Fondo Ganadero del Huila, una mina de oro
Desde mayo de 2013 se firmó un contrato en la Hacienda La Pradera, propiedad del Fondo Ganadero del Huila, con la firma Minerales del Alto Magdalena para extraer oro. La revisoría fiscal solicitó a la Contraloría General de la República, Gerencia Departamental Huila, una auditoría especial debido a la falta de claridad en la ejecución y control de la explotación.

El viernes pasado se llevó a cabo una de las convocatorias de la asamblea del Fondo Ganadero del Huila (FGH). Como es tradicional en este primer llamado no hubo quórum y próximamente saldrá el anuncio que indicará una nueva fecha, esta vez para abril. En apariencia hay buena noticias: el resultado del ejercicio 2013 fue de $21’939.000, mayor que en 2012.
Parte de las ganancias de la empresa fueron por un contrato suscrito entre la sociedad Minerales del Alto Magdalena (Minalmag Ltda.) y la gerencia del Fondo en donde a éste último le corresponde el 16% de la producción mensual.
Este compromiso contractual empezó el 14 de mayo del año pasado “para la operación y explotación minera de oro en la Hacienda La Pradera”. La participación recibida durante la vigencia 2013 ascendió a la suma de $192 millones, correspondiente al 16% de la producción de cada mes.
Así las cosas, el FGH pone la hacienda y el sitio en donde se puede encontrar oro y el operador pone las máquinas, los empleados y se lleva a su bolsillo el 84 por ciento de la explotación. Además, vale la pena preguntar, ¿quién hace auditoría a la explotación de tal manera que los registros diarios, semanales o mensuales correspondan a la realidad?
En mayo la empresa ganadera recibió $12,8 millones, en junio subió a $23,1 millones, en julio alcanzó los $26 millones y en agosto sumó $37,5 millones. En septiembre estuvo suspendida la actividad por medida preventiva y el mantenimiento de la maquinaria, por esa razón no hubo ingresos; pero en octubre, noviembre y diciembre totalizaron más de 92 millones de pesos.
Auditoría especial
Con respecto a este contrato de explotación minera, el revisor fiscal del FGH, César Augusto Farfán Collazos, afirmó que “ante los antecedentes del mismo y la falta de claridad sobre su ejecución y control por parte de la administración, se solicitó en el mes de agosto de 2013 a la Contraloría General de la República Gerencia Departamental Huila, una auditoría especial. Se está a la espera de su evaluación y resultado”.
Por otra parte, de acuerdo con el Estado de variación en el capital de trabajo, que está en el informe de gestión de 2013, el activo corriente totalizó $6657,8 millones, los pasivos corrientes llegaron a 2367,8 millones, los activos no corrientes fueron $6822,6 millones y los pasivos no corrientes $670,6 millones.
En el mismo documento se indica que el resultado del ejercicio 2013 fue de $21’939.000 mientras que en 2012 llegó a $10’749.000, superior en $11’190.000 de un año al otro. Pero la mala noticia es que el Fondo Ganadero del Huila arrastra una pérdida desde 2003 superior a los 4400 millones de pesos. Es decir que en términos prácticos no tuvo ganancias en la vigencia anterior.
Baja rentabilidad
Esto queda corroborado en el informe del revisor fiscal quien en su dictamen explica que el resultado neto operacional de los centros de negocios que desarrolla el FGH fue realmente negativo con $499,5 millones que tienen que ver con la baja rentabilidad en la comercialización de ganado en pie y el alto costo de la administración de la hacienda (tiene tres La Pradera, Mi Terruño y la Porcelana, las dos últimas no le generan ingresos a la empresa).
Lo que salvó a la entidad de no tener más pérdidas no fueron los negocios de venta de ganado o leche o genética, sino otro tipo de transacciones que no tienen nada que ver con las actividades pecuarias (ingresos no operacionales). La más representativa fue la venta de la planta de sales, ubicada en el norte de Neiva, por $301 millones; la explotación de oro que se está llevando a cabo en la Hacienda La Pradera y que le ha generado $192 millones; y los dividendos por la participación accionaria que tiene en Ceagrodex del Huila y Vecol por $143 millones.
Pareciera que la suerte no acompaña a la empresa ya que cuando quisieron implementar otra unidad de negocios, la venta de carne en canal y despostada en Carnes La Pradera (avenida Tenerife), no tuvieron sino pérdidas. Este emprendimiento, que empezaron en 2012, les generó dificultades financieras que hoy todavía no están saldadas y que han ido a parar a las cuentas por cobrar. El año pasado analizando el comportamiento, la viabilidad y resultados, decidieron cerrarlo.
Imprudencia
El revisor fiscal del FGH más adelante en su informe alerta a los socios de la compañía porque en su opinión “el resultado del ejercicio [ganancias] está sobreestimado, por la no aplicación por parte de la administración de una de las normas o principios básicos de contabilidad establecidas en el Decreto 2649 de 1993, “Reglamento General de la Contabilidad” como lo es la prudencia”.
Es decir que hay “imprudencia” de la gerencia del Fondo Ganadero en el manejo de la contabilidad de la empresa y consiste en subestimar la provisión de cartera y por ende el gasto relacionado con esta provisión, “al calcular o aplicar para la cartera convencimiento muy superior a un (1) año y con poca o casi nula probabilidad de recuperabilidad, en su gran mayoría una provisión fiscal del 15% y en algunos casos del 20% y 50% cuando debería haberse reconocido la contingencia real de pérdida, es decir, el 100% del valor de la cartera, situación que genera una diferencia de aproximadamente $488 millones”.
Según el informe, la cartera de la sociedad asciende a $1457,8 millones al cierre de 2013. De esa cifra, $523 millones son deudas sanas; $113,5 es cartera entre 91 y 180 días; $38,9 millones va de 181 a 360 días; y $782,3 millones corresponden a deudas con el FGH mayores a un año.
La provisión que hizo la gerencia y el departamento de contabilidad fue de la siguiente manera: 0% para la cartera sana, 5% ($5’676.493) para la cartera entre 91 y 180 días; 10% ($3’889.420) para las deudas de 181 hasta 360 días; y 38% ($293’870.613) para las deudas más viejas con al Fondo Ganadero.
César Farfán también mencionó que “puede afectar en forma posterior los resultados de la empresa, el deterioro o pérdida en la venta del resto de bienes muebles y equipos desmontados del punto de venta de carnes [Carnes La Pradera], con un valor aproximado a los $80 millones”.
Vitrogén y menos ganado
El profesional de la contabilidad expresó que, con respecto al contrato con Vitrogén, a pesar de los diferentes acercamientos entre las partes, no se lograron conciliar las diferencias económicas. “Dependiendo del resultado de la liquidación o conciliación de dicho contrato pueden verse afectados los estados financieros del Fondo”.
Y añadió que “la Contraloría General de la República, Gerencia Departamental del Huila, abrió un proceso de responsabilidad fiscal contra los directivos que hicieron parte de dicha negociación. Según informe del abogado externo de la empresa, se presentó denuncia penal contra la sociedad Vitrogén ante la Fiscalía General de la Nación”.
Por último, César Farfán llamó la atención de la disminución continua del inventario ganadero. En 2013 sumó 4419 cabezas. En 2012 eran 6992 y en 2011 se acercaban a los 10.000 semovientes. Pero los días de gloria para el FGH fueron en 2001 y 2002 en donde totalizaron, 56.702 y 54.055 cabezas, respectivamente, diseminadas por todo el país. Hoy todo esto es historia.