miércoles, 04 de junio de 2025
Especiales/ Creado el: 2019-08-10 03:35 - Última actualización: 2019-08-10 03:35

Chupando rueda II

La década del 70 fue dominada por Rafael Antoni Niño –“El Niño de Cucaita”-, el colombiano que más vueltas ha ganado: 1970, 1973, 1975, 1977, 1978, y 1980. Desde su primer triunfo con tan solo dos años de preparación, demostró que iba a dominar por buen tiempo. La magnitud de su primera hazaña nunca ha sido igualada, de los cinco títulos en disputa, logró cuatro: General, Mejor Novato, Mejor Escalador e integrante de equipo ganador -Cundinamarca A-.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | agosto 10 de 2019

 

Debo anotar dentro de lo regional, la llegada a Neiva de la XIV-Vuelta a Colombia -1964-. La caravana partió del Espinal temprano, Raúl Polanía quien corría en este evento por primera vez, había logrado en varias etapas puestos aceptables. Tenía estilo, cicla Monark nueva y había entrenado con dedicación los dos últimos años ganando pruebas regionales cuando la Liga de Ciclismo del Huila la dirigía Ricardo Mata. Estábamos acostumbrados a que Efraín Perdomo y Rafael Callejas siempre llegaban entre coleros pero lograban terminar la competencia tras esfuerzos extraordinarios y limitaciones económicas. En dicha oportunidad, Raúl logró escapar en Saldaña para tratar de llegar a Neiva de primero. Entonces había cierta solidaridad para que los participantes ganaran en su territorio. Polanía que pedaleaba como independiente, tuvo el respaldo en dicha ocasión del equipo del Tolima liderado por Pedro J. Sánchez, quien despues fue su padrino de matrimonio con Myriam Ibatá Hernández. En tramo Castilla-Natagaima que era destapado, se le acabaron los pocos tubulares que llevaba. La emoción en Neiva era grande esperando que por fin un huilense ganara una etapa. El lote lo absorbió, terminando de primeros Balmes Alzate y Serafín Bernal, en mano a mano aplaudido por la Calle Real -carrera quinta-. Cuando Raúl arribó en el pelotón puntero, fue paseado en hombros alrededor de la meta que habían instalado frente al bar Manolo. Tenía un taller de ciclas en la carrera 5ª con calle 12, parte del patio de la familia de don Baldomero Ortíz, padre del abogado Jaime “La Chompa” Ortíz. Su socio Gentil Sáenz, era su entrenador, acompañante técnico, masajista, enfermero y asistente de uniformes, quien en ocasiones dormía en cabina del carro acompañante para que alcanzara el dinero de alojamiento a su pupilo. Al día siguiente la prueba partió a Girardot y nuestro ciclista encabezó el grupo de participantes en medio de aplausos con Cochise a la rueda portando la camiseta tricolor que tanto patriotismo y entusiasmo despertaba. Desde luego tras ellos -los duros de la competencia- y el ulular de sirenas que despertaban el orgullo de haberlos acogido bien para que volvieran tras diez años de ausencia del principal evento deportivo nacional. Raúl corrió una vuelta más y terminó en la cárcel por haber matado a su esposa. Habrá que esperar tiempo para alegrarnos con el destacado desempeño de los hermanos Acevedo.

No puedo dejar de mencionar el triunfo del ciclismo colombiano en la XIV Vuelta a México -1967-. El equipo estuvo integrado por Cochise, Asdrúbal Salazar, Álvaro Pachón, Pedro J. Sánchez, Severo Hernández y Albeiro Mejía. Los dirigió Francisco Luis Otálvaro, a quien a partir de entonces llamaron el “Mago”. Fueron 14 etapas con día de descanso. Se hicieron amos de la prueba desde las primeras etapas, Cochise –el gran favorito-, en la tercera portaba la camiseta y todo el paquete de ciclistas lo cuidaba para no dejarlo escapar. En la etapa Iguala-Toluca -150 kilómetros-, participaban los mejores ruteros de Argentina, Brasil, USA, Venezuela, y Uruguay. Otálvaro le pidió a Pachón que se escapara, solo lo sigue Adolfo Belmonte de México. Pachón llega a la meta solo porque su compañero de aventura no resiste. Nadie decide perseguir, el peligro era Cochise. Pachón logra la camiseta y el equipo lo respalda aportando sacrificio, generosidad, y esfuerzo. Se gana la Vuelta a México por primera vez cerrando con broche de oro; Severo Hernández en espectacular embalaje en el autódromo de la Magdalena, gana la última etapa. Además son campeones por equipo y montaña. Lograron el 1, 2, 3,5. Fueron recibidos como héroes y transportados en máquina de Bomberos del Eldorado al hotel Tequendama.

