lunes, 15 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2016-07-13 07:48

“Estos señores transportadores quieren más dinero a costa del resto del país”: SAC

Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), dialogó con DIARIO DEL HUILA sobre la coyuntura actual del paro de camioneros y sus consecuencias en el sector que representa. En compañía del Consejo Gremial publicaron un comunicado rechazando el volver a la tabla de fletes. “Los dos gremios más importantes del país apoyan al Gobierno en tener una posición prudente pero firme, como la ha tenido”.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | julio 13 de 2016

De acuerdo con el dirigente gremial, en 2015 hubo una producción de 32 millones de toneladas de alimentos. Las importaciones totalizaron 11’403.000 toneladas y las exportaciones fueron solo 4’276.000 toneladas. Hubo un esfuerzo del Gobierno Nacional, los gremios y los productores y ahora no se puede comprar la cosecha porque no hay transporte. EXCLUSIVO.

 

FAUSTO MANRIQUE

Especial para Diario del Huila

¿Cómo terminó el 2015 en materia de producción de alimentos, exportaciones e importaciones?

Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC): el año 2015 tuvo una producción de 32’016.000 toneladas, unas importaciones de 11’403.000 toneladas y unas exportaciones de 4’276.000 toneladas de alimentos.

 

¿Qué fue es lo más importante de estos indicadores?

Que terminamos el año pasado con una inflación de alimentos de 10,85%. Con esas cifras arrancamos.

 

¿Cuáles eran las perspectivas del sector?

Devaluación, usted ve, con esas importaciones, que el 30 por ciento del consumo aparente de alimentos al día, es importado. Eso se ve afectado por la devaluación.

Las otras producciones que íbamos a tener serían afectadas por el fenómeno de El Niño y las heladas en el Altiplano Cundiboyacense.

 

¿Las importaciones afectan solo a los alimentos o qué otros componentes reciben el impacto?

Entonces arrancamos, como sector agrícola y pecuario, con esas perspectivas y acordémonos que la devaluación afecta no solo las importaciones de alimentos, sino también el componente de mayor costo de los insumos importados, si usted está comprando fertilizantes o semillas o lo que sea en el exterior.

 

¿Cuáles han sido los indicadores de inflación este año?

En enero tuvimos una inflación de alimentos de 2,8% y terminamos el semestre con una inflación total de 8,36% y de 12 meses de 14,28% de alimentos.

 

¿Qué se había esperado?

Que a medida que entraran las lluvias; que bajara el fenómeno de El Niño; que los problemas de devaluación, que se había vuelto inflación de costos para el productor, se trasladara como inflación de precios al consumidor; todo se fuera desarrollando.

 

¿Cuál fue el resultado en este tiempo?

Y entonces, durante esos 12 meses vimos evidentemente que los precios de la papa se subieron, de las frutas, hortalizas, verduras y carne de res.

 

¿Y en junio qué pasó?

Una inflación del 0,48% total y del 0,50% en alimentos. Ahí empezó a subir la inflación de alimentos. Durante el sexto mes tuvimos, lógico, los aumentos de cebolla, tomate, zanahoria y carne de res.

Pero entonces se conjuga un mes en que empiezan a salir las cosechas y los productores están esperanzados en vender, se hizo un gran esfuerzo con el Gobierno, con el Ministerio de Agricultura, con el sector privado, con los gremios, con todos para volver a producir comida a pesar de que los costos de financiación se iban incrementando.

 

¿Ahí tiene responsabilidad el Banco de la República y su incremento en la tasa de intervención?

Aquí es importante tener en cuenta que la tasa de intervención que define el Banco de la República no controla la oferta de alimentos, la perjudica porque va directo a disminuir la inversión en el campo ya que vuelve más costoso el crédito, le baja la rentabilidad y no ayuda a la oferta.

 

¿Lo que sucede en este momento es que después de mucho esperar la cosecha ahora no hay transporte?

En junio-julio el productor agropecuario está esperanzado y ¡oh sorpresa! No le compran porque no hay transporte, porque hay un paro camionero, porque estos señores quieren más dinero a costa del resto del país.

