos

Noralba, líder del café especial, también representa legalmente a Ashulcafé para la comercialización del mismo, el producto transformado que pretender llevar a varias plataformas comerciales en Colombia. Los paquetes de 500 y 250 gramos se visten de trajes negros con válvulas que dejan salir el suave aroma.

Han avanzado en obtener los registros sanitarios y sellos certificados y de esa manera Noralba se ha ganado lugares en importantes ferias nacionales e internacionales. Fue a Seatle, Estados Unidos, para asistir a la feria SCAA (Sociedad de Cafés Especiales de América) en abril de 2014 y posa sonriente en las fotografías que evidencian esa participación en ámbitos internacionales.

"Uno cree que lo máximo que va a salir es a Bogotá y gracias al trabajo realizado desde el 2007 como asociación y la marca propia fui a la feria. Allá uno se da cuenta que no todo el mundo hace esta labor y se llena de orgullo. Pasar fronteras es motivador", expresa la mujer de 35 años que nació y creció en el campo.

Ahora volverá a salir de Colombia a compartir la experiencia asociativa y exhibir el café de calidad que producen. Será la Feria de las Américas, en Washington, el escenario para poner en alto el nombre de la caficultura laboyana, huilense y colombiana. Entre el 30 de octubre y al 5 de noviembre le hablará a extranjeros con la pasión que la envuelve al estar en una actividad que la hace sentir más útil dentro de la empresa familiar y superar el rol de esposa-madre.  

"Una oportunidad para integrarnos"

42 años de vida tiene Mercedes Gutiérrez, una mujer chapolera de la vereda La Palma del municipio de Pitalito. Hacer parte del proyecto es para ella una oportunidad para integrarse. "Es muy bueno, nos integramos, recochamos y aprendemos juntas. Antes uno vivía encerrado en la casa".

Su esposo supo de Ashulcafé y se interesó, de esa manera entraron a la colectividad. Luego ella se integró al proceso de las chapolas y los martes, dependiendo del turno que corresponda, debe ir a la finca eje a laborar en el germinador, lavar la raíz de las pequeñas plantas, envolverlas, embolsar los almácigos, entre otras funciones.

La cultura del café se afianza en el consumo y ya en su casa no beben del que venden en las tiendas tradicionales. "Ahora tenemos del nuestro en el hogar y hay hasta para vender", afirma.