viernes, 12 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2014-11-05 06:03

Cambios en caficultura regional serían una disputa política

DIARIO DEL HUILA habló en exclusiva con el ingeniero civil Héctor Falla Puentes, director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Huila, sobre la decisión de los nuevos representantes de sacarlo del cargo. Habla de posibles injerencias políticas, medidas aceleradas y de satisfacción por el trabajo que realizó durante los cuatro años de labores directivas.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | noviembre 05 de 2014

¿Cuál es su opinión de la situación actual del Comité Departamental de Cafeteros y las decisiones que tomó respecto a su salida de la dirección ejecutiva y la renuncia que le solicitó a Fernando Castro Polanía de la representación huilense ante el Comité Nacional?

Es un momento coyuntural producto de un proceso que se viene gestando desde las movilizaciones y que corresponde seguramente a unas expresiones de unas personas que creen representar esas opiniones y resultaron elegidas. Por falta de conocimiento de lo que es la caficultura, vienen con la intención de proponer una serie de cambios que hay que hacerlos en la estructura general, en temas de fondo, no de maquillaje y no -quizás- de personas.

Esa manera de proceder del nuevo Comité, llegar y “pedir cabezas”, ¿cómo puede incidir en la confianza que actores externos -compradores, por ejemplo- puedan tener en la región?

La confianza es lo primero que se debe conservar, la estrategia de una caficultura sostenible y unida no se puede perder y creo que eso va en contravía de los resultados. No hablo del caso personal sino el de Fernando Castro Polanía quien ha venido haciendo una excelente gestión reconocida y valorada a nivel nacional. Es inquietante que se cuestione su don de liderazgo. Uno no entiende y siente contradicción sobre cómo un grupo de personas pide el cambio. Los cambios no es que sean inevitables pero deben ser para mejorar, tener trámites y transiciones que permitan que esa persona que llegue, ojalá con mayores capacidades, adopte el conocimiento de quien sale.

Castro Polanía hace parte de la Misión del Café que precisamente en las últimas semanas ha propuesto unos cambios en el modo de operar de la Federación y que se considera es una amenaza para la institucionalidad. ¿Se puede complicar la situación por el clima actual en el Comité Departamental?

En la Misión del Café que pone en grave riesgo la estructura de la Federación y cuyo mayor defensor es huilense, tenemos la posibilidad de que sea de los nuestros pero son ellos mismos los que sin razón sean los que pidan que no esté. En la medida en que no se muestre una institución unida, una caficultura que está en su mejor momento y damos un mensaje de disputa, pelea y rapiña -diciendo casi que esto no es de productores sino de políticos- el tema se complicaría y el Huila perdería oportunidades que reclama y ha ganado. Si no se evidencia coherencia, cohesión y compromiso difícilmente tendremos buenos resultados y eso sería bastante desastroso para la sociedad y los caficultores.

¿Cree usted entonces que los cambios en la representatividad de la caficultura regional corresponden a una disputa política?

Pareciera, no entro en esas vicisitudes, creo que no me corresponde. Sigo siendo funcionario de la Federación Nacional de Cafeteros y uno de nuestros principios es no intervenir en política. Respetar los políticos, son importantes pero en nuestra empresa privada y promotora se deben mantener relaciones cordiales, de cooperación pero no permitir la injerencia nuestra en sus temas ni de ellos en nuestra institucionalidad. Eso entraría a tergiversar la verdadera función que tenemos. Grave sería que se permitiera esa influencia un poco incómoda.

Habla usted de unas oportunidades que se perderían, ¿cuáles serían?

Tal vez no se pierdan pero creo que sería más difícil, menos posible en la medida en que vean una dirigencia dividida o imponente. El Huila siempre ha reclamado espacios, demostrando capacidad en producción y calidad y ello amerita oportunidades. Por ello, los cambios cuando se dan bruscos, no conciliados, generan traumatismos y oportunidades para otros departamentos caficultores.   

¿Ha hablado con el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, sobre su posible salida de la dirección ejecutiva en el Huila?

Soy funcionario de la Federación Nacional de Cafeteros, pertenezco a los cuadros directivos y he estado dispuesto a prestar mis servicios donde lo requiera la institución. Las personas que estamos en ese nivel cuando firmamos nuestro contrato de trabajo una de las cláusulas es “usted podrá desempeñar sus funciones en cualquier parte del territorio nacional”. Si él estima conveniente que tengo que ir a La Guajira lo pensaré pero en lo laboral no habría ninguna limitante. Seguiré con la misma pasión, entusiasmo, cariño y compromiso. Que en el Huila trabajo con más satisfacción porque es mi tierra, como caficultor conozco todas las áreas.

