El agro se le “rebotó” al presidente Santos
Los más importantes gremios de la producción agrícola y pecuaria están cansados de la falta de política para el campo. Critican al ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, porque quiere que en todo el país no se cultive sino la palma de aceite y que los agricultores abandonen productos como el maíz, el café y el arroz. Están revaluando también su apoyo al proceso de paz.

Mientras el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, anunciaba hace unos días que en la más reciente reunión de la cadena del arroz hubo acuerdos y compromisos para trabajar “duro” por el sector, los gremios de la producción manifestaban su rechazo a la actitud no solo del alto funcionario, sino del gobierno en general con respecto al campo colombiano.
Uno de ellos, precisamente fue la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) en cabeza de su gerente general, Rafael Hernández Lozano, quien afirmó a DIARIO DEL HUILA que en el seno de la junta directiva de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) ha habido descontento por el manejo que el Gobierno Nacional le ha dado al sector agropecuario.
“Esto no es de ahora, es de tiempo atrás. Sino que llega un momento en que ya se exacerban los ánimos de la gente por problemas de precios, baja productividad por el cambio climático y en general la desatención que ha sufrido el sector agropecuario durante muchos años”, dijo.
Anotó que a eso se suman las declaraciones que dio el ministro de Agricultura y la dificultad en las relaciones con los gremios, no solamente con Fedearroz. “Entonces eso trajo como consecuencia que la junta directiva de la Federación clamara por la elaboración de un comunicado publicado en la prensa y una carta que fue enviada al presidente de la República, Juan Manuel Santos, indicándole que queríamos saber si las aseveraciones y las expresiones del ministro de Agricultura eran acordes a una política del Gobierno Nacional o eran de la cosecha del alto funcionario”.
Esa situación con los arroceros también generó una reacción en cadena con los maiceros y los demás gremios también salieron a manifestarse.
Charla con el presidente
En consecuencia este lunes fueron convocados a la Casa de Nariño para hablar con el presidente Santos. “Vamos como SAC, como gremio de gremios a plantearle al Gobierno Nacional nuestra preocupación por todo lo que está ocurriendo, porque no solo es el contrabando, es la ausencia de crédito, de políticas y escuchar del presidente Santos cuál es la propuesta de él para el sector”.
Sobre el apoyo a los diálogos que se están llevando a cabo en La Habana, el dirigente gremial sostuvo que es exagerado que se diga que los gremios van a replantear su colaboración al proceso de paz. “Lo que sucede es que en el seno de la SAC ha habido inquietudes y un poco de escepticismo porque hay críticas sobre la manera como se ha manejado el proceso. Se negoció toda la parte agraria sin tener en cuenta a los gremios, el sector agropecuario no ha tenido un representante en la mesa de negociaciones y todo esto ha traído como consecuencia que todas las declaraciones y todo lo que ha ocurrido fomente inseguridad jurídica en el campo, se frene el mercado de tierras y la inversión porque hay nerviosismo, nadie sabe qué va a pasar”.
Explicó que un ejemplo lo ponía Rafael Mejía, presidente de la SAC, sobre las declaraciones de uno de los negociadores que dijo que en un momento dado que el gobierno podría expropiar tierras, inclusive terrenos explotados aledaños a los centros urbanos y más recientemente salieron a desmentirlo en la prensa.
“Esas cosas han creado cierto malestar y escepticismo, pero indudablemente yo no estoy en contra del proceso de paz, lo que no estoy de acuerdo es la manera como lo están manejando, eso es todo”, concluyó.
“Lo que nosotros cuestionamos es que no hay una política agroalimentaria”
El gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fancle), Henry Vanegas Angarita, mostró su descontento con las frecuentes declaraciones del ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, y la falta de política agropecuaria del gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
¿Qué hablarán con el presidente Santos este lunes?
Nosotros le vamos a pedir al presidente Santos que nos aclare si la política que está implementando el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, de querer llenar el país de palma, es una política del Gobierno Nacional o del alto funcionario.
¿Cuáles han sido las declaraciones de Lizarralde?
