lunes, 15 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2016-08-19 06:17

Empresarios implementarán proyecto de uva en zona de influencia de La Tatacoa

Marisol Parra Morera, directora ejecutiva de la Corporación Centro de Desarrollo Tecnológico de las Pasifloras de Colombia (Cepass), reveló que esta iniciativa, en su etapa madura tendrá 100 hectáreas de tres tipos de uva: la variedad Italia, sin semilla y Red Globe. La tecnología será chilena y peruana, tendrá parrones californianos (utilizados en EE. UU.) y la semilla será producida por la entidad. El cultivo estará ubicado en Tello, norte del Huila.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | agosto 19 de 2016

La alta ejecutiva se refirió al trabajo realizado con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) en los procesos de certificación de 120 predios en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en los municipios de La Argentina, Íquira, Palermo y Colombia. Las frutas que se trabajaron fueron pitahaya, granadilla, maracuyá, piña clavo rojo y mora. También desarrollarán un proyecto de 23 has de maracuyá con el sector privado. PRIMICIA.

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Marisol Parra Morera, directora ejecutiva de la Corporación Centro de Desarrollo Tecnológico de las Pasifloras de Colombia (Cepass).

 

FAUSTO MANRIQUE

Especial para Diario del Huila

Hace una década, uno de los expertos contratados para apoyar el trabajo de elaborar cartillas técnicas de las frutas priorizadas en la entonces Agenda Interna del Huila, le dijo a Marisol Parra Morera que el departamento tenía la mejor zona para el cultivo de uva en el país.

Así lo recuerda la directora ejecutiva de la Corporación Centro de Desarrollo Tecnológico de las Pasifloras de Colombia (Cepass), y añade que en esa misma época empezaron a tomar cursos especializados sobre fruticultura, “dentro de ese grupo estaba la uva”.

“Entonces contratamos expertos en cada una de las frutas y generamos cartillas. Eso fue lo primero que hicimos y en el pool de expertos había uno que tiene amplios conocimientos sobre el cultivo de uva”, dice.

 

El lugar ideal

Él recorrió todo el departamento y les expresó: “de todos los sitios donde se pueden plantar uvas, ustedes tienen en el Huila el mejor que es el desierto. Es un desierto con agua. De modo que aquí tenemos que plantar las uvas y serán uvas para exportar”.

Eso fue hace una década. Después, el experto Oswaldo Puerto Guerrero se fue para el Valle del Cauca y allá un gran empresario lo contrató para un proyecto de uvas sin semilla tipo exportación. Se trajo toda la tecnología de Perú, estuvieron en Chile y Brasil e implementaron los primeros cultivos con material importado.

De esta manera ellos pudieron plantar 12 hectáreas de distintas variedades de uva. Después de ocho años el inversionista ya tiene 100 hectáreas y ahora muchos empresarios de esa zona del país y cañicultores están cambiando la caña por la uva.

 

Grandes inversiones

Es un cultivo que requiere unas inversiones importantes, pero está garantizado el mercadeo y desde que se tenga la tecnología se está en condiciones de empezar y realizar un excelente trabajo.

Luego de estar en el Valle del Cauca, el ingeniero agrónomo Puerto Guerrero ahora se desempeña como consultor en otras compañías. “Tuve la oportunidad de tenerlo acompañándonos durante un año en el proceso de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Él fue quien nos orientó en los protocolos, vino y nos organizó todo el proceso tecnológico apoyado en lo que había conocido en los países que ha visitado”, sostiene Marisol Parra.

Mientras trabajaban en la implementación de las BPA en distintos municipios del Huila surgió la iniciativa de hacer realidad lo que hace 10 años le dijo: empezar un proyecto de cultivo de uva de excelente calidad para exportar.

 

Inversionistas de la región

Marisol Parra y Oswaldo Puerto invitaron a varios empresarios de la región, los motivaron e ilustraron sobre la iniciativa y los convencieron de invertir en este proyecto que será implementado en el municipio de Tello (norte del Huila). Luego hicieron una gira al Valle del Cauca, conocieron la experiencia de los empresarios de esa zona del país y en estos momentos ya se está fortaleciendo esa organización para dar inicio a la plantación de uvas.

Serán plantadas tres variedades: uno de los propósitos es rescatar la uva Italia, que es la que cultiva en Tello porque está en condiciones ya deterioradas y el material será rescatado; también sembrarán uva sin semilla y el genotipo Red Globe.

