‘El mundo paralelo’ de Jáder Rivera Monje
En esta instalación se destacan detalles a partir de fugaces e intermitentes segmentos de animación de una realidad cotidiana, profunda, enigmática que nos revela otro mundo.

ÓRINZON PERDOMO GUERRERO
Especial para Diario del Huila
En la exposición Mundo paralelo,conformada por unaserie de 13 fotografías en blanco y negro, se evidencia un mundo rural alterado por acontecimientos extraños y sobrenaturales. En ella, las imágenes están vinculadas con las vivencias del artista en el marco de una cultura popular; imágenes que de manera contundente se convierten en instantáneas de un mundo paralelo a la vida cotidiana y son en esencia orificios, grietas por donde se puede vislumbrar un mundo más vasto, fantasmagórico, incomprensible, abrazado repentinamente por presencias, vacíos, miedos, desamparos, pulsiones del deseo y epifanías.
Como complemento a las trece fotografías de Mundo Paralelo, Jáder Rivera Monje nos presenta una obra a color que evoca otras épocas, otras sensaciones, otras estéticas, otros deseos, pecados y misterios, estremecimientos de la fe y el deseo. Son 3 fotografías que forman una pequeña, pero contundente serie titulada: Nada te turbe, nada te espante, un homenaje a la poeta mística española Santa Teresa de Jesús, producto de la lectura de la obra poética y filosófica de esta doctora de la Iglesia católica y de su extraña y sobrenatural experiencia con Dios.
Las dos primeras imágenes de Nada te turbe, nada te espante, – “Teresa en éxtasis” y “Cristo muerto” autorretrato concebido a partir de dos referentes artísticos uno pictórico que alude al “Cristo Muerto” de Andrea Mantegna y el segundo del poema de Santa Teresa de Jesús, “Nada te turbe”- fueron obras realizadas entre 2008 y 2009 y exhibidas en este último año en el Salón Sobre Mística y Religión organizado por el Museo de Arte Contemporáneo del Huila MACH. Durante este evento, la obra recibió una mención honorífica por parte del jurado. La última fotografía de la serie titulada “Los miedos de Teresa”, fue concebida entre los años 2009 y 2012 y hoy se expone por primera vez en forma oficial.
Por otra parte, las 16 fotografías de Jáder Rivera Monje que presenta la Universidad Surcolombiana – 13 de Mundo paralelo y 3 de Nada te turbe, nada te espante- están acompañadas además de la instalación audiovisual que formó parte del 15 Salón Regional Zona Sur: Ruido Sur. Transmisión de Singularidades, 2015. Jáder Rivera venía trabajando en la serie de Mundo Paralelo desde el año 2013 y en el 2015 expuso parte de la obra en un formato diferente: animó elementos de la imagen fija y agregó efectos sonoros ampliando su percepción a través de otros sentidos.
En esta instalación se destacan detalles a partir de fugaces e intermitentes segmentos de animación de una realidad cotidiana, profunda, enigmática que nos revela otro mundo y a la vez interpelan a los espectadores sobre si es cierto que las miradas que tenemos sobre nuestro propio cuerpo, sobre nuestro entorno, sobre la vida, sobre la cotidianidad, sobre la naturaleza y las cosas son completas, acabadas, de plena comprensión y sensibilidad en los individuos.
Con Jáder Rivera sucede lo mismo que con el fotógrafo Emmet Gowin. Este artista afirma que la fotografía se constituye en “una herramienta para tratar cosas que todos conocen pero a las que nadie presta atención”. “Mis fotografías - nos dice Gowin - pretenden representar algo que ustedes no ven” y eso es a lo que nos convoca Mundo paralelo, a apreciar, a interactuar en un presente, a evocar un pasado, una realidad de las cosas para ir de esa realidad a un mas allá, a otra realidad, objetual, onírica y erótica.
II
Esta Exposición reivindica, revive el examen que solemos hacernos sobre nuestra percepciones y miradas como una manera de entrar profundamente en los ambientes, en los espacios, en los seres y las cosas; pues, aunque parezca obvio, la forma en que nos relacionamos y abordamos las cosas y el mundo no es tan comprensiva y completa como creemos. La historia de nuestra visión y de la relación con el mundo y la vida no nos ha dotado de una mirada aguda, sensible, complementaria y omniabarcante. Tampoco nos permite abordajes a plenitud en lo íntimo, en lo usual, en lo público y cotidiano. En esa perspectiva, la obra de Jader se adentra en el agudo oficio de mirar para -en palabras de Garry Winogrand-: “descubrir qué aspecto tendrá algo una vez fotografiado” y entender, como lo plantea Federick Sommer, que: “La vida en sí no es realidad. Somos nosotros quienes ponemos vida en piedras y guijarros”.