 

 

Los retos de la dirección ejecutiva del Comité de Cafeteros del Huila

Una de las afirmaciones con las que sustentan los representantes gremiales la decisión de que usted sea removido de la dirección ejecutiva del Comité Departamental es que son las bases las que lo han pedido, ¿qué tan válido es para usted ese argumento?

Yo respeto esa opinión, no la comparto. En un llamado esporádico a una finca se puede obtener el verdadero pensamiento de los caficultores de base. Son los comités municipales los que tendrán las mismas opiniones y otros no. Si el resultado final de esas movilizaciones que tanto le costaron a la sociedad huilense es pedir la cabeza de un funcionario, flaco favor le estamos haciendo a nuestra comunidad. Eso se hace en dos minutos, con mejores argumentos. Los problemas son de más fondo y requieren de más estudio y conocimiento.

Hay unos avances en la caficultura huilense que no se pueden desconocer y que se evidencian en indicadores específicos de renovación, reconversión, extensión, etc. ¿Cómo podrían verse afectado ese buen momento del sector con los cambios propuestos por los nuevos representantes?

Si bien hay una política nacional, regionalmente se implementan con mayor o menor prestancia y compromiso. Con las herramientas que hay se debe ser ingenioso, buscar la superación de proyecciones. En el Huila creo que seguimos con una caficultura que es la más tecnificada y la más joven pero todavía es la más susceptible en Colombia. Aunque es la mitad menos vulnerable que hace cuatro años, sigue siéndolo ante problemas de lluvias y roya. Se requiere gente y esfuerzos para facilitar esa transformación. Lo que pueda pasar depende del director del barco.

Qué retos debe tener presente la Dirección Ejecutiva del Comité esté usted o no en la cabeza…

Nuevos retos que conllevan el aumento de la productividad, nuevas dificultades que se deben pensar y estructurar recursos, cofinanciaciones, aliados y convencer a los caficultores que ese es el mejor camino. Que los cambios no son sólo en la estructura de la caficultura sino en las metodologías e implementación de técnicas, ciencia y herramientas generan resistencia. Además continúa el desafío de seguir siendo amigables con el ambiente, adoptar más las buenas prácticas agropecuarias, brindarle al caficultor las herramientas técnicas y financieras, tener más infraestructura en secado, trilla, almacenamiento. Una serie de circunstancias que van escalonando y hacen que todos los días tengamos mayores retos y sobre todo compromiso para unir y construir independientemente de la posición en la que nos encontremos.

 

“Seguiré trabajando por la caficultura huilense desde donde esté”

¿Cómo llega Héctor Falla al gremio caficultor?

Tengo la fortuna, como pocos, de conocer de café. Nací en medio de cafetales, en mi niñez cogí café con escalera. Aprendí cómo se desarrolla ese cultivo. Luego lideré grupos asociativos. Tuve la oportunidad de capacitarme para complementar y llegué al sector gremial en el Comité Departamental y al Directivo. Eso me daba mayor capacidad para desempeñar mi cargo. Tengo claro qué es lo que necesita la caficultura del Huila y los resultados están ahí, quizás no les satisfacen a muchas personas, políticos, quienes pidieron favores, porque yo llegué nombrado por unos caficultores de base que me eligieron.

¿Cuál es el balance que hace de su trabajo en el gremio caficultor?

En mi ejercicio profesional he podido realizar en beneficio de los caficultores una gestión con un maravilloso equipo de trabajo que existe en el Comité Departamental. Con la visión que traía desde el Comité Directivo (cuatro años anteriores), conocer y diseñar las políticas y establecer la problemática de la caficultura en Colombia, vine a aplicarla como director ejecutivo. Tenía un panorama claro y una proyección totalmente objetiva para posicionar al Huila como el primer productor, el de menos amenaza y lo logramos. El departamento hoy es visible, para satisfacción nuestra se ha hecho en este cuatreño.

Su paso como dirigente en la Federación lleva ocho años, ¿qué futuro visiona para su trabajo?

Esa experiencia acumulada hace que uno tenga la capacidad de discernir cuándo se dicen verdades a medias o cuando se ocultan realidades. Mi forma de ser, profesional y personal, me impide hablar lo que la gente quiere escuchar. Mi responsabilidad era dirigir la estructura de la caficultura. La vida me ha dado las oportunidades más grandiosas del mundo, demostrar capacidad en donde he estado. Vienen nuevos retos seguramente más interesantes. No lo sé. El firme propósito es seguir trabajando por la caficultura del Huila desde cualquier ámbito y lugar donde me encuentre, que la providencia me dé y que la gerencia disponga.