La década del 70 fue dominada por Rafael Antoni Niño –“El Niño de Cucaita”, el colombiano que más vueltas ha ganado: 1970, 1973, 1975, 1977, 1978, y 1980. Desde su primer triunfo con tan solo dos años de preparación, demostró que iba a dominar por buen tiempo. La magnitud de su primera hazaña nunca ha sido igualada, de los cinco títulos en disputa, logró cuatro: General, Mejor Novato, Mejor Escalador e integrante de equipo ganador -Cundinamarca A-. Solo se le escapó el de Metas Volantes. También fue el mejor en cinco clásicos RCN. En 1974 corrió en Europa como gregario en el equipo italiano Jolly Cerámica y no como capo a lo que estaba acostumbrado. En el Giro de Italia ocupo el puesto 41.

En 1971, logra el primer puesto Álvaro Pachón Morales, había triunfado en los Clásicos RCN de 1962 y 1969. Ganó la Vuelta al Táchira 1969, 1970 y 1972; y la Vuelta a la Juventud en México 1967-1972. En la de 1972 tuvo como gregario al huilense Fabio Acevedo Córdoba, oriundo de Resinas –Guadalupe (1944)-, sobra decir que es de origen campesino. Desde su patria chica venía a Neiva en cicla los sábados (174 kilómetros), competía el domingo y se regresaba a Guadalupe el lunes en las mismas condiciones, solo acompañado por una caramañola. Vale agregar que el tramo Garzón-Guadalupe era destapado. Se sacrificó por el Huila cuatro años, tiempo en que tiene como anécdota, haber corrido una contrarreloj Neiva-Campoalegre-Neiva, en la que sacó al segundo 16 minutos. Un Marconi del costeño José Zapata -presidente de la liga del Caquetá, lo lleva a Florencia y luego a las vueltas de la Costa y la Juventud Colombiana. Allí lo llamaron “El Jinete del Caquetá”. Por este tiempo lo observó detenidamente Francisco José Otálvaro y lo sumó al equipo TELEPOSTAL como gregario de Pedro J. Sánchez cuando “el León del Tolima” ganó la Vuelta de 1968. Competirá siete años más ocupando destacados puestos, se retiró a los 33 años en 1975, cuando su hermano Armando ganó la Vuelta al Sur. En 1972 fue fichado para representar a Colombia en México, era el sexto del equipo en orden de importancia pero se presentó como el mejor. El quinto día se hizo líder pero los compañeros y el técnico no le tenían confianza y no lo apoyaron para que ganara. Con dolor en un pie por llevar zapatillas viejas, en una contrarreloj perdió la camiseta. Álvaro Pachón ganó dicha vuelta y Acevedo ocupó el segundo puesto.

Miguel “don Coraje” Samacá, tiene fama de haber sido el ciclista más callado en la historia, ganó las vuelta 1972 y 1974; y nueve etapas 71,73. Antes de todo ello, había logrado ser el primero en el Clásico Nacional de Turismeros.

José Patrocinio Jiménez es el dueño de la vuelta de 1976, uno de los mejores escaladores del mundo. Logró coronar el Tourmalet, la cima más temible y alta del Tour de Francia, el 11 de junio de 1983, dejando rezagados a Lucien Van Impe y Robert Millar, entonces los más famosos del mundo para trepar. Dicho día subió 53 posiciones. Triunfó en las vueltas del Táchira y de Guatemala; sobresalió en el Tour del Porvenir cuando ir a Europa era una hazaña para los ciclistas colombianos. La vuelta de 1979 la ganó el santandereano Alfonso Flores Ortíz, pionero de los triunfos colombianos en Europa en la década de los 80. Ganó el título del Tour de L´Avenir. Inició compitiendo con figuras regionales como Severo Hernández y Alberto “Chispitas” Duarte, ganador de la Vuelta al Sur en 1968. Alfonso Flores fue asesinado en Medellín, el 24 de abril de 1992.