Ganaderos y cafeteros alarmados por fenómeno de El Niño
La renovación de más de 3000 millones de árboles, en su gran mayoría con variedades resistentes, ha contribuido a tener una caficultura mejor adaptada a la variabilidad climática.

Por su parte el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie afirmó que “urge que el Gobierno tome medidas para congelar, por lo menos durante un año, el pago de créditos a los productores, como ocurrió con ocasión del fenómeno de La Niña”.
Los cafeteros de Colombia están en alerta ante la llegada inminente del fenómeno climatológico de El Niño, evento que se caracteriza por el aumento de la temperatura y la reducción en las precipitaciones.
Según el Ideam, la máxima manifestación de este fenómeno atmosférico se presentaría entre diciembre de 2014 y febrero de 2015.
La Federación Nacional de Cafeteros informó que si bien más del 63% de los cafetales de Colombia están sembrados en variedades con adaptación regional resistentes a enfermedades asociadas a la variabilidad climática, los productores se mantienen atentos para evitar que el daño de los cafetales sea mayor, sobre todo en aquellas zonas del país donde se espera recoger la cosecha principal durante primer semestre del 2015 (Valle del Cauca, sur del Tolima, norte del Huila, Cauca, Nariño), en donde se presentaría un periodo seco de diciembre a marzo, el cual no es normal y afectaría el llenado del fruto y ocasionaría menor peso y pérdida de calidad.
De otro lado, el período seco actual está dentro de los patrones mensuales de distribución de lluvia de la zona cafetera, y los cafetales que responden por la cosecha principal del 2014 (zona norte del país y zona centro) recibieron en época de floraciones (marzo-abril) la cantidad de agua necesaria para el desarrollo normal del fruto.
Amplia renovación
El gremio ha venido haciendo un monitoreo detallado el cual combina información de la red climática cafetera, los balances de agua y las observaciones de campo realizadas por el Servicio de Extensión en la zona cafetera, que comprende desde la Sierra Nevada de Santa Marta hasta Nariño y desde el pie de monte llanero hasta la Cordillera Oriental, con el fin identificar las zonas que puedan tener más afectación y así diseñar un plan de recomendaciones y acciones a seguir para mitigar el efecto del fenómeno climático.
Actualmente, la Sierra Nevada está presentando un período seco más prolongado de lo normal para esta época del año, el cual no podría ser explicado por El Niño, debido a que el evento esperado para el segundo semestre de 2014 y aún no se ha formado.
Cabe recordar que entre comienzos de 2009 y junio de 2014 Colombia renovó 3051 millones de árboles de café, una transformación productiva sin precedentes en un cultivo de tardío rendimiento que permite incrementar la productividad, luchar contra el hongo de la roya y contar con una caficultura mejor preparada para la variabilidad climática que afecta actualmente a la agricultura en Colombia y el mundo.
Niveles de broca pueden aumentar
La Federación explicó que las altas temperaturas como las que se dan durante El Niño pueden contribuir a la multiplicación del insecto de la broca del café, el cual penetra el grano hasta destruirlo.
Igualmente hizo un llamado a todos los productores para que revisen periódicamente los cafetales y hagan una evaluación de la incidencia de la broca y que con base en los niveles de daño, el caficultor, en compañía del Servicio de Extensión, programe el manejo integrado para el control del insecto.
Lo anterior se complementa con los cuatro monitoreos que sobre la broca del café hace la Federación Nacional de Cafeteros cada año en cerca de dos mil fincas en todo el país, para establecer alertas tempranas en el manejo del insecto.
Otra recomendación para los cafeteros es una adecuada fertilización, práctica que debe hacerse si hay presencia de humedad en el suelo. Dependiendo de cada región cafetera, en caso de presentarse el fenómeno de El Niño será necesario procurar que las plantas absorban la mayor cantidad de nutrientes antes de que se inicie un período crítico de sequía, con el fin de soportar las condiciones que se aproximan.
Generalmente los períodos más secos ocurren de enero a marzo y de junio a septiembre, por lo tanto se debe evitar hacer fertilizaciones cercanas a estas fechas y hacerlas en marzo-abril y en septiembre-octubre.
Ganaderos piden prórrogas para pago de créditos
Por otra parte, el presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, hizo un nuevo llamado al Gobierno Nacional para adoptar medidas urgentes orientadas a mitigar los efectos del fenómeno de El Niño, que sin llegar aún a su período crítico, ya ha generado más de 6 meses de sequía en algunas zonas del país.
“Este fenómeno de El Niño, que todavía no ha entrado del todo, y el cual se expresará con mucha más profundidad el próximo trimestre y el primero del próximo año, traerá pérdidas mayores que las de fenómenos climáticos anteriores”, dijo.
Para El Niño de 2009-2010, las pérdidas fueron de 1,2 billones de pesos, mientras que en el fenómeno de La Niña que afectó al país entre octubre de 2010 y marzo de 2011, las pérdidas llegaron a 1,1 billones de pesos. Si se tiene en cuenta que el fenómeno actual está apenas comenzando, ya se estiman pérdidas para el sector ganadero que se reflejan en pérdida de peso de los animales: $53.000 millones; disminución en producción de leche: $38.000millones; pérdida de fertilidad en vacas: $119.000 millones y afectación de suelos y pastos: $64.000 millones de pesos.
Semejante volumen de pérdida en tan corto tiempo disminuye la capacidad de los productores para atender las obligaciones derivadas de la compra de suplementos alimenticios y otros insumos, pero sobre todo de atender los créditos vigentes. Para Fedegán es importante que el Gobierno otorgue periodos de gracia para el pago de obligaciones, congele y normalice los créditos a partir del año 2015 o 2016, de acuerdo con la gravedad del fenómeno climático y hasta que la economía ganadera se estabilice.
El dirigente gremial aclaró que las medidas no pueden ser solo de corto plazo, sino que “el país debe hacer un enorme esfuerzo de largo plazo en recuperación de cuencas y manejo ambiental, y en soluciones más permanentes como la perforación de pozos profundos y la generación de una infraestructura de riego que sea capaz de contrarrestar estos fenómenos que cada vez serán más frecuentes”.