En el Huila se está investigando el cultivo de café del futuro
Héctor Falla Puentes, director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Huila, reveló que en la Concentración Jorge Villamil, ubicada en el municipio de Gigante, y en San Agustín fueron sembradas plántulas de nuevas progenies que son mejores que la variedad Castillo. Hasta ahora han mostrado condiciones favorables en producción, en tamaño de grano y en resistencia a ciertas enfermedades como la broca, la roya y la mancha de hierro.

En el Huila los indicadores cafeteros de 2013 fueron positivos en todo, menos en el precio, ¿cuáles son los derroteros para este año?
Como usted lo menciona el año 2013 fue una vigencia en donde todos los indicadores, excepto el precio, nos reflejaron una actividad creciente, con optimismo y que refleja futuro.
Los temas de renovación siguen su ritmo normal, quizás hubiesen sido mejores, pero fueron normales frente a los estándares previstos. Las nuevas siembras siguen dándose en el departamento, la tecnificación de la caficultura sigue adecuándose en los estándares más altos a nivel nacional.
¿Cómo está el parque cafetero en materia de renovación?
El nivel de café en producción, entre dos y siete años, sigue siendo óptima dentro del departamento para asegurar una producción adecuada y mantener ese reto que tenemos de seguir siendo los productores; entre cero y dos años sigue habiendo un optimismo creciente de que no vamos a disminuir el área productiva. Nuestras áreas de café envejecido están por debajo del 9% lo que nos ubica en unos niveles extraordinarios de tecnificación y vemos una productividad en el mediano y largo plazo bastante sostenible.
La sostenibilidad de la caficultura, si seguimos con este mismo ritmo, está asegurada y lo que necesitaríamos es condiciones óptimas de clima y de precio para asegurar la sostenibilidad ambiental y económica de nuestros caficultores.
La tarea que debemos continuar es de algunos ajustes, seguramente, para garantizar una respuesta adecuada a nuestra nueva realidad de la caficultura.
¿Qué hacer para que esta actividad sea más sostenible?
Esta es una actividad cambiante que debemos monitoreas todos los días para ir adaptando las políticas y las estrategias para asegurar que esa producción no se va a ir al piso y que le debemos garantizar al caficultor y adecuando unas nuevas estrategias en medioambiente, beneficio, secado, almacenamiento y trillado de café que asegure mantener nuestro principal activo que, a parte de la producción, es la calidad del grano.
En esa calidad no podemos bajar la guardia, no podemos escatimar ni recursos humanos, ni económicos para seguir garantizando que la caficultura huilense siga siendo líder en este tema. Seguramente se tendrán que adecuar a nivel comercial, no tanto la Federación sino los actores activos de la comercialización de café que en un 75 u 80 por ciento son particulares que deben estar expectantes y buscando estrategias que le aseguren un adecuado reconocimiento del precio del café que debe llegar a la base que es el caficultor.
Se habla mucho del bajo precio del café, pero el Huila tiene excelentes ejemplos de caficultores que venden sus cargas de grano hasta por encima de los $2’000.000.
En el Huila tenemos casos exitosos y no de ocasión, sino permanentes de caficultores que hoy no tienen ninguna preocupación del precio, no les importa, no les interesa, porque han podido negociar a mediano y largo plazo su producción y lo que sí les preocupa es mantener unos cafetales óptimos, en distribución geográfica, en producción, en fertilización que le asegure cumplir con el compromiso que él adquirió con sus compradores o tostadores.
Usted se refería al monitoreo permanente de los cultivos, ¿qué están haciendo para lograr ese nivel de investigación y control en el departamento?
Indudablemente hay diversos programas que ya estamos implementando y casi que iniciando labores con diferentes actores. En este caso tenemos un aliado importante que es el Departamento del Huila, con unas cofinanciaciones de convenios que hemos firmado y otros ad portas de firmar con actores como el Sena y Cenicafé.
¿Cuáles son estos proyectos?
En la Concentración Jorge Villamil vamos a implementar yo diría que un modelo de beneficio de café para hacer las investigaciones a que haya lugar. Los ajustes que estas tecnologías nos den serán para facilitarle al caficultor no tomar riesgos, sino sobre bases reales y sobre resultados reales que tome la mejor decisión cuando él se defina a adecuar su infraestructura sin mayores costos, sino que sea la institución y los entes encargados de este tipo de actuaciones quienes asuman los riesgos y además la responsabilidad de dar resultados.
Aspiramos que en este primer semestre en la Concentración Jorge Villamil tengamos toda la cadena de beneficio del café de forma adecuada y líder en el departamento del Huila.
¿En materia de nuevas variedades también están trabajando?
También hemos hecho allí las siembras de las nuevas progenies que serán el tipo del café del futuro. Es una variedad mejor que la Castillo, nos estamos adelantando al anhelo de los huilenses del café regional y creo que vamos un poco más allá porque son progenies de futuro adaptadas al territorio y servirán de modelo a nivel nacional.
Estamos ad portas de firmar un convenio con el Departamento para hacer investigación con el apoyo de Cenicafé donde vamos a adaptar los estudios del grano a temas específicos del Huila, a sus condiciones geográficas, clima, estaciones para darle a las distintas zonas las recomendaciones adecuadas y no generalizadas, como se hace hoy. Esto para que a cada zona llegue la asistencia técnica adecuada que responda a las necesidades del norte, del sur y eso determinará las variedades de café, formas de fertilización y deficiencias nutricionales distintas para que lleguemos a lo que los agrónomos llaman fertilización de precisión.
¿Es decir que en el Huila se está investigando el café del futuro?
Cenicafé viene trabajando de forma silenciosa, seguramente, como lo hacen los científicos sobre los mejoramientos continuos de las nuevas variedades. Recuerde usted que de la Caturra se pasó a la variedad Colombia y de ésta a la Castillo. Hoy, dentro de todas esas selecciones que se hacen, van trabajando combinaciones de progenies para adaptarlas a ciertas regiones y sacando de cada una de ellas su mayor eficiencia.
En Cenicafé existen ya unas plántulas que han mostrado unas condiciones más favorables en producción, en tamaño de grano y en resistencia a ciertas enfermedades como la broca, la roya, la mancha de hierro, que hacen que respondan mejor a ciertas variantes de climas y se puedan adaptar también a ciertas circunstancias en forma más adecuada y respondan de mejor manera en producción y en resistencia a esas enfermedades.
¿Cómo ha sido el proceso de siembra y observación de las características de esta nueva variedad?
Lo que hemos hecho es traerlas y sembrarlas en el departamento. Aquí en la Concentración Jorge Villamil Ortega (Gigante) hay parte de ellas ya sembradas, lo mismo haremos con nuestra finca en San Agustín para que se adapten a dos medios diferentes. También buscaremos en el norte y occidente del Huila caficultores que nos permitan hacer esos ensayos científicos y ver los resultados.
¿En cuánto tiempo aspiran tener resultados?
Los resultados los aspiramos tener en tres o cuatro años para sacarlos al público o a nuestro cliente interno que es el caficultor y decirles que les estamos garantizando una nueva variedad, adaptada a nuestro clima, con mejores condiciones que le aseguren mejor producción y la sostenibilidad del negocio.
¿Será una variedad Castillo Huila?
Seguramente tendrá otro nombre, pero sería la variedad del futuro en el Huila en principio, adaptada a nuestras condiciones y seguramente también estarán realizando en otras partes del país.