Canalización de Río Frío en ‘stand by’
El dragado y conformación de diques en el Río Frío, a su paso por el casco urbano de Campoalegre, se desarrolla en el marco de las acciones tendientes a mitigar y prevenir el riesgo ante posibles inundaciones por oleada invernal, teniendo en cuenta la avalancha sucedida en febrero del 2017. Que a su vez, afectó vías, cultivos, viviendas y puentes.

Por: Caterin Manchola
Una medida preventiva al consorcio Dragados del Huila 2018, contratista encargado de realizar las obras de mitigación sobre el Río Frió, en Campoalegre, fue impuesta por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM. La acción se mantendrá hasta tanto la firma no presente el permiso de ocupación del cauce del afluente, y afecta lo consistente en la recuperación de las orillas del mismo, a la altura del tramo correspondiente entre la carrera 7 y la carrera 11 en el casco urbano del municipio.
Algunas obras estarán suspendidas mientras se tramita la autorización, pues el actual diseño no da cumplimiento a la norma.
Proyecto
El dragado y conformación de diques sobre el Río Frío a su paso por el casco urbano de este municipio, se desarrolla en el marco de las acciones tendientes a mitigar y prevenir el riesgo ante posibles inundaciones por oleada invernal, teniendo en cuenta la avalancha sucedida en febrero del 2017. Que a su vez afectó vías, cultivos, viviendas y puentes.
Según detalló el Secretario de Vías e Infraestructura del Huila, Henry Lizcano Parra, se trata de una “canalización en concreto de 300 metros en la entrada por Neiva a Campoalegre, sentido norte sur, sobre el puente principal y donde va la vía nacional 150 metros aguas arriba y 150 metros aguas abajo”.
Y el dragado sobre el Río Frío está contemplado a lo largo de un kilómetro, divididos en dos tramos, uno de 400 metros de longitud en el sector del barrio Ferro y un segundo tramo de 600 metros a la altura del sector de Sincelejo; complementando así las obras de canalización que adelanta la Alcaldía de Campoalegre, informó la CAM.
De acuerdo con el Secretario de Vías, las obras se han venido desarrollando normalmente, pero la CAM ha solicitado un permiso de cauce, para efectos de comenzar con la construcción del canal en concreto.
En ese sentido, ayer en horas de la tarde se desarrolló una reunión entre la autoridad ambiental regional, interventoría y la firma contratista, “para efectos de escuchar de la CAM, las objeciones que tengan al respecto”, dijo Lizcano Parra.
“Pero la obra en ningún momento se ha suspendido, está con las otras actividades”, aseguró.
Se refirió además el Secretario a que el contrato que es financiado con recursos de regalías, involucra a Campoalegre, donde se debe desarrollar un dragado al Río Frío; y en Algeciras, sobre la quebrada La Mosca. Los dragados (movimiento de tierras mediante excavación) avanzan en un 45%. Y en Algeciras también se está construyendo un puente. Todo esto hace parte del mismo proyecto, aclaró el funcionario.
¿Por qué la suspenden?
Así las cosas, finalizada la reunión, la autoridad ambiental emitió un comunicado en el que explicó que como resultado de la verificación en campo, se hallaron posibles diferencias en los diseños previamente establecidos y los que se puedan desarrollar, de cara a garantizar el flujo normal del agua a través de este canal.
El trabajo lo adelantó el personal técnico de la CAM.
En ese sentido, fue impuesta una medida preventiva que suspende las actividades proyectadas, consistente en la construcción del canal en concreto sobre el cauce del Río Frío a la altura del tramo correspondido entre la carrera 7 y la carrera 11 en el casco urbano del municipio de Campoalegre.
Lo anterior “hasta que se obtenga el permiso de ocupación de cauce para esta obra hidráulica”, informó Carlos Alberto Cuéllar Medina, director de la entidad.
En las últimas horas, varios medios regionales aseguraron erradamente que se suspendía la totalidad de las obras, lo cual generó pánico en la comunidad de la Capital Arrocera del Huila, porque se avecina la temporada invernal. Por ende, Cuéllar Medina, también entregó un parte de tranquilidad aclarando lo que realmente significa la medida preventiva.
