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Cultura/ Creado el: 2016-10-17 06:39

“El final de mi novela se inspira en el malecón de Neiva”

El desenlace de la tercera novela de Juan Carlos Garay está inspirada en el malecón del río Magdalena en Neiva. El escritor la presentará durante el 11º Festival de Cine de Neiva Cinexcusa.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 17 de 2016

Por: Paulina Yáñez Vargas

Muy cerca a la torre de El Mohán en el malecón del río Magdalena, Balsa de fuego realiza su último concierto. El rock se escucha fuerte. La escena es ficticia, el escritor Juan Carlos Garay la alucinó una noche que pasó por Neiva y la convirtió en el final de su nueva novela Balsa de fuego (Alfaguara, 2016). Garay, quien también es periodista y melómano, estará en el 11º Festival de Cine de Neiva Cinexcusa que se realizará  del 24 al 28 de octubre.

Juan Carlos Garay quiso llamar Balsa de fuego a la novela que gira en torno a una banda de rock con el mismo nombre. Allí deja escrita su fascinación por la música y el ejercicio de narrar. Cuenta cómo se juntan, cómo alcanzan la fama y cómo se disuelve el grupo musical. El desenlace de la historia incluye lo que él llama "una imagen poderosa" que imaginó en una de sus visitas a Neiva.

Ahora volverá no solo a hablar de la novela que describe como exuberante sino también a dialogar con el público de Cinexcusa sobre música, otra de sus pasiones. El enfoque: la música como vehículo para la reconciliación. Juan Carlos Garay considera vital esta reflexión en los momentos que vive el país con el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC.

"Tuve una experiencia reciente de investigación con la Fundación Batuta que se dedica a ayudar a los niños víctimas de la violencia y del desplazamiento a través de la música. No necesariamente para que se conviertan en grandes artistas, aunque de vez en cuando aparecen talentos, sino para entender el poder sanador que tiene", comenta.

La charla incluirá otro ejemplo internacional, el de la orquesta West-Eastern Divan en la que israelíes y palestinos rompen barreras a través de la música. Llevar un mensaje de la posibilidad de coexistir pacíficamente es una de las misiones del proyecto cultural al que hará alusión el escritor colombiano en esta versión Cinexcusa denominada Acuerdos de Paz.

 

Como lector de la música, ¿cómo viste la interpretación de las cantaoras de Bojayá en el acto oficial de la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC en Cartagena?

Bellísimo. La música del Pacífico es muy especial para mí. Saber que quienes estaban cantando habían sido víctimas y enterarse después que la mayoría de ellas votaron sí en el plebiscito- aunque el No viene más de una cuestión ideológica y no tanto del corazón- , eso da mucho para pensar quiénes somos como país. Sin embargo, soy optimista y estoy esperanzado. Todo lo que ha pasado nos permite reflexionar y acercarnos los unos a los otros para despojarnos de esa polarización.

 

¿Por qué la música puede ayudar a la reconciliación?

La escopetarra de César López fue uno de los primeros símbolos que nos puso a reflexionar sobre la inutilidad de las guerras y del poder que tiene la música y las artes en general. En particular la música sana heridas, aplaca los miedos y todo lo que genera un estado de conflicto. Hacer música es armonizar.

 

Has sido testigo de la historia de Cinexcusa y eres uno de los invitados más constantes, ¿qué significa para ti estar de nuevo en el festival?

Estoy muy contento porque además me encanta Neiva. En mi novela Balsa de fuego los capítulos finales acontecen en la ciudad a orillas del río Magdalena, me inspiré allí para la escritura.

 

Cuéntame de esa tercera novela ...

Balsa de fuego es el nombre de la novela y de un grupo de rock imaginario. Su último concierto sucede en Neiva con unas características especiales. Cerca a la torre de El Mohán ubican una plataforma y realizan lo que será su último concierto sin saberlo. Era una imagen muy poderosa que tenía como el río en una crecida y la música rock sonando. Se me ocurrió todo eso y lo plasmé en la novela.

 

¿Cuál ha sido la reacción de los lectores?

La gente está empezando a leerla. Hay comentarios positivos sobre la portada lo cual me satisface mucho y personas que han querido adivinar los personajes ya que hay una referencia a la escena musical colombiana. No es tan sencillo como contar la historia real solamente cambiando los nombres, es más complejo. No obstante, en medio de esas hipótesis hay aciertos.

 

La nostalgia del melómano, La canción de la luna y La balsa de fuego, ¿cómo te ves a través de estas creaciones literarias?

Cuando veo mis novelas voy recordando en qué momento estaba escribiendo ciertos pasajes, cuántos años tenía. Son etapas grandes de la vida. Me veo a mí mismo a través La nostalgia del melómano como una persona muy ingenua en el buen sentido. En La canción de la luna ya había unos intereses más profundos y en La balsa de fuego hay un homenaje al oficio de escritor y periodista.