Así es la Reforma Tributaria que presentará mañana el Gobierno
El Ejecutivo presentará una Reforma Tributaria Estructural que buscará aumentar el recaudo y disminuir la tasa impositiva a las empresas, por lo que deberá lograr un equilibrio en el recaudo. Algunos sectores se oponen a temas como la inclusión de la canasta familiar en el IVA.

El equipo económico del Gobierno Nacional terminó los últimos retoques a la Reforma Tributaria Estructural, cuyo texto será presentado hoy al Congreso de la República. Así, tanto los opositores como los miembros de la Unidad Nacional han advertido en distintos escenarios, que no aceptarán que se graven los productos básicos de la canasta familiar.
En ese orden de ideas, lo más probable es que el presidente Santos busque la mayor efectividad en la negociación con los senadores y representantes. Esto significa conseguir la mayor cantidad de recursos al menor costo político posible.
Cargas tributarias
La comisión de expertos recomendó al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aumentar la tarifa básica del IVA del 16 al 19 %. Hasta el momento no se conocen los cambios que se podrían presentar en las tarifas diferenciales.
El proyecto va a contemplar una simplificación del impuesto a la renta. La propuesta de la comisión de expertos para las personas naturales es que comiencen a declarar a partir de ingresos superiores a $1.500.000. La tarifa comenzaría en el 2.5 % hasta llegar a un máximo del 35 %.
Para el caso de las empresas el planteamiento es reducir de manera importante la tarifa final y se elimina el CREE y el impuesto a la riqueza. También se establece la supresión de las exenciones para bajar los impuestos a las personas jurídicas. A esto se suma que se acaba el IMAN y el IMAS.
El Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, señaló que el impuesto conocido como el 4 x mil se mantendrá vigente. Uno de los anuncios que generó gran controversia en el país, es la inclusión en la reforma tributaria el llamado “monotributo” que busca simplificar las obligaciones de los pequeños comerciantes en el pago del IVA, renta y retefuente.
El Gobierno Nacional explicó que para el caso de los pequeños propietarios de negocios, cuyos ingresos oscilen entre $41 a $62 millones, la tarifa sería de $40.000 mensuales. Para el rango de más de $62 millones hasta $83 millones, una tarifa de $60.000, en cuanto a los montos mayores a $83 millones y $104 millones, una tarifa de $80.000 mensuales.
Así mismo, adquieren automáticamente el derecho a afiliarse a una caja de compensación familiar y sus beneficios. También obtendrán una inscripción automática a los Beneficios Económicos Periódicos, Beps, que son un programa de ahorro voluntario, el cual hace parte del nuevo modelo de protección para la vejez.
La comisión de expertos propone un incremento inicial de 30 % en el impuesto nacional a los combustibles y sugiere equiparar las sobretasas de la gasolina y del Diesel.
Puntos álgidos
El punto álgido en el caso del IVA, es hasta qué tarifa es posible aumentar ese impuesto sin que el descontento social llegue a su límite. La propuesta que ha sonado hasta el momento es que este tributo pase de 16 al 19 %.
Esto pone a las partes en un problema: es necesario balancear la carga del proyecto, porque mientras el IVA sube, en el impuesto a las utilidades se está pensando en desenredar el estatuto. Esto se da eliminando los cuatro impuestos (renta, patrimonio, CREE y sobretasa de dicho tributo), que en 2015 recaudaron más de 60 billones de pesos. La sensación que va a quedar entre la opinión pública es que a las empresas se les van a reducir los impuestos, mientras que a la gente se le van a aumentar.
Por su parte, los empresarios dicen que solo el impuesto al patrimonio y la sobretasa al CREE les elevó su tasa de tributación más allá de 60 %. Otra pregunta que queda en el aire, analizando la filigrana política, es hasta dónde va a haber margen de maniobra para reducirles la carga de impuestos a las empresas. Si no se logra que cale el mensaje de que la reforma será equilibrada, el Gobierno puede enfrentar problemas. Por todo esto también parece ineludible una subida en la tasa del impuesto de renta del 33 al 35%.
Otros ajustes
Otras de las medidas buscarán combatir la evasión y la elusión del impuesto; por ejemplo, la bancarización de costos y las deducciones. Esto significa que todos los costos que se restan para llegar a la renta líquida deben haber sido pagados a través del sistema financiero; otra opción es fijar un valor máximo en efectivo para los rubros. Estas medidas irán acompañadas de la exigencia de facturación electrónica.
Por el lado de las personas naturales, en renta, es claro que está casi descartado eliminar la exención que tienen hoy los trabajadores del 25 % de sus rentas de trabajo. Por eso, la salida está en reducir el rango a partir del cual alguien empieza a declarar renta y a pagar el impuesto.
A las personas naturales también se les reducirá la tramitología del impuesto, pues es muy probable que sean eliminados el IMAN y el IMAS, mecanismos alternativos para liquidar la renta de trabajadores asalariados y trabajadores por cuenta propia. Adicional a todo esto, la base de contribuyentes será ampliada y crearía un monotributo que deberían pagar los pequeños tenderos y comerciantes del país.
Los ejes de la Reforma Tributaria
Según los expertos estos serían los principales aspectos de la iniciativa. En el impuesto a la renta, el Gobierno buscará ampliar la base gravable y aumentar la tarifa de 33 a 35 %, además eliminaría el impuesto CREE y los sistemas IMAN e IMAS para las personas naturales. El impuesto a la riqueza desaparecería, pero se crearía un impuesto a los dividendos, acogiendo la propuesta de la Comisión de Expertos Tributarios. El otro eje transversal de la reforma será el IVA, que se dividiría en cinco grupos: 0, 5, 10, 15 y 19 % sin incluir más productos de la canasta básica. Se crearían impuestos adicionales al cigarrillo y a las bebidas azucaradas, que podrían representar ingresos importantes para el fisco. Se exigiría que la DIAN aumentara sus controles para disminuir la evasión y elusión que alcanzan los $40 billones anuales. Además, se propondría que el gravamen a los movimientos financieros, conocido como 4x1000, sea permanente. Las ESAL podrían terminar con un esquema de renta presuntiva. Mediante este sistema, el Gobierno presume que las ESAL tienen una renta mínima, de acuerdo con su patrimonio líquido.
“El punto álgido en el caso del IVA, es hasta qué tarifa es posible aumentar ese impuesto sin que el descontento social llegue a su límite. La propuesta que ha sonado hasta el momento es que este tributo pase de 16 al 19 %”.