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Economía/ Creado el: 2020-11-27 03:47 - Última actualización: 2020-11-27 04:55

Disminuye el consumo de carne, pero el precio no

Colombia es el séptimo país en América Latina en consumo de carne, por la crisis económica la tendencia es a la baja ocasionada por la situación económica mundial y el covid-19. Sin embargo, aunque hay menos consumidores, los precios siguen subiendo y la situación de los ganaderos no mejora.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | noviembre 27 de 2020

Por Rolando Monje

En el país cada familia gasta en promedio $940 mil al año en el consumo de diferentes tipos de carnes, a éstas se les destina un porcentaje importante de los presupuestos de los hogares colombianos, no en vano de cada 100 kilos, el pollo representa casi la mitad de las compras.

El análisis recoge la información de compra semanal de los hogares en 60 ciudades de Colombia, las cuales representan el 80% de la población urbana del país acerca del consumo de carnes frescas en Colombia.

Para este año por el impacto del confinamiento, este consumo va a caer. Las familias gastaron aproximadamente al año $9 billones en carnes frescas durante el 2019, aproximadamente el 18% del gasto de un hogar en la canasta básica.

Mensualmente el pollo es la categoría con mayor penetración y frecuencia de compra, alcanza una penetración promedio al mes de 83% y los hogares tienen un promedio en la frecuencia de compra de tres veces al mes. Por su parte la res, obtiene una penetración promedio al mes de 77% y la frecuencia de compra es de tres veces al mes; en el cerdo, la penetración es de 55% y la frecuencia es de dos veces al mes en promedio. En el caso del pescado fresco, la penetración mensual promedio es del 27% y la frecuencia de compra mensual en promedio es de una vez al mes.

La tendencia de consumo de cada tipo de carne es parcialmente estable durante el año, con excepción de Semana Santa y algunos picos que presenta el pollo en los meses de mayo y octubre.

El tema de las cuarentenas -sin duda- tendrá un efecto y es probable que los números cambien sin embargo se espera la misma tendencia de incremento de pescado por carne de res, ahora existen distintas variables como precios, oferta, canales de compra y la necesidad de los hogares de buscar conveniencia y ahorro en estos momentos.

Por regiones

Colombia es un país en donde cada región tiene diferentes preferencias por el consumo de carnes frescas. En Antioquia se destaca el consumo de carne de cerdo. Cundinamarca al igual que Pacífico, tiene un alto consumo de pollo. En la Costa Atlántica predomina igualmente el pollo, sin embargo, el pescado tiene un peso significativamente más alto que en las demás regiones, en el caso de regiones como Nororiente y regiones como Huila y Tolima la carne de res pesa más en el gasto de los hogares a comparación de las demás regiones.

El departamento del Huila, con una población total de 1.211.163 habitantes, para el año 2019 el consumo de carne de res por persona fue de 18,20 kilogramos, en total los huilenses consumieron 22.043.167 de kg, consumiendo diariamente 60.392 kg, provenientes de 355 bovinos diarios.

 

Los precios

El lento crecimiento del consumo de la carne de bovino puede atribuirse principalmente al precio, ya que el de esta proteína es el más elevado entre los principales cárnicos, señalan los organismos internacionales. En comparación con el precio de la carne de pollo, el de la carne de res puede ser hasta 2.5 veces mayor, por tal motivo, los consumidores finales optan por productos sustitutos con menor valor en el mercado.

Según la FAO este año el consumo de carne per cápita ha tenido su mayor caída en 20 años. Según el organismo, esta baja es de un 3% en el comparativo 2019-2020 y representa la reducción más grande al menos desde el año 2000.

El descenso en el consumo de la proteína está relacionado con las dificultades económicas traídas por el covid-19, sumadas a las trabas logísticas como las restricciones de transporte y una radical disminución de la demanda del sector de restaurantes, debido al confinamiento mundial.

Se pronostica que la producción mundial total de carne en 2020 caerá a 333 millones de toneladas (equivalente en peso en canal), 1,7 por ciento más bajo que en 2019, marcando el segundo año consecutivo disminución.

Fedegán proyecta que los consumidores colombianos sustituirán parcialmente la carne, que se encuentra entre las fuentes de proteínas más caras, con opciones más económicas como los cereales o el pollo.

El consumo interno de carne vacuna ya se redujo en -2.5% en el primer trimestre de 2020, y el sacrificio de ganado para consumo interno disminuyó entre un 30% y un 40% durante las primeras semanas de abril, según datos de la Federación de Ganaderos.

El costo de la carne bovina para el consumidor ha sido más alto en general y ha crecido más que el de otras proteínas, factor que se ha acentuado desde el inicio de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el pago al productor no ha crecido de la misma forma.

De acuerdo a los registros del DANE, el precio de la proteína vacuna ha tenido un crecimiento sostenido a lo largo del 2020, superior al de otras carnes y sustitutos. Por el contrario, la compensación que recibe el ganadero dedicado a la ceba de animales ha experimentado alzas y caídas en el mismo periodo, sin que estas disminuciones se trasfieran a los consumidores.

A pesar de que los brotes de fiebre aftosa en 2017 y 2018 frenaron las exportaciones de ganado y carne, lo que provocó graves caídas en el precio del novillo gordo, los consumidores no percibieron esa reducción a la hora de adquirir carne en los supermercados.

Las alzas se trasmiten, pero no las disminuciones del precio del ganado al consumidor, por tener tantos intermediarios que no agregan valor al producto.

Disminución mundial

El consumo de carne, tanto en Colombia como en el mundo, ha disminuido y esa aceleración está basada en la crisis económica, el cambio de hábitos y ahora el impacto de la pandemia del Covid-19.

Las estimaciones de la OCDE y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), el consumo per cápita mundial de carne de bovino, hacia 2028, no registrará variaciones importantes, y podría ubicarse en 6,5 kilogramos anuales, nivel similar al actual.

En los países desarrollados y en América Latina es 2,3 y 2,5 veces mayor que el consumo per cápita mundial, mientras que en las economías emergentes es 30 por ciento menor.

A nivel de Suramérica, Uruguay y Argentina se pelean el primer lugar en consumo de carne vacuna per cápita, el primero con 59,2 kilos y el segundo con 58,4, según la FAO. Les siguen, en el tercer lugar lo ocupa Brasil con 42 kilos por persona y posteriormente, pero con bastante diferencia aparecen Chile (29 kilos), Paraguay (28), Bolivia (21), Colombia (18,6), Ecuador (9), Perú (6,2) y Venezuela (4).