No quiere y subestima a todo el sector agroalimentario. Eso es lo que va pregonando por las regiones: que si los cultivos de alimentos no son rentables, entonces cultiven palma.
¿El gremio que usted lidera ha sido propositivo ante el Ministerio de Agricultura?
A él [el ministro] se le llevan los proyectos, debe tener un cajón de iniciativas que no vuelve a mirar porque no se avanza en nada. El gremio ha sido propositivo, le ha planteado diversas ayudas contracíclicas, no solamente coberturas, sino seguros, créditos blandos, opciones de comercialización por medios bursátiles y otras formas de formalizar el negocio.
Todo eso se le ha planteado, pero no sé si es que no conoce lo público, no toma decisiones y no sabemos, estamos ahí paralizados.
¿Revaluarán el apoyo a los diálogos de paz por esta crisis que están viviendo?
Esa es otra de las cosas que lleva la SAC al presidente Santos este lunes, que se va a revaluar si se continúa o no apoyando el proceso de paz. Esto ante la situación de lo que se está viendo, la crisis del sector y que no hay respuestas por parte del Gobierno Nacional.
¿Por qué la falta de comunicación, era mejor con los ministros anteriores?
Sí, tuvimos mejor comunicación con el doctor Juan Camilo Restrepo. Aunque el problema no es quién esté de ministro, es de la política que se implemente. Lo que nosotros cuestionamos es que no hay una política agroalimentaria, que no sabemos a qué cultivos el gobierno le está apostando para proveer la comida para una población creciente.
Entonces no hay una política ni en el mediano, ni en el largo plazo, ni a qué le vamos a apostar, ni cuál es la ruta o la brecha que vamos a recorrer para poder que Colombia se convierta en una potencia productora de alimentos, como a veces nos venden la idea.
¿Hubo un representante del sector cuando se habló en La Hablana del campo y la seguridad agroalimentaria?
No. En La Habana cuando se iba a negociar lo agrícola había un delegado de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi). Yo no entiendo si cuando se vaya a negociar sobre industria o banca el representante sería la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).
El Gobierno Nacional anunció grandes apoyos este año, ¿ya se empezaron a cumplir esas promesas?
Llegó el 2014 y no se ve todo lo que se hablaba y las expectativas que se generaron el año pasado. El dinero que se decía que iba a fortalecer el sector agropecuario no lo hemos visto.
“Este gobierno lo primero que le entregó a las Farc fue el campo colombiano”
José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), también cuestionó la forma de las negociaciones de paz con respecto al campo colombiano y sostuvo que al ministro de Agricultura le correspondió un escenario muy difícil y que no ha tenido tiempo para atender los problemas urgentes del sector.
¿Cómo es la relación de ustedes con el ministro de Agricultura?
Al ministro Lizarralde le tocó jugar en un escenario que le era impropio: las famosas dignidades y el nefasto proceso de paz en La Habana.
¿Entonces no ha tenido tiempo para atender las necesidades del sector?
En el entretanto, el ministro no ha tenido tiempo para poder atender los urgentes problemas de rentabilidad que tiene el sector agropecuario en términos generales.
¿A Fedegán lo invitaron a la reunión del lunes en la Casa de Nariño?
No, a mí hasta el momento no me han invitado. Yo acabo de bajarme de un avión que venía de Houston (EE. UU.), no sé si he sido convocado o no.
¿Se han sentido los ganaderos abandonados por el gobierno del presidente Santos?
El Gobierno Nacional desde el primer momento consideró que Fedegán, por defender los intereses legítimos de los productores del campo que veían amenazada la propiedad privada, que ven cómo avanzan las pretensiones de las zonas de reserva campesina, que ha cuestionado de manera muy firme unos diálogos que lo que están es destruyendo las posibilidades de desarrollo agropecuario, pues no hemos sido bienvenidos.
No obstante hemos seguido manteniendo nuestra voz para que la opinión pública tenga claro que este gobierno lo primero que le entregó a las Farc fue el campo colombiano.