“Hay que ser claros que la medida no suspende las actividades de dragado que son necesarios para la mitigación de la gestión del riesgo, luego de la avalancha del 22 de febrero de 2017. En lo que tiene que ver con la obra de concreto, hemos ordenado la suspensión hasta tanto nos alleguen la información detallada y se pueda emitir el permiso de ocupación de cauce respectivo, el cual debe tramitarse previamente a la realización de este tipo de obras”, indicó.
Y de otro lado, también advirtió que el diseño deberá dar cumplimiento a lo establecido en la guía de acotamiento de rondas hídricas para la construcción de canales, norma emitida en el mes de mayo de 2018.
“Lo que busca la medida es suspender para poder aclarar cuál es la situación. Al hacer una validación de la información en campo, descubrimos que no contamos con la información completa porque no se ha hecho el trámite del permiso de ocupación de cauce. Lo que encontramos es que posiblemente los diseños que están siendo desarrollados no correspondan a las necesidades para poder cumplir con la guía técnica de rondas hídricas y adicionalmente con los caudales máximos esperados para fenómenos de inundaciones en periodos de retorno de cien años, y control de velocidad de flujo al interior del cauce”, precisó el director de la CAM.
A la espera
Entre tanto el Alcalde de Campoalegre, Aldemar Gutiérrez Muñoz, sostuvo que la suspensión se dio a partir del martes, luego de recibir la notificación por parte de la autoridad ambiental.
“Lo que pasa es que no se ve claridad en el tema de las obras hidráulicas para contener el cauce de una creciente súbita. Y también parece que está quedando como muy angosto y no da la capacidad para almacenar o conducir toda el agua que se presente en una creciente”, dijo el Acalde.
Las obras para este municipio superan los $4.500 millones según el mandatario. Y fueron contratadas por parte de la Gobernación Departamental.
“Espero que no haya tanto problema porque ya llega el invierno. Que se ejecuten lo más pronto posible”, expresó.
Los miedos
El temor por parte de la comunidad de la Capital Arrocera del Huila, se da luego de que el 22 de febrero del 2017, el invierno pusiera en emergencia a los habitantes de los municipios de Campoalegre, Algeciras y Rivera. Las lluvias provocaron avalanchas súbitas en los ríos Las Ceibas, Río Frío y Neiva, dejando miles de damnificados.
En la capital arrocera del Huila, la más perjudicada de las tres poblaciones, fue declarada la calamidad pública para atender de manera ágil la emergencia.
Fuentes oficiales señalaron que hacía 35 años no se presentaba una avalancha de tan altas proporciones en el municipio como la ocurrida, dejando a su paso caos, emergencia y desesperación en la mayor parte de la población campoalegruna.
La declaratoria de calamidad pública, sirvió para que se lograran gestionar los recursos para atender a los damnificados. Las obras de mitigación, construcción de vivienda y auxilios han sido algunas de las acciones.
Para determinar con exactitud las posibles amenazas y riesgos que vive Campoalegre, con el objetivo de mitigar o provenir daños materiales y pérdidas humanas, la localidad fue objeto de estudios de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo AVR.
Estos se realizaron en 2016 y se dieron a conocer a inicios de 2017 por la CAM, donde se advertía de la necesidad de desalojar 138 familias de la ribera de Río Frío y quebrada La Caraguaja; y el desalojo de otras 900. Lamentablemente los resultados del estudio salieron sólo unos días antes de la avalancha del 22 de febrero de ese año, que dejó la más grave emergencia de esta población en los últimos años, con más de 600 familias damnificadas y 80 viviendas totalmente destruidas.
Sin embargo la CAM advirtió que luego de la emergencia, otras 729 casas debían reubicarse, antes de que una nueva avenida torrencial o avalancha como le conocemos, se vuelva a presentar. Asimismo, el documento que fue entregado a las autoridades de gestión del riesgo tanto del municipio como del departamento, plantea inversiones por el orden de los $22.000 millones para obras de mitigación, como la reubicación de familias, y la construcción de una malla de contención de detritos en la parte alta de estos afluentes. Sin lugar a dudas, si se hubiesen tomado correctivos antes de esta situación, el riesgo se habría minimizado al máximo.