‘Caja Misteriosa: Paisaje y Memoria Familiar’
El Banco de la República en Neiva desarrolló el laboratorio Obra Viva, un programa en el que artistas de trayectoria y ciudadanos del común crean conjuntamente obras de arte.

En este año se llevó a cabo el taller ‘Caja Misteriosa: Paisaje y Memoria Familiar’ del 21 al 26 de noviembre de 2016 en las instalaciones del Centro Cultural, donde la creatividad y el recuerdo familiar se convirtieron en la esencia para el éxito del taller.
Obra Viva contó con la presencia de 15 niños entre los 7 y 13 años, varios de ellos víctimas del conflicto armado. “Este laboratorio permitió entender y socializar en comunidad cambios del paisaje local a través de la identificación de historias que permanecen inmersas en el núcleo de la familia, indagando entre sus abuelos y adultos mayores sobre historias relacionadas con los mercados, alimentos y recetas culinarias”, manifestó Carlos Guzmán, tallerista del proyecto.
Fueron varias las actividades que los pequeños tuvieron que realizar. Primero crearon una historia, luego hicieron unos registros sonoros y a partir de ellos los niños desarrollaron una animación teatral de la historia. Esta se llevó a cabo a través de la construcción de ‘Cajas Misteriosas’ o ‘Teatro Lambe-Lambe’, estos objetos permitieron la representación de escenas en pequeños formatos mediante la creación de miniescenografías y pequeños títeres a partir de los archivos de audio. Este tipo de talleres busca descentralizar y vigorizar las prácticas artísticas en la región, permitiendo fortalecer la creación de proyectos locales con gran impacto en la comunidad.
Mediante estos talleres, los niños exploraron y contribuyeron a reconstruir la memoria familiar a partir de la creación de historias que representaron con los títeres, de esta manera los pequeños tuvieron la oportunidad de fortalecer vínculos familiares y tener la satisfacción de sentirse parte de una obra de arte como lo fue las ‘Cajas Misteriosas’.
El taller culminó con la socialización de cada uno de los trabajos de los niños junto a sus familias, usuarios de la biblioteca, además de jóvenes y niños víctimas del conflicto armado residentes en el municipio de Baraya que conocieron el Centro Cultural.