Demócratas con la Cámara y Republicanos con el Senado
El triunfo de la oposición en la Cámara significaría un duro golpe para Trump

Por: El Tiempo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encamina a enfrentar mayores restricciones en su gobierno después de que los demócratas lograron ganar el control de la Cámara de Representantes y prometieron hacer rendir cuentas a los republicanos tras dos años tumultuosos en la Casa Blanca.
Así quedó compuesto el Congreso:
Senado
51 Republicanos
45 Demócratas
4 por definirse
Cámara de Representantes
193 Republicanos
215 Demócratas
Trump y sus correligionarios republicanos extendieron su mayoría en el Senado en las elecciones de medio término del martes, después de una campaña divisiva que estuvo marcada por los enfrentamientos sobre temas raciales y de inmigración. Sin embargo, los republicanos perdieron su mayoría en la Cámara, en un revés significativo para Trump tras una campaña que convirtió a las elecciones legislativas en un referendo sobre su liderazgo.
Aunque algunas de las contiendas electorales aún estaban pendientes, los demócratas habrían ganado más de 30 escaños, por encima de los 23 que requerían para reclamar la primera mayoría en ocho años en la Cámara de Representantes de 435 integrantes. Obtener un triunfo en el Senado no estaba en las perspectivas de los demócratas. Una mayoría en la Cámara alta podría haber dado opción al partido de frenar con más energía la agenda política de Trump y bloquear futuras nominaciones a la Corte Suprema.
Los demócratas encabezarán ahora las comisiones de la Cámara de Representantes que pueden investigar la situación tributaria del presidente, posibles conflictos de interés empresariales y potenciales vínculos entre Rusia y la campaña de Trump para las elecciones del 2016.
También podrán obligar a Trump a reducir sus ambiciones legislativas, posiblemente condenando sus promesas de financiamiento de un muro en la frontera con México, aprobar un segundo gran paquete de recorte de impuestos o llevar adelante sus políticas comerciales de línea dura.
"El día de hoy va más allá de demócratas y republicanos, se trata de restaurar los resguardos y equilibrios constitucionales a la administración de Trump", dijo Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes, a sus partidarios en una celebración de los resultados electorales.
A pesar de perder la Cámara baja, Trump escribió en Twitter: "Un tremendo éxito el de esta noche". Durante la campaña electoral, Trump endureció su retórica sobre temas que atraían a los sectores más conservadores, lanzando advertencias sobre una caravana de migrantes centroamericanos que se dirige hacia la frontera con México y condenas a las "turbas" liberales estadounidenses. Los presidentes de Estados Unidos usualmente pierden en la Cámara baja en las elecciones de medio período de su primer mandato, tal como ocurrió con el exmandatario Barack Obama en los comicios legislativos del 2010.
La participación
Los primeros datos indicaban que los niveles de participación habrían superado con creces las cifras del 2014 cuando solo votó un 36 por ciento de la población electora.
Varias encuestas a boca de urna, por ejemplo, hablan de más del 40 por ciento de participación, un número alto para elecciones de mitad de término, cuando no está en juego la Casa Blanca.
En estados como Georgia, la cifra de votantes iba en camino de duplicar la que se registró en el 2014, en gran parte gracias a la interesante carrera de Stacey Abrams por la gobernación en un estado que suele inclinarse por republicanos. Hacia la medianoche de este martes, la ventaja era para el republicano Brian Kent.
Así mismo, se conocieron resultados preliminares sobre los costos de esta campaña, que habría superado los 5.000 millones de dólares, la más alta para este tipo de contiendas electorales.
Los sondeos a pie de urna también reflejaron con claridad lo que fue el tema central de la campaña: se trató de un referendo sobre Trump y su gestión en sus dos años primeros años en la Casa Blanca.
Según las primeras muestras, dos tercios de los votantes indicaron que habían acudido a las urnas para expresar su punto de vista sobre el Presidente. Y casi la mitad de ellos manifestó su abierto rechazo a las políticas de Trump mientras que apenas alrededor de un 35 por ciento dijo respaldarlo.
Más de la mitad opinó que el país caminaba en la dirección equivocada. Aún así, siete de cada 10 expresó su satisfacción por el estado de la economía, que viene creciendo por encima del 3,5 por ciento y presenta la tasa de desempleo más baja en 50 años.
Curiosamente, ni la economía ni la inmigración, temas en los que Trump insistió bastante en el cierre de la campaña, figuraron como los más importantes a la hora de votar. Solo dos de cada 10 votantes identificaron la inmigración o los temas económicos como sus prioritarios.
Casi la mitad afirmó que su principal preocupación era el servicio de salud, mientras que un 70 por ciento indicó que era algo que debía ser modificado.
Entusiasmo joven
Los sondeos a boca de urna mostraron, igualmente, un gran entusiasmo entre los votantes jóvenes, algo no muy común para este tipo de elecciones de mitad de término, y entre las mujeres, probablemente como consecuencia del movimiento #metoo.
De hecho, estas elecciones también pasaron a la historia por ser las convocatorias en que más mujeres fueron electas como candidatas para representar a su partido. En total, 261 estaban aspirando a un puesto en Cámara, Senado y gobernaciones.
A lo largo del día se registraron reportes de largas demoras en puestos de votación, algunos problemas con las máquinas y gente que no fue rechazada por problemas con la documentación. Sin embargo, no hubo nada que indicara un intento de fraude.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Interna, Kristjen Nielsen, dio un parte de tranquilidad al indicar que se había logrado contener cualquier esfuerzo de interferir en las elecciones, como pasó en la carrera electoral del 2016, cuando operarios asociados al gobierno de Rusia intentaron penetrar el sistema electoral.