La directora ejecutiva del Cepass afirma que esa uva requiere un proceso tecnológico que la Corporación está acompañando y será el soporte tecnológico para tener el vivero especializado en ese material y así mismo generar las otras 100 hectáreas, porque la idea es que la entidad suministre la tecnología y el material de siembra de esos cultivos.

 

Proyecto que ya arrancó

El proyecto ya empezó porque los empresarios se unieron, pagaron un estudio de preinversión y en este momento todos están atentos a que el banco lo analice y apruebe. “Ya llevamos dos meses trabajando con ellos, pero yo llevo seis meses haciendo todo el proceso de búsqueda del terreno y ya hace dos meses se organizaron los inversionistas, están legalizando los estatutos para empezar a tramitar el crédito”, dijo Marisol Parra.

El establecimiento de una hectárea de uva puede costar entre $120 millones y $150 millones con tecnología de punta. En más o menos 25 hectáreas se llega a un punto de rentabilidad aproximada de 52% y el propósito es empezar poco a poco hasta llegar a las 100 hectáreas.

Reconoce que lo más costoso es la importación del material. “Entonces vamos a tratar de minimizar esos costos. Lo otro que cuesta son los ‘parrones’ que en este proyecto serán parrones californianos. Será una tecnología que en el Huila nunca se ha utilizado”.

 

Un desierto con lluvia

¿Por qué la zona de influencia del Desierto de La Tatacoa es la más adecuada para le implementación de este cultivo? Parra Morera asegura que es un desierto donde llueve, la pluviosidad es mayor que en cualquier otra zona similar en el mundo, la temperatura y el suelo del desierto es más suelto y se pueden manejar mejor los cultivos, las raíces.

“Estos ingenieros son muy cuidadosos en organizar las raíces de las plantas, ellos dicen que la planta se puede profundizar lo que diga el agrónomo, no es donde quiera la planta, sino que el experto es quien la debe conducir y para eso debe tener unas estructuras especiales y un manejo del suelo”, agrega.

Y afirma que la única limitante es, en principio, dónde tomar el agua porque hay que hacer pozos. Sin embargo, donde se va a establecer tienen agua suficiente para arrancar el proyecto.

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La semana pasada el ICA, representado por su gerente seccional Tito Alberto Suárez Caicedo, y Cepass con su directora ejecutiva, Marisol Parra, certificaron 22 predios en BPA en La Argentina (Huila).

 

120 predios certificados en BPA

La directora ejecutiva del Cepass, Marisol Parra, habló de los resultados que tuvieron en el proceso de implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en las fincas frutícolas del Huila. Habló del proyecto de uva en la zona de influencia de La Tatacoa y otra iniciativa en maracuyá.

 

¿Cuál es el resultado del trabajo que han venido realizando en materia de implementación de las BPA en las fincas frutícolas del departamento?

El trabajo en materia de certificación de las fincas va muy bien. Estamos muy contentos por los resultados que estamos teniendo con las certificaciones porque la Corporación Cepass hizo un trabajo durante un año, un proceso de asistencia técnica especializada para la implementación de las buenas prácticas agrícolas (BPA) y registro de predios de exportación con un equipo técnico de profesionales idóneos que acompañaron todo el proceso con los productores.

 

¿Cuántos productores fueron los beneficiados y cuántas fincas?

Fueron 200 los productores que atendimos y la meta era certificar 120 predios. Esos predios tenían una inversión aparte de una infraestructura productiva donde se les construyó una bodega de acopio, una bodega de insumos y se les dotó de todos los elementos necesarios que deben llevar esas infraestructuras para poder ellos obtener el registro y que cuando hicieran las auditorías del ICA cumplieran con todos los requisitos y de esta manera se pudiera generar el certificado.

 

¿Ha sido fácil cambiarles el “chip” a los fruticultores en esta materia?

Ha sido un trabajo muy importante, muy duro. Esto no es fácil porque los productores no tienen la cultura de hacer los registros, el monitoreo de las plagas, el agrónomo los apoya pero no puede estar todos los días y cuando llegan las visitas a los campesinos se les ha olvidado hacer los registros. Este proceso es de llevarlos de la mano.

 

¿Ya empezaron las entregas de fincas certificadas en BPA?

Con satisfacción ya empezamos a entregar esos certificados con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Estuvimos en La Argentina la semana pasada con el gerente seccional Tito Alberto Suárez Caicedo. Entregamos los primeros 23 predios registrados en pitahaya, luego entregaremos los predios de Íquira y Palermo, que son unos 15 entre los dos.