Mundo paralelo es la búsqueda por desentrañar los misterios del ser, una vez dado el encuentro con la realidad y las apariencias. La obra es un buscar en el interior, en sus profundidades, en su transparencia, en sus opacidades, sensibilidades, bordes, pliegues, periferias y alrededores lo que puede estar detrás del ser, lo que forma parte de sus esencias y misterios, de sus revelaciones y ocultamientos, de su acople o divorcio consigo mismo y con la naturaleza, con la diversidad que nos da esencia; es también dialogar desde las estéticas tradicionales que nos modelan, para ir hacia la búsqueda de nuevas imágenes, para fundar en si misma otra estética, una de rupturas y nuevas emergencias.
Mundo paralelo es entrar en el discernimiento de lo planteado recientemente por José Pablo Concha en la desmaterialización fotográfica, para indagar, el cómo la fotografía, la imagen y las representaciones simbólicas se instalan en nuestro pensamiento como culminación visual que expresa y representa la tradición imaginaria de occidente, y a la vez se instalan en la sociedad y modifican sus prácticas y técnicas de mediación.
Jáder Rivera Monje da cuenta de cómo cada instante, efímero y volátil, nos arranca una particular mirada de ser y ver, y es el estrellado beso, abrazo, golpe, o, manto de la luz que da con los objetos, a los toca y los transforma, como da con otras realidades, ausentes, presentes, emergentes y hace visible aquí y ahora una particular manera de ver; de cómo instante y mirada se abisman en una profundidad insospechada, que revela unos detalles como filigranas simbólicas, y unas percepciones distintas de cada espacio, momento, cuerpo e individuo, todos revestidos con la fuerza de un relato por fortuna con diferenciados picos de tensión, atracción e implicación con la obra. Por tanto en su obra se expresa la preocupación por modos, formas y estilos de la presencia de la imagen, de una parte, en consonancia con lo planteado por José Pablo Concha, desde la perspectiva del uso de las metáforas, en tanto imágenes para el desarrollo de conceptos y la representación de contextos complejos, y de otra, para el desarrollo y la inscripción de una tematización específica de la imagen como problema de representación, estimaciones que hacen énfasis en el manejo y estimación de la imagen y la luz, como encarnaciones de la verdad, de los ojos y las miradas como sentidos privilegiados para conocer el mundo.
Mundo paralelo, escenario de raras superficies, de arenas movedizas, es el lugar de encuentro de las percepciones plurales y de los relatos inesperados, que se revelan a todo planteamiento, técnica y mirada canónica, es también una especie de cita de esas presencias que por instantes son atrapadas para sacarlas del olvido, del sopor de la indiferencia, allí, se instala como dispositivo que nos permite encontrar e identificar las diversas identidades, desencuentros y afinidades entre aspectos esenciales que subyacen de las nociones de imagen, filosofía, con la carga que ella tiene, en demandar la creación de personajes conceptuales y poéticos desde la fotografía.
III
En las 16 obras y la instalación audiovisual, los visitantes asisten y comparten los instantes del sueño, la vigilia y la levitación. Podrán ver los objetos en pleno desafío a los equilibrios de la naturaleza como una resistencia a todo dogma y normativa. Las brujas de la infancia son las bellas mujeres que nos persiguen desde el deseo, los utensilios como las jaulas son las metáforas de los atrapa sueños, la desnudez de los cuerpos es éxtasis, ritual y mirada interior, el vacío, la desolación y las ausencias desde ambientes rurales, precarios y solariegos es el espacio para los desdoblamientos y el despliegue y esplendor de las apariciones de la virgen, la fotografía nos otorga la posibilidad de ver como el cielo desciende a la tierra y de cómo, paisajes, cultivos y platanales, se constituyen en bóvedas vegetales donde se suscitan presencias, recuerdos, memorias y donde se anuncian fantasmas que nos asedian desde niños. La obra nos permite ver el mundo, la realidad, fragmentos de la realidad como espejos, mundos paralelos que nos recuerdan realidades vistas y a la vez nos conecta con nuevas e insospechadas dimensiones, movimiento perpetuo, incitación a un más allá.
Mundo Paralelo, es como la poesía, en la comprensión de ella misma como una escritura abierta, como lo plantea Pedro Salinas, quien al respecto afirma que “INZON PERDOMOa indiferencia. tba, empieza, busca otra en simisma, en el autor ya que esta poi del sopor de la indiferencia. tcuando una poesía está escrita se termina, pero no acaba, empieza, busca otra en sí misma, en el autor, en el lector, en el silencio”, así la obra de Jáder Rivera Monje, en donde se hace eco de Joyce y se concibe el arte como la forma de organizar la materia sensible e inteligible con una finalidad estética…como expresión suprema de la vida.
* Poeta. Director del programa de Lengua Castellana de la Universidad Surcolombiana.