Gremios del agro le responden a la Contraloría
Los ganaderos, cafeteros y cacaoteros respondieron al informe de la Contraloría sobre la parafiscalidad en el sector agropecuario.
El ente de control criticó la baja capacidad financiera de los gremios, el gran volumen de necesidades de los productores que provoca dispersión de recursos y los frágiles esquemas de gobernabilidad y rendición de cuentas que ponen en riesgo el adecuado funcionamiento de los fondos.
Varios gremios de la producción agrícola y pecuaria le han respondido a la Contraloría General de la República (CGR), luego que la entidad hiciera público un texto intitulado “Parafiscalidad en el Sector Agropecuario” en donde se cuestiona el crecimiento de los gastos de estos fondos relacionados con inversiones no aplicables a las definidas en la ley e identificadas como otras inversiones.
Según la publicación del ente de control, entre 2008 y 2012 los quince fondos parafiscales de fomento del sector agropecuario existentes en Colombia administraron más de $10 billones de pesos, con un promedio anual equivalente a $2,04 millones.
Sin embargo, sólo el Fondo Nacional del Café fue el responsable del 91% de la administración del total de los recursos de los fondos del sector agropecuario ($9,18 billones de pesos).
En ese mismo periodo, el Fondo Nacional del Ganado, con un promedio anual de $92.000 millones, fue el mayor administrador de recursos parafiscales; lo siguen el de palma, con $27.000 millones; el de la porcicultura, con $16.000 millones; y el Fondo Nacional del Arroz con $13.000 millones.
El lanzamiento del libro fue el miércoles de la semana anterior, pero ya desde hacía varias semanas la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) había estado dando informes de las inversiones y los principales logros de la administración del Fondo Nacional del Ganado.
Ataques periódicos
En la más reciente columna de opinión que el presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, hizo llegar a DIARIO DEL HUILA indicó que la parafiscalidad agropecuaria también ha recibido ataques periódicos desde diferentes frentes: los gurús que defienden teorías económicas en boga sin conocer la realidad rural más allá de sus fincas de recreo; los competidores internacionales que intentaron exigir su eliminación en las negociaciones de los TLC; e incluso los gobiernos en respuesta a presiones de sectores interesados, ya sea en la eliminación de las contribuciones o en hacerse a su administración.
“Un exministro de Agricultura llegó a proponer, hace varios años, echar a una sola olla todos los renglones de la producción y hacer un solo fondo agropecuario –literalmente un sancocho–, imposible de administrar y de controlar”, agregó.
El dirigente gremial recordó que otro exministro más reciente decidió usar la parafiscalidad para retaliar contra quienes osaban asumir posiciones legítimas pero apartadas de las del Gobierno, lo cual derivó en una verdadera persecución contra Fedegán principalmente, como entidad administradora del Fondo Nacional del Ganado, persecución que hacía parte también de un singular desprecio por la institucionalidad gremial, para dar protagonismo a movimientos más “populares” que apoyaran las negociaciones de La Habana, aunque terminaron mordiéndole la mano a su protector y protagonizando los paros agrarios más violentos y perjudiciales de los últimos tiempos.
Incendio amenazante
Lafaurie Rivera dijo en su columna de opinión que se prendió una chispa que hoy es incendio amenazante para la parafiscalidad agropecuaria y la institucionalidad gremial. El Ministerio de Agricultura del primer gobierno Santos llegó a contratar una auditoría externa millonaria – ¡mil millones del erario público! – contra el Fondo del Ganado y otros dos fondos, contratación que no solo desestimó la función fiscalizadora de la Contraloría General de la República, sino que fue cuestionada por este órgano de control del Estado.
“No obstante, la Contraloría misma, contagiada del mismo mal, lanzó un libro sobre el tema que deja muchas dudas en cuanto a su objetividad, no solo por sus imprecisiones, el sesgo en sus conceptos y el manejo de percepciones anónimas, sino por el bochornoso espectáculo que propició en el acto académico de su lanzamiento, en el que Fedegán, uno de sus invitados, fue objeto de un ataque absurdo y calumnioso por parte de uno de esos actores espurios que alimentó el exministro Restrepo para deslegitimar la institucionalidad gremial, sin que la entidad anfitriona hiciera algo por preservar su obligada neutralidad”, denunció.
Anotó que a la parafiscalidad agropecuaria la defienden sus resultados. “Es hora de que los funcionarios públicos entiendan que se deben a la Ley y no a subalternos intereses, utilizando sus cargos y las instituciones del Estado para retaliar contra quienes opinan diferente, así se lleven por delante un instrumento tan valioso como la parafiscalidad. Mientras este país sea un Estado de derecho, defenderemos nuestras instituciones”.
