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Salud/ Creado el: 2019-11-27 02:57

Bacterias asociadas a las aguas residuales

Un estudio realizado en el río Hudson demostró que hay un considerable vínculo entre la abundancia de bacterias resistentes a los antibióticos y los niveles de contaminación por bacterias asociadas a aguas residuales.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | noviembre 27 de 2019

 

La resistencia a los antimicrobianos se ha convertido en una de las crisis de salud pública más urgentes y alarmantes en el mundo. Solo en los Estados Unidos aproximadamente dos millones de personas al año contraen infecciones resistentes a los antibióticos, de las cuales aproximadamente 90.000 se convierten en casos letales.

De acuerdo al Plan Nacional de Respuesta a la Resistencia a los Antimicrobianos del Ministerio de Salud y Protección Social, MSPS, se estima que “las consecuencias de la resistencia antimicrobiana, RAM, pueden llegar a ser devastadoras.

Según estimaciones, se considera que para el año 2050, las muertes humanas atribuibles a la RAM podrían llegar a 10 millones. A esto se suman las consecuencias económicas derivadas de un aumento del costo de la atención sanitaria, y la necesidad del desarrollo de nuevas tecnologías para el tratamiento de infecciones”.

La doctora María Virginia Villegas, internista infectóloga, especialista en Microbiología y estudios en Resistencia Bacteriana afirma que “hay algunos estudios que han demostrado que las aguas residuales, sobre todo, las que tienen una gran carga de desechos orgánicos asociados con fabricación de medicamentos y en especial antibióticos, generan un aumento en la resistencia antimicrobiana”.

Cabe resaltar que en ambientes acuáticos la propagación de bacterias resistentes y de residuos de antibióticos es una preocupación que va en aumento con implicaciones tanto para el buen funcionamiento de los ecosistemas como para la salud pública.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, estable que se requieren de medidas por parte de todos los sectores, para mitigar el problema de salud pública mundial en el que se ha convertido la Resistencia Antimicrobiana, RAM, y que cada vez es mayor.

Esta entidad define la resistencia a los antimicrobianos o fármaco-resistencia, como la capacidad que tienen los microorganismos como bacterias, virus y algunos parásitos de impedir que los antimicrobianos conocidos como antibióticos, antivíricos o antipalúdicos actúen contra ellos o dejen de ser eficaces; lo que hace que las infecciones persistan y se puedan transmitir de una persona a otra.

Campaña

Sobre el particular, el laboratorio Pfizer participa activamente en esta conmemoración a través de su campaña “Pequeñas Acciones Salvarán Millones de Vidas”, promovida en conjunto con la Asociación Panamericana de Infectología (API), diseñada para educar a los pacientes, médicos, empleados de hospitales, autoridades de salud y el público en general, sobre el problema de la resistencia anti-microbiana y cómo, a través de pequeñas acciones, es factible contribuir a disminuirla.

“En Pfizer seguimos dando pasos significativos para abordar la RAM, aplicamos la ciencia y nuestros recursos globales para brindar terapias que mejoren la vida de las personas e invitamos a toda la población colombiana a marcar la diferencia con prácticas sencillas que ayudan a disminuir esta gran amenaza” afirma Catalina Hoyos, directora Médica de Pfizer.

Muchos estudios previos han reportado que las fuentes hídricas que tienen contacto con aguas residuales contienen concentraciones aumentadas de antibióticos y las bacterias asociadas a las aguas residuales aisladas de plantas de tratamiento hídrico y de canales urbanos usualmente exhiben una alta frecuencia de organismos resistentes a los antibióticos comunes.

La doctora Maria Virginia Villegas, internista infectóloga, especialista en Microbiología y estudios en Resistencia Bacteriana, indica que “la mayor recomendación para evitar la resistencia antimicrobiana, es no ingerir antibióticos sin prescripción médica. Hay que recordar que el 60 por ciento de las infecciones, vienen de nuestras propias bacterias. El tomar antibióticos innecesariamente va seleccionando bacterias resistentes que posteriormente son las que causan las infecciones”.

Estrategias para revertir la situación

La OMS ya lanzó en 2015 la voz de alarma frente a la situación de resistencia antimicrobian. Inmediatamente enroló en este proyecto a miles de científicos que definieron un Plan de acción mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos. Éste fue el pistoletazo de salida oficial para poner en marcha diversas estrategias que lograran revertir una situación que se cobra millones de vidas al año.

De hecho, en virtud de lo anterior los científicos han sido “bastante originales”, con hacer estudios y experimentos como el desarrollo de fagos, virus que se inyectan en el paciente para que luchen contra las bacterias.

No obstante, Víctor J. Cid, profesor titular del Departamento de Microbiología II, Facultad de Farmacia, Universidad Complutense de Madrid, destacó que aún se confía en las líneas clásicas  para desarrollar nuevos antibióticos y, en este sentido, no dudó en destacar a las vacunas como “una de las armas más eficaces. De hecho, una de las mayores victorias alcanzadas contra la resistencia antimicrobiana ha sido la instauración de la vacuna contra el neumococo”.

La Resistencia Antimicrobiana (RAM) será la primera causa de muerte en el 2050, registrando 10 millones de fallecimientos anuales por esta causa. Las simulaciones del Banco Mundial estiman que en el 2050 la economía global podría perder hasta un 3.8% del producto interno bruto.

Existe una creciente evidencia del papel de las vacunas en la reducción de la resistencia a los antimicrobianos. Las vacunas pueden reducir la propagación de la resistencia a los antimicrobianos al reducir y restringir el uso de antibióticos y reducir el número total de casos de enfermedades prevenibles por vacunación. Estos efectos también podrían ser amplificados por la inmunidad de rebaño y protección poblacional inducida por las vacunas. Las vacunas pueden contrarrestar la RAM a través de múltiples vías.  La vacunación reduce directamente la incidencia de infecciones tanto sensibles como resistentes. También reduce el uso apropiado e inapropiado de antimicrobianos al reducir la incidencia general de la enfermedad, incluidas las infecciones causadas por patógenos susceptibles y por virus (como la influenza) que a menudo se tratan inadecuadamente con antibióticos.