“La Bienal de Novela no puede estar en cabeza de dos personas”
Winston Morales, periodista, docente y el más destacado de los poetas huilenses, asegura que la Bienal Internacional de Novela José Eustasio Rivera, actualmente promovida por la Fundación Tierra de Promisión, debe reestructurase para que no desaparezca. Morales, quien se encuentra de paso por el Huila, también habló de poesía, literatura y de sus proyectos personales.

¿Cómo ve el trabajo literario en el Huila?
Yo veo que hay un trabajo muy serio, la misma gente que se ha destacado por tantos años y que viene fortaleciendo procesos. El trabajo que viene haciendo Esmir Garcés hace mucho tiempo, no solo como librero, sino como activista cultural que es el que promueve la literatura en la biblioteca departamental y ahora aquí en la avenida La Toma, es un trabajo muy importante. La aparición de la Biblioteca del Banco de la República, dinamiza mucho, como también las actividades de la Biblioteca Departamental. Y hay una nueva generación que está surgiendo en la literatura. Ya no estamos hablando de Jáder Rivera, Winston Morales, Esmir Garcés o Bonilla, sino de Eduardo Tovar, Camilo Marroquín, Camilo Dussán, muchachos muy jóvenes que ya están haciendo trabajos muy importantes, que ya están publicando libros. Daniel Padilla, un muchacho que es del Huila pero que vive en Ibagué, acaba de publicar un libro de poesía y ganó hace unos años el premio de poesía de la Universidad Externado.
Es gente que viene abriéndose campo y viene trabajando con mucha dedicación, con mucha entrega, con mucha responsabilidad. Poco a poco van apareciendo nuevos rostros y voces en la literatura del departamento.
En el tiempo que usted estuvo viviendo en el Departamento del Huila, se veía un movimiento fuerte en la poesía del Huila sobre todo en Pitalito y en general el sur del departamento. ¿Por qué se acabó esto?
Yo creo que es por la misma dinámica de la sociedad de estos tiempos modernos en que cada quien empieza a vivir un proceso más individual y más personal. Digamos que esos grupos que fueron tan fuertes en los años 80 y 90, han ido desapareciendo paulatinamente, incluso en Bogotá y otras regiones, aunque hay otras voces que van surgiendo y se han ido agrupando alrededor de la literatura y que van proponiendo cosas.
En el caso del departamento del Huila, pienso que es un trabajo que se ha ido individualizando, cada uno en su búsqueda muy personal. En el caso de Pitalito, Gerardo Meneses que sigue escribiendo literatura infantil y Jáder Rivera que ahora está explorando la fotografía, entonces es un trabajo más individual.
Nosotros teníamos una particularidad y es que queríamos agruparnos y creamos un movimiento literario y nos reuníamos a tertuliar. Ahora me doy cuenta que salvo contadas excepciones, hay unos grupos muy pequeños, cada quien tomado un rumbo distinto. Debe ser, repito, por este asunto de la modernidad, de los tiempos de la fugacidad, de lo efímero. Cada quien anda preocupado en su búsqueda muy individual.
¿Cómo ve la Bienal Internacional de Novela, la misma que usted algún día ganó?
Me parece que el doctor Guillermo Plazas tiene que rodearse de un equipo mucho más compacto y más grande. La importante Bienal en cabeza de dos personas es muy difícil de desarrollar.
La Bienal tiene un propósito muy bonito, muy bello. El año pasado se la ganó un gran escritor, Pablo Hernán Di Marco, un hombre muy activo, que vive publicando cuentos, de hecho acaba de publicar una novela. En ese orden de ideas la Bienal cumple un papel muy importante, debe fortalecerse en otras cabezas, no solo en el doctor Guillermo Plazas Alcid ni tampoco en Félix Ramiro, sino que debe conformarse un equipo mucho más fuerte que logre difundir y divulgar más, que logre una convocatoria más grande para que lleguen más novelas, teniendo en cuenta que en el país ya casi no hay concursos de novela.
¿Podría morir la Bienal?
Hoy la Bienal de Novela es como un dinosaurio que se resiste a morir, como también a las dinámicas del tiempo. Para bien de la Bienal, el doctor Plazas debe fortalecerse con un equipo de trabajo que estimule más el recurso, la convocatoria, la capacidad de divulgarlo, de difundirlo, que la Bienal no se quede en el ganador, sino que haya una distribución del premio, así como lo hace Panamericana con sus libros o como lo hacen otras convocatorias.
¿Debe manejarse desde otro frente?
Yo insisto en que lo importante es ampliar el equipo de trabajo. La Bienal recae sobre la Fundación Tierra de Promisión y eso está bien, lo importante es que haya mayor trabajo en la elección, por ejemplo de los jurados. Yo siempre le he propuesto al doctor Guillermo que se piense en jurados internacionales, supongo que a Pablo Hernán le pedirán que sea jurado en esta edición, pero procurar que haya un jurado nacional y un jurado internacional, para que esto tenga mucho más, no seriedad sino credibilidad y que siga siendo internacional como lo fue el año pasado.
¿Cuáles son sus proyectos para el 2014 en materia literaria?
En el mes de febrero voy a publicar un libro en francés, una antología de mi obra literaria, de los seis libros que he publicado de poesía, con una traducción que hace un poeta africano al francés. La idea es presentarlo en un festival de poesía que se realiza en París en octubre. Yo estuve en el 2013 en ese Festival de Poesía en París y el director hizo una especie de prólogo y va a salir en febrero un libro totalmente en francés.
En el mes de julio voy a un congreso mundial de poesía en los Ángeles, California, eso ya como lo establecido, como lo claro, lo definido, lo demás es incierto.