Brasil y Colombia, caficulturas con cambios por realizar
Flavio Meira Borem es brasileño y tiene los ojos azul claro. Es experto en tecnologías para mejorar la producción de café. Investigador y profesor de la Universidad Federal de Lavras, habló con DIARIO DEL HUILA.

En el 2009, Flavio Meira Borem encontró una tecnología, a través de sus investigaciones, que fue evaluada como una de las “más avanzadas e innovadoras” en materia de café en Brasil. Ayer estuvo en Neiva en el marco del Primer Encuentro Internacional de Caficultura Sostenible y Agroecología. Allí dio una conferencia ante la comunidad cafetera y estudiantil que acudió al Centro de Convenciones José Eustasio Rivera.
Antes de eso, habló con el DIARIO DEL HUILA. Se sentó en un banco blanco. Mientras hablaba, una máquina dispensadora de café despedía el exquisito olor del grano. El gobernador del Huila, Carlos Mauricio Iriarte, realizaba la apertura. El extranjero de ojos claros y contextura delgada, empezó comentando sobre lo que debe tener un café especial.
¿Qué necesita un café para ser especial?
Es necesario que sea distinto, exótico y con una taza limpia. Con sabores y aromas muy interesantes y diferentes a otros cafés para que tenga dulzor, con cuerpo y una buena acidez. Para mí, la más importante característica de un café de alta calidad es ser distinto y muy limpio.
El evento quiere impulsar las buenas prácticas agrícolas, ¿cuál es la preocupación a nivel mundial por los manejos nocivos en la caficultura?
Las buenas prácticas son muy importantes para conseguir cafés de alta calidad y sostenible. Hoy es imprescindible entender el balance entre la producción, los costos y la sostenibilidad de la caficultura. Acá en Colombia, como en cualquier lugar del mundo, hay que entender que la calidad alcanzada en toda la historia de la producción colombiana es más importante que nunca para lograr la sostenibilidad.
¿Cuáles son las prácticas agrícolas que más le hacen daño a la sostenibilidad de la caficultura y al medio ambiente?
La apertura de nuevas áreas para la producción, la remoción de la floresta es muy impactante y negativa. Es trascendental aumentar la productividad pero en las zonas actuales. La generación de aguas residuales son muy nocivas y el uso de agro tóxicos no permitidos por los ministerios de la Agricultura o no aceptados por la comunidad internacional.
¿Cuál es la clave para que se realice la transición hacia esas buenas prácticas?
Tecnología, esa es la palabra clave. Tecnología y conocimiento. Como investigador y profesor es lo más importante para pasar de una producción no sostenible a una sostenible. Es una tendencia mundial buscar productos limpios, orgánicos, obtenidos a través de unas prácticas sostenibles.
A propósito, ¿cómo evalúa usted a Colombia en términos de sostenibilidad?
La caficultura colombiana precisa en pensar en procesos y tecnología para disminuir la producción de aguas residuales. De igual forma hay un alto interés en producir cafés con alta calidad para un número mayor de productores en diferentes regiones.
¿Cuál debería ser el entorno en el que se produce el café?
Es una pregunta que se debe entender por cada país productor. Tenemos diferentes realidades. Los pequeños productores tienen una gran oportunidad para producir café de alta calidad a bajo costo porque son ellos de quien depende. El gran desafío también es la organización, no trabajar solos. De allí la relevancia de las asociaciones, cuando los pequeños están juntos se vuelven muy fuertes.
¿En qué situación está Brasil especialmente?
Brasil tiene una realidad muy distinta y diversa. Existen regiones con una realidad muy parecida a la colombiana y otras totalmente distintas. La mayoría de las personas que no conocen Brasil piensan que es el único país mecanizado y no es verdad. Existen pequeños productores. No tenemos grandes productores que tengan un costo muy bajo y que sea para ellos más sostenible económicamente. Por otro lado, la producción brasileña es muy alta lo que torna la realidad de Brasil muy diferente a la de Colombia.
¿Qué debe aprender Brasil de Colombia y viceversa?
Yo estoy acá exactamente para esto. Me encanta aprender con los colombianos los procesos para producir calidad. Podemos realizar colaboraciones internacionales con investigaciones y tecnología que permitan cultivar cafés con alta calidad para los dos países.
¿Cuál es la vulnerabilidad de la caficultura por el cambio climático?
Es una pregunta muy importante que todo el mundo está tratando de dar las mejores respuestas. El cambio climático mundial es una realidad y no discute su existencia. Es necesario entender las alteraciones regionales porque en cada una se produce un impacto específico. Creo que las investigaciones pueden colaborar en el desarrollo de nuevas variedades, tecnologías para la producción, cosecha y protección de las plantas. La tecnología, el conocimiento y los desarrollos son imprescindibles para afrontar el cambio climático.