El presidente ejecutivo de Fedegán explicó que la parafiscalidad es un instrumento de política pública que el país poco conoce, aunque está detrás de logros como la promoción internacional del café colombiano a través de la marca Juan Valdez, la certificación internacional del país como libre de fiebre aftosa, definitiva para la ganadería, el crecimiento del consumo nacional de carne porcina y de pollo, la investigación para el desarrollo del cultivo de palma africana y un sinnúmero de resultados en otros renglones, que nunca se habrían logrado con los recursos siempre escasos del presupuesto nacional para el sector agropecuario.
Responden los cafeteros
El siguiente en responder fue el zar del café, Luis Genaro Muñoz Ortega, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros. En su carta semanal del sábado anterior expresó que el gremio estudiará con rigor este documento para con sus luces, continuar mejorando la administración y ejecución de nuestros recursos en la búsqueda de un mejor bienestar para las familias cafeteras y en general para acelerar el adecuado desarrollo rural que tanto necesita Colombia.
“Es importante destacar que la CGR presenta un cuadro con su ‘Concepto sobre gestión y estados contables de los Fondos Parafiscales 2008-2012’ periodo en el cual califica al Fondo Nacional del Café (FoNC) en el 2008 con ‘Concepto de gestión con observaciones y opinión contable con salvedades’ y en los años 2009, 2010, 2011 y 2012 el ‘Concepto de la gestión es Favorable y la opinión contable Sin Salvedades’”, agregó.
Según la opinión del zar del café, el manejo transparente del Fondo Nacional del Café, basado en principios de eficiencia y eficacia, se traduce en que hemos logrado multiplicar los aportes de los productores con el resultado de las diversas actividades del FNC, el aporte desde el patrimonio privado de la Federación y diversas alianzas público privadas tanto de orden nacional como internacional.
Destacó que este trabajo “ha generado recursos que se invierten en programas a favor de todos los cafeteros de Colombia, estén o no agremiados, al tiempo que se fortalece la inmensa cadena cafetera y se crea un círculo virtuoso donde lo recaudado se multiplica y reinvierte en el sector, generando un proceso continuo que da como resultado un constante progreso, que ha beneficiado a más de 560.000 familias cafeteras, a millones de personas que dependen directa o indirectamente de la actividad y a todas las gentes que viven en la zona cafetera que comprende más de la mitad de los municipios del país. De nuevo aquí, debo resaltar la trascendencia social y económica que tiene el café para la paz y el desarrollo rural de Colombia”.
El documento de la CGR hace en 159 páginas un análisis del funcionamiento actual de los fondos parafiscales de fomento, que irrigan de recursos al sector agropecuario.
Además de abordar los aspectos jurídicos, administrativos y financieros de los fondos, el estudio observa también lo concerniente a la participación y el acceso de los productores a los órganos de decisión, en los gremios que administran estos recursos públicos.
En las conclusiones, el informe de la Contraloría General de la República, considera preocupante el crecimiento de los gastos de estos fondos relacionados con inversiones no aplicables a las definidas en la ley e identificadas como otras inversiones.
Y en las recomendaciones del libro, la CGR considera que el Ministerio de Agricultura deberá establecer, por decreto, las características con que deben contar las entidades administradoras de los fondos parafiscales de fomento, para que se constituyan en entidades representativas y democráticas.
Los cacaoteros hicieron sus precisiones
La Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao) hizo también algunas precisiones al informe de la Contraloría sobre fondos parafiscales. “En primer lugar se dice que los fondos (excepto el del café) administraron un billón de pesos en el periodo, con un promedio anual de 188.000 millones de pesos”.
En el caso concreto del cacao lo máximo que se ha llegado a manejar en un año son $6700 millones que fue en el 2010, aunque el promedio es de $5500 millones aproximadamente.
Es así como en 2008 fueron $5062 millones; en 2009, $5078 millones; 2010, $6702 millones; 2011, $6076 millones; 2012, $4998 millones; y 2013, $5820 millones.
“Tal como lo señala el informe del organismo de control, los recursos de los Fondos dependen de los precios y la producción y en el caso del cacao cabe recordar que en 2012 se tuvo uno de los niveles de precios más bajos donde se llegó a pagar incluso por debajo de $3000 el kilo (vale tener presente que hoy está alrededor de $5000)”, dijo el gremio cacaotero.
También se dice que entre los fondos más quedados está el del cacao, que tuvo una reducción de ingresos del 30 por ciento en el periodo analizado lo cual tampoco corresponde a la realidad ya que pese a los altibajos la máxima caída ha sido del 17%.
Fedecacao coincide con lo expresado por el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, en el sentido de que “para que estos fondos se conviertan en clave del desarrollo del agro, sus recursos deben focalizarse en asistencia técnica e investigación”.