 

¿Qué han hecho ustedes como gremio para concertar con los transportadores o apoyar al Gobierno?

Nosotros sacamos, como Consejo Gremial Nacional, un comunicado rechazando el volver a la tabla de fletes y aumentos del 40%. La SAC también sacó un comunicado al respecto y son los dos gremios más importantes del país que apoyan al Gobierno en tener una posición prudente pero firme, como la ha tenido.

 

¿Según la información de la SAC, cuáles son las ciudades más perjudicadas por esta situación?

Cuando el agricultor ve que no puede despachar porque no le compran, se perjudica. ¿Pero también quién se perjudica? El consumidor final en ciudades como Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, algunos pueblos de Boyacá y hasta cierto punto Bogotá DC.

 

¿Por qué dice que “hasta cierto punto Bogotá DC”?

La capital del país no fue bloqueada porque hay mucho productor pequeño de verduras, hortalizas, frutas, entre otros productos, que llega a la plaza de mercado porque tienen su propio transporte, su camión pequeño.

 

¿Están de acuerdo con las medidas del Gobierno Nacional de caravanas escoltadas por la fuerza pública?

Cuándo empieza a ceder y controlarse el paro, cuando se organizan las caravanas protegidas por la fuerza pública, esto lo que hace es que a todo el país empiecen a llegar alimentos y estamos ahora en una negociación con el apoyo del sector privado.

Las caravanas escoltadas por la fuerza pública ya están trabajando, ya están funcionando porque cada día son menos los propietarios de camiones que están participando en el paro.

 

Por último, ¿cuáles son las perspectivas para lo que resta de 2016?

La inflación que calculamos nosotros, desde el punto de vista técnico y prudente, es que quedará en alrededor del 7% y la de alimentos sobre el 9%.

 

Comunicado de la SAC sobre el paro camionero

La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), en representación de más del 75% del sector agropecuario formal del país y gremio cúpula del mismo, manifiesta una alta preocupación por las consecuencias de carácter social y económico que ha desencadenado el paro de transportadores. Así mismo, expresa su respaldo al Gobierno Nacional para continuar por la vía del diálogo e invita a los transportadores a llegar a acuerdos que promuevan la competitividad de los sectores productivos.

El gremio de gremios rechaza la propuesta de retomar la tabla de fletes, entre otros, pues urge generar las condiciones para lograr la eficiencia de la cadena logística. Tal como menciona el Consejo Gremial Nacional (CNG), en el comunicado publicado recientemente: “el país debe continuar con los esfuerzos por mejorar sus costos logísticos, fundamentales para la competitividad nacional. Cualquier retroceso significaría pérdidas para la cadena de suministro de transporte”. Es necesario que los precios de los fletes sean determinados con criterios técnicos, que contemplen las condiciones y consecuencias del mercado y promuevan los costos eficientes.

Así, la SAC reitera su apoyo al Gobierno Nacional y llama a las partes a agilizar las negociaciones, pues el resultado de inflación de alimentos en junio (+0,50% mensual y +14,28 en los últimos 12 meses) ya muestra la incidencia de los paros en la economía nacional, ahora que el sector agropecuario mostraba signos de recuperación por la mejor disponibilidad de agua y la voluntad de los productores por sembrar y producir. Las cosechas y los productos se están quedando en las fincas sin posibilidad de llegar a sus destinos principales, generando pérdidas a los agricultores y afectando al consumidor final.

No menos importante, el paro también está generando un impacto negativo sobre las importaciones y exportaciones de alimentos y otros productos. Los puertos no dan abasto con la mercancía represada, y lo que más preocupa a la SAC es que ya se empiezan a ver retrasos en las ventas externas y en la llegada de los insumos importados a las fincas, paralizando las actividades agropecuarias que dependen de ellos. 

Todo lo anterior toca a un sector sobre el que recae grandes responsabilidades: garantizar la seguridad alimentaria; ser altamente competitivo en materia logística para reducir la pérdida y desperdicio de alimentos por 9,7 millones de toneladas que acumula el país al año; y ser un escenario de oportunidades para la etapa posconflicto que se avecina con la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC.