jueves, 11 de septiembre de 2025
Cultura/ Creado el: 2017-05-03 08:45

Para mí lo más revolucionario del arte es el dibujo: María Isabel Rueda

El cuerpo viajero de María Isabel Rueda estuvo en Pitalito.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | mayo 03 de 2017

La reconocida artista colombiana, pionera del movimiento vanguardista denominado “gótico tropical”, presentó en las instalaciones del Centro Cultural Héctor Polanía Sánchez, algunos capítulos de su reciente obra itinerante Hocus Pocus Este cuerpo es mío, una serie de historias gráficas y audiovisuales  que narran las vivencias de sus viajes, su experiencia de trotamundos.

Hugo Mauricio Fernández                                                                         

Delgada y fina como un lápiz, cuando habla con su acento cartagenero sus ojos de vidente brillan al compás de sus manos, tal si pronunciara un conjuro. Su cabello corto y negro como ala de cuervo, contrasta con su atuendo melancólico, le da un aire de vampiresa que va muy bien con su personalidad. “Para mí lo más revolucionario del arte es el dibujo. A través del dibujo tú puedes viajar a cualquier parte no solo del planeta, sino del universo, es decir a cualquier parte de tu imaginación”.

María Isabel Rueda aunque parece una mujer nocturna y enigmática, despliega una sonrisa generosa que expresa su asombro por la vida. Viajera incansable, sus vivencias son la materia prima de sus dibujos, una obra íntima en la que plasma los sentires de su cuerpo, su dolor y su placer, la manera en que su piel celebra el mundo; paisajes y figuras en blanco y negro que combinan el erotismo, la violencia y la religiosidad.

“Desde niña tuve un conflicto con mi cuerpo y la noción de pecado que me imponía la religión. En mi adolescencia creí que mi vocación era ser monja. Cuando leí a una poeta española que vivía enamorada de Dios me sentí muy identificada, pero a mí me gustaban los hombres, así que viajé, leí mucho y comprendí que sentir placer no era pecado. Mucho de esa niña y la mujer que soy ahora está aquí en esta obra”.

Este cuerpo es mío

La noción del cuerpo como un territorio libre donde ocurre la vida con todas sus contradicciones, es la visión de mujer que entregan los dibujos de María Isabel. Una mujer resuelta, dueña de su erotismo que se rebela ante la opresión religiosa del patriarcado. Una mujer que celebra su desnudez y su sexo en lo que parece un canto a blanco y negro.

Dispuestas a la manera de un antiguo rollo de fotografías en negativo, las imágenes de sus dibujos nos cuentan historias personales de sus viajes. El relato gráfico de La Llorona, en el que se relata, como a través de un río, el mito de la mujer que vaga por las noches sollozante en busca de sus hijos, es también una interpelación por las mujeres madres, esposas e hijas que perdieron a sus familiares por causa del conflicto armado.

Indígenas tejiendo, huevos cósmicos, animales copulando, mujeres desnudas, lluvia de diamantes, son algunas de las escenas fantásticas que los visitantes a la exposición pueden encontrar en una atmósfera mística ambientada por una música de maracas que toca un brujo grabado por María Isabel en una de sus experiencias con ayahuasca. Un ambiente sincrético que no es fácil de comprender sin la voz de la propia creadora. “Mis dibujos son instantes de mi vida que capturo a través del lápiz. Son retazos de lo que soy como mujer trashumante y como creadora”.

El gótico tropical

De acuerdo con una anécdota de María Isabel, en una charla con el caleño Luis Ospina, éste le contó que el concepto de lo que se denomina “Gótico tropical”, nace como un reto de Luis Buñuel al escritor colombiano Álvaro Mutis. El director de cine dijo que era imposible hacer una obra de arte gótica en el paisaje del trópico. Tiempo después, Mutis publicó La mansión de la Araucaima. Y de ahí para acá escritores como Andrés Caicedo o directores de cine con Carlos Mayolo, son algunos de los antecedentes más destacados de esta corriente estética  que narra la belleza y la crudeza del trópico.

Cuando María Isabel vio la película Vampiros en La Habana quedó muy tocada con esa historia y quiso hacer su propia historia de vampiros. Así nació Vampiros en la sabana, un espacio a blanco y negó donde predominan personajes oscuros con entornos naturales como telón de fondo. “Aunque aparenta hablar de la vida, María Isabel Rueda habla gráficamente sobre la muerte, sobre el caos y sobre la oscuridad que la atormenta. No obstante, su voz, profundamente poética, no me resulta muy clara”, dice sobre la obra de Rueda el pintor Roberto Rodríguez Hereje.

María Isabel en Pitalito                  

Desde hace casi veinte años, desde que obtuvo su graduación en Artes Plásticas, María Isabel ha tenido la oportunidad de viajar a residencias artísticas en Ecuador, Cuba, Bolivia y Canadá. Ha realizado exposiciones colectivas en Argentina, Puerto Rico, Cuba, Brasil, México, Estados Unidos, Londres, Francia, España, Turquía, entre otros. Ha recorrido varias veces Europa y Suramérica. Convivió en la Sierra Nevada de Santa Marta con una comunidad arhuaca, recorrió Egipto en barco, el año pasado expuso en Sidney, Australia y este año es la coordinadora, junto a otros artistas del mundo, de una exposición en Paris en el mes de agosto sobre el movimiento artístico Gótico Tropical.

En este sentido, la exposición de la obra de María Isabel Rueda en el municipio de Pitalito es un privilegio para los laboyanos, como afirmó Rafael Flórez, director de Pitalandia, Residencia para Artistas y Espacio Independiente, plataforma cultural encargada de la coordinación del evento. “Agradecemos a la Secretaría de Cultura y al doctor Jorge Eliecer Cruz por apoyar estos espacios de encuentros artísticos tan importantes para el desarrollo cultural de Pitalito. La visita de María Isabel es un lujo que nos damos los laboyanos al poder ver artistas de esta calidad. La  exposición estará abierta al público hasta el próximo 20 de mayo en el tercer piso de las instalaciones del Centro Cultural Héctor Polanía Sánchez. Quedan todos invitados”; concluyó Flórez.