Mate, carne y sol en la feria brasileña Expointer
La feria agropecuaria Expointer que terminó ayer en Esteios, municipio del estado de Rio Grande do Sul, es una mezcla de tradición e innovación desde la ruralidad de Brasil y América Latina. DIARIO DEL HUILA estuvo allí como invitado especial.

Contrario a los pronósticos, el sol escapó de las nubes para abrir las puertas a los asistentes de Expointer, la feria agropecuaria más importante de Latinoamérica, que se realiza en Esteios, una municipalidad cercana a Porto Alegre, en el sur de Brasil. La versión número 38 terminó ayer y DIARIO DEL HUILA estuvo allí. La cultura gaucha es protagonista en cada espacio, con el sombrero de ala plana, las botas, la pañoleta rodeando el cuello, el mate.
Una de las entradas es de las máquinas para el campo y allí los colores y las marcas, los motores. También está el rojo que denominan en tractor del año de la casa Massey Ferguson y por allí, de vez en cuando, los caballos que se pasean por los pasillos de asfalto. El sol está en todo su esplendor pero no hace calor del todo, el viento es frío, en el pabellón de ganado lechero las ubres de las vacas están a reventar.
Los gauchos, propios de esta región sur de Brasil -también de Argentina y Uruguay-, cargan sus termos, sus cuias (recipiente para preparar el mate) y bombillas para cebar la yerba e ir tomando mientras recorren la feria o atienden el stand. En un círculo de prado uno de ellos orientaba a un perro pastor que orienta el sentido por donde corre un rebaño. Y como protagonistas, tienen su propio pabellón en el que exponen sus artículos fabricados en cuero. Claro, su tradición y su imagen son de vaqueros.
La gastronomía típica también tiene su lugar y es en la Feria de la Agricultura Familiar. Una exhibición de sabores con panes de diferentes formas, jugos, maní con miel, leche condensada o tostado, vinos, quesos, conservas. Para disfrutarlos, los visitantes tienen un rincón en el que se sientan en largas mesas. Las familias disfrutan de los platos que se sirven mientras el sol afuera hace brillar el hierro de la estatua de un chalán sin rostro encima de su caballo.