Polémica por recursos para la Bienal de Novela
La entonces secretaria de Cultura, Carolina Sandino, trasladó el recurso aprobado para la Bienal por el Concejo de Neiva en el Acuerdo 027 dándole otra destinación, y luego su sucesora, Diana Yolima, fue incapaz de llevar a cabo un Convenio con la Fundación Tierra de Promisión, a pesar de que el Honorable Concejo reasignó la partida presupuestal para tal finy la XV Bienal 2016 ya estaba convocada.

FÉLIX RAMIRO LOZADA FLÓREZ
Especial para Diario del Huila
Los españoles una vez llamaron a este territorio Valle de las Tristuras. Para contraponerlo, el gran José Eustasio Rivera lo denominó Tierra de Promisión. Los de la frase de arriba venían en busca de El Dorado; detrás de él Belalcázar, acompañado del nefasto Pedro de Añasco, fundaba ciudades. Después la lamentable tragedia de la Gaitana y su hijo Timanco. Esa es parte de la histórica confrontación de los españoles con el aguerrido pueblo huilense, un duro hueso de roer.
Ahora el nuevo colonizador llamado Emgesa, con Lucio Rubio a la cabeza, lanza otra embestida, pero este digno pueblo una vez más se resiste, no a la búsqueda del oro sino a la explotación a través de la construcción de represas de su más preciado tesoro: el agua, hoy contaminada y llena de toda clase de plagas provocadas por el afán desmedido, irresponsable y sobre todo de desconocimiento de normas dictadas por distintos órganos de control ambiental y judicial.
De manera que ese proceder trae enfermedades contagiosas, seca la tierra, impide el crecimiento de árboles corpulentos que proporcionan sombras y nidos a los pájaros; el agua tampoco servirá para el riego diario ni para bañar los cuerpos ni para tomar, porque está podrida, huele a fétido, a alcantarilla. Ese es el inmenso daño que se le hace al Huila y al país con el proceder de esos pro-hombres, elevados a categorías de semidioses por unos cuantos áulicos que aplauden y vociferan según las dádivas. Lo más peligroso de este tipo de comportamiento y actitud prepotente es la forma como lo replican ambiciosos y emergentes “criollos”, enquistados en la función pública.
Daño a la Bienal
Daño similar es el que se le ha dado en el terreno cultural a la Bienal Internacional de Novela José Eustasio Rivera. En veintiocho años de existencia, nunca, en ninguna administración municipal ni departamental, habían movido un dedo en contra del mayor legado cultural del Departamento. Para que ese evento llegara a oler tan mal, como lo producido por Emgesa, bastó con que el alcalde Pedro Hernán Suárez nombrara a dos mujeres en la Secretaría de Cultura de ésta ciudad, que no tienen la menor idea de ello.
Con seguridad ninguna ha leído a José Eustasio Rivera y si alguna vez tuvieron frente a sus ojos uno de sus versos, no lo entendieron, ni comprendieron o a lo mejor lo confundieron con algún canto de nuestro alegre despertar campesino. Sin duda, las dos están convencidas que el sonar de tamboras, tiples, rajaleñas y hasta bailes de sanjuaneros constituyen la única expresión cultural de los huilenses.
¡Qué tristeza! ¡Qué dolor! Porque ni la ignorancia de Carolina Sandino ni la torpeza de Diana Yolima, podrán quitarle al poeta el milagro de haber trascendido con su voz, más allá de la falta de visión, la pequeñez y carencia de compromiso de estas mujeres, que han negado lo que pudo ser una contribución valiosa a la Bienal de Novela.
Otra destinación
Lo peor de todo esto es que Carolina Sandino trasladó el recurso aprobado para la Bienal por el Concejo de Neiva en el Acuerdo 027 dándole otra destinación, y luego su sucesora, Diana Yolima, fue incapaz de llevar a cabo un Convenio con la Fundación Tierra de Promisión, a pesar de que el Honorable Concejo reasignó la partida presupuestal para tal finy la XV Bienal 2016 ya estaba convocada.
Definitivamente, Dios las cría y el diablo las junta. Esto me hace recordar lo señalado hace poco por William Ospina: “La principal característica del ser humano, lo que lo diferencia de todas las otras criaturas, es su capacidad de aprender…” Entonces, ¿por qué no aprendieron estas mujeres? Y ¿por qué, teniendo tantos recursos humanos cerca, ciertos gobernantes optan por los más ineptos? Gracias a estas reflexiones podemos recordarles tanto al alcalde Rodrigo Lara Sánchez como al gobernador Carlos Julio González, que la Educación, la Cultura y la Administración requieren del reconocimiento respetuoso y la importancia necesarias de excelentes funcionarios, plenos de conciencia, compromiso y respeto por lo que dirigen, razón por la cual deben usar diálogos directos, olvidar las imposiciones, sinónimo de autoritarismo; abusos que constituyen la mejor forma de expresión de la ignorancia y la mala fe.