Después seguimos con La Argentina con 20 predios más, tenemos pendientes unas certificaciones en Colombia (Huila) y de esta manera iremos cumpliendo con esta meta.

 

¿Con estas certificaciones los productores quedan también preparados para exportar sus frutas?

Es importante que ya el departamento cuente con una infraestructura productiva registrada para cumplir con todos los proceso de calidad y de exportación. Ya los productores están en capacidad de ofertar sus frutas a mercados de exportación porque cuentan con los predios registrados y también cuentan con un servicio de packing house que tiene el Cepass para hacer las ventas internacionales directamente.

 

¿Qué frutas quedaron incluidas en este proyecto de certificación de fincas?

Las frutas que se trabajaron para los procesos de certificación de predios fueron pitahaya, granadilla, maracuyá, piña clavo rojo y mora.

 

¿Ustedes son un centro de investigación, qué trabajos han desarrollado en este campo?

Nosotros seguimos con un proceso de fortalecimiento de la Unidad de Propagación. Tenemos expectativas ahora con el Gobierno Departamental que tiene el programa de fortalecer los centros y a través de eso queremos implementar toda la infraestructura para el mejoramiento genético.

Ya hemos fortalecido, en parte, nuestra Unidad con un laboratorio que tenemos para micropropagación, empezar unos procesos de micropropagación para siembras especiales que hay tipo exportación en piña y banano.

 

¿Y en pasifloras, que es la especialidad del Cepass?

Estamos haciendo unos procesos mejorados en pasifloras. Ahora, la otra fase que esperamos es juntar unas casas de mallas donde se van a tener plantas madres para hacer todo el proceso de polinizaciones y demás condiciones controladas para sacar semilla élite y no tener el riesgo de que esas semillas puedan salir con el hongo fusarium, porque si bien es cierto Cepass tiene un protocolo para propagar, no puede garantizar que se vayan semillas que a lo mejor tengan problemas de enfermedades.

Entonces eso nos va a permitir controlar esas condiciones para que realmente esas plantas que estén bajo invernadero no tengan problemas de contaminación y que la semilla ya esté completamente sana. Esa es la siguiente fase que se viene para el proceso, ya nos están visitando de otros países, unos peruanos nos están solicitando semilla y si nosotros no lo hacemos, otros sí lo van a hacer. Estamos en el proceso ante el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) como importadores y esto nos va a permitir también ser exportadores de las semillas.

 

¿En el proyecto del cultivo de uva en la zona de influencia de La Tatacoa que tipo de tecnología van a implementar?

La Corporación Cepass viene adelantando unos proyectos de clúster y empezaremos con el de uva de mesa tipo exportación con tecnología chilena y peruana, tenemos ya unos mercados establecidos, contactos comerciales, la proyección son 100 hectáreas pero vamos a empezar con 23 ha.

Este tipo de proyectos se lleva a cabo a través de una organización de productores de un perfil que le permita a ellos tener capacidad para responder ante los bancos, porque son créditos que se hacen en el sistema financiero. Ellos mismos decidieron arrancar con 10 hectáreas y con sus propios recursos, entonces para nosotros es importante porque será un desarrollo agroturístico en la zona de influencia del Desierto de La Tatacoa.

 

¿Por qué esta iniciativa en el desierto o zona norte del Huila?

Vamos a empezar a plantar este tipo de cultivos en el desierto porque esta zona se está deteriorando, porque no se está sembrando, pero los suelos sí se están deteriorando. Entonces, la fruticultura del departamento se va a concentrar en el norte, precisamente porque están las áreas y las condiciones para implementar este tipo de cultivos.

De esta manera también vamos a implementar un clúster de maracuyá, vamos a iniciar con 23 hectáreas en el marco de este tipo de negocios que nos van a permitir hacer agricultura por contrato y esto a la vez nos permitirá conquistar nuevos mercados.

Tenemos otras propuestas interesantes que se vienen con el sector privado, que está muy interesado en hacer inversiones en estos cultivos porque ya los negocios existen y necesitamos garantizar la oferta.

 

¿Qué apoyo reciben del Gobierno Departamental en estas iniciativas?

La Corporación Cepass espera el acompañamiento de la Gobernación del Huila con recursos del Fondo de Ciencia y Tecnología para validar estas tecnologías en el Huila y así garantizar el éxito en la iniciativa empresarial.