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Economía/ Creado el: 2013-12-29 03:15

Colombia: balance 2013 y perspectivas 2014

Análisis de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) sobre la economía del país durante el año que está terminando. ¿Qué oportunidades y retos tiene Colombia para el 2014? Los acuerdos comerciales le abren al país nuevos mercados y en infraestructura ya se cuenta con proyectos ambiciosos debidamente estructurados por un valor que se acerca a $50 billones.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | diciembre 29 de 2013

Colombia termina el 2013 con un balance que podemos calificar como positivo. Vamos a crecer a tasas del orden del 4%; la mayoría de las actividades, a excepción de la industria, registran tasas positivas; se mantiene un buen dinamismo de la inversión productiva; el entorno macroeconómico es favorable, donde a diferencia de años anteriores tenemos una tasa de cambio más competitiva; la tasa de desempleo se ha mantenido en niveles de un dígito, y el empleo formal crece más que el empleo informal, y, en este contexto, un porcentaje importante de la población ha logrado  superar la pobreza.

En efecto, en el tercer trimestre de 2013, la economía creció 5,1%, jalonada por los sectores de la construcción (21,3%), agropecuario (6,6%) y minería (6,1%) y en términos de los componentes de  la demanda, por el consumo y la inversión (10,8%). A nivel mundial, el desempeño del PIB en el tercer trimestre de Colombia nos ubica por encima de países como Brasil, Perú, México, Chile, Estados Unidos, Canadá, Venezuela, entre otros.

Los buenos resultados de la economía, se han reflejado también en el mercado laboral. Por primera vez en muchos años, la tasa de desempleo fue inferior al 8%, debido fundamentalmente a la mayor tasa de ocupación que aumentó de 59,9% a 60,9%, alcanzando su nivel más alto desde 2001. También en materia de informalidad hemos avanzado, medido bien sea por ocupados en empresas con menos de 5 trabajadores o empleando el indicador de ocupados afiliados a la seguridad social.

 

Economía internacional

En lo internacional, los avances son igualmente ilustrativos: las principales calificadoras de riesgo nos califican con grado de inversión, la inversión extranjera directa sigue entrando al país, la integración de Colombia con la mayoría de los mercados mundiales es una realidad, la Alianza para el Pacífico se ha venido consolidando y ya fuimos formalmente invitados a iniciar el proceso de ingreso a la OECD. La Andi también ha participado activamente en el ingreso de Colombia a la OECD, intercambiando informaciones y documentos en las visitas realizadas por la OECD para evaluar al país. Además ya es miembro activo de BIAC (Business and Industry Advisory Committee), que asesora a los países miembros de la OECD y desde este año somos los representantes del sector privado ante el Comité Consultivo del Punto de Contacto de las Directrices de la OECD.

Sin embargo, no podemos desconocer que también ha sido un año de grandes dificultades. El escenario mundial no logra despejarse, los mercados internacionales se caracterizan por una demanda débil y se mantiene un entorno incierto e inestable. En lo sectorial, la industria manufacturera ha sido la actividad más golpeada y así lo reflejan sus resultados más recientes: la producción aún no crece, las ventas aumentan a tasas moderadas y el clima de los negocios apenas empieza a mejorar. A este complejo entorno se sumaron los problemas de contrabando, informalidad y el impacto de los paros nacionales.

El comercio exterior colombiano tampoco ha sido ajeno a estos problemas. La desaceleración de la economía global, el menor crecimiento de los Estados Unidos, el descenso de los precios de las materias primas a nivel mundial, sumado a los altos costos que asumen las empresas para  producir en Colombia, han propiciado el lento avance del comercio colombiano en el 2013. En efecto, para los primeros diez meses de 2013 las exportaciones totales colombianas se redujeron -3,5%, de las cuales las manufactureras apenas aumentaron 0,9%.

Igualmente reiteramos las limitaciones que tiene el país en materia de competitividad. Los avances en competitividad, en el año que termina, fueron escasos. Seguimos ocupando un puesto similar al que hemos ocupado en los últimos años, con el agravante que algunos de nuestros competidores en la región ya muestran avances importantes.

 

Oportunidades y retos

En este panorama mixto, ¿qué oportunidades y retos tiene Colombia para el 2014? Sin duda, el  país tiene grandes oportunidades. Los acuerdos comerciales nos abren nuevos mercados. Ahora tenemos que administrar estos acuerdos y aprovechar las ventajas que trae la internacionalización. En infraestructura ya se cuenta con proyectos ambiciosos debidamente estructurados por un valor que se acerca a $50 billones. Aquí no sólo tenemos una oportunidad de crecimiento sino también de avanzar en competitividad.

Y tenemos retos de corto y mediano plazo. En el corto plazo debemos de recuperar el crecimiento económico de años anteriores. En particular en la industria manufacturera. Ahora necesitamos acciones transversales, regionales y sectoriales que tengan efectos inmediatos y le permitan a las empresas pasar del estancamiento actual a unas tasas altas y sostenidas. Veamos algunas de estas medidas. Ya se presentó el estudio de energía, que incluye una serie de recomendaciones que consultaron las necesidades de los diferentes agentes de la cadena. Ahora, es necesario ponerlas en marcha. Los altos costos logísticos y de transporte es otro punto que no da espera. En aduanas, hay mucho por hacer en trámites, oportunidad, eficiencia y control al contrabando.

En materia tributaria vemos favorable la reciente reglamentación de la reforma tributaria, que bajó la retención a 2,5%, y que en los meses de noviembre y diciembre será de 1,5%, dándole una mayor liquidez a las empresas. En este tema está pendiente la devolución del IVA a bienes de capital, el tiempo que toman las devoluciones y, sin duda, la necesidad de seguir luchando contra la evasión.  Y, no menos importante, es que los empresarios puedan contar con unos mecanismos expeditos de defensa comercial, hoy en día los tiempos son inaceptables. Tampoco podemos olvidar la necesidad de contar con un mejor ámbito normativo para propiciar los encadenamientos sin que se pierda la competitividad de la cadena.

En una perspectiva más amplia para la Andi la ruta que hay que seguir es clara. La respuesta tanto para el sector público como para las empresas es la misma: competitividad. Resulta fundamental que contemos con una estrategia integral, de largo plazo, que comprometa tanto al sector público como al sector privado, que tenga una concepción de cadena productiva y donde trabajemos por fortalecer la infraestructura, las instituciones, el mercado de capitales, la educación, la internacionalización y la ciencia, tecnología e innovación.