“Los ciudadanos colombianos los que tienen la responsabilidad legitimar o no esta negociación”
Sneider Rivera, experimentado profesional opita en solución de conflictos armados señaló que los diálogos entre el gobierno y las FARC requieren pensamiento y acción social de nuevo tipo, además expresó que al final son los ciudadanos colombianos los que tienen la gran responsabilidad social de legitimar o no esta negociación.
Sneider Rivera Vargas, abogado de la universidad del Cauca y con dos doctorados en universidades europeas, oriundo del municipio de Agrado, y quien transitó por los caminos de la solución de conflictos en el Salvador y el post conflicto de Nicaragua, al lado de su profesor el criminólogo Alessandro Baratta, y de la ONU, viene proponiendo algunos cambios al proceso de paz que adelanta el gobierno colombiano con las FARC, en la Habana.
Por su trayectoria en procesos de paz, este huilense es invitado consuetudinario a los foros que sobre el tema se realizan en diferentes partes del país, donde basado en su experiencias propone cambios y revisiones a la a la dialéctica de los diálogos con la esperanza de que algún día sus planteamientos sean escuchados por los negociadores de ambos lados.
Recientemente Sneider, quien con lujo de detalles a mediados de los años ochenta del siglo pasado se graduó como bachiller en el colegio Simón Bolívar de Garzón, publicó el libro Política del Derecho Para La Paz – Más Allá Del Esquema Diálogo – Guerra, donde pondera la familia como elemento básico de la convivencia y la paz de los pueblos.
El libro ha tenido muy buena acogida entre los intelectuales colombianos observadores del proceso de paz y en las facultades de derecho y sociología de algunas universidades del país. DIARIO DEL HUILA, dialogó con el abogado sobre los temas que a su juicio les hacen falta al actual proceso de paz que adelanta el gobierno de Santos con la FARC.
A su juicio como veterano en solución de conflictos, ¿que requiere el proceso de paz en Colombia?
La paz de Colombia, requiere pensamiento y acción social de nuevo tipo, por las siguientes razones: porque los procesos de paz que han sido exitosos como el salvadoreño y sudafricano que terminaron tras amplios diálogos y que son modelo del actual proceso de paz en Colombia, no trajeron nunca mejores niveles de convivencia en esos países y sus resultados fueron muy precarios y muy pobres en el tema de la convivencia ciudadana que es donde está la verdadera paz.
¿Cuáles son esos tres ejes temáticos que usted plantea para lograr la verdadera paz en Colombia?
Analizando desde el punto de vista sociológico los países que tienen mejores niveles de convivencia en el mundo nos encontramos que estos han hecho un acuerdo ciudadano para convertir en una prioridad pública la familia, que se convierte en el eje constructor de paz y convivencia ciudadana. El estado en estos países, fortalece la familia dándole cuatro prioridades: una renta básica de sostenimiento para la familia, programas públicos de enseñanza de construcción de familia, la regulación del tiempo de trabajo de los integrantes de la familia, para que haya convivencia familiar y desde allí se irradien valores de convivencia social y la creación de una institucionalidad que defienda con efectividad los derechos e intereses de la familia.
El segundo punto es que ningún proceso de paz exitoso en el mundo ha sido utilizado como proceso electoral como está ocurriendo hoy en Colombia, que ha hecho que el proceso de paz en la Habana, se haya “partidizado” tanto que ha generado una polarización política entre los sectores de ultraderecha, de centro y de izquierda en el país. Esto por supuesto hace que el proceso de paz se alargue y corra el inminente riesgo de suspenderse. Estas negociaciones tienen que ser totalmente apolíticas, como fueron en su época las del M19.
El tercer punto es que cuando se firmó la paz en los países centroamericanos y en Sudáfrica, los actores que firmaban la paz, la clase política y la insurgencia, tenían un reconocimiento social muy fuerte. En Colombia, tenemos unas dificultades muy grandes porque ninguno de los dos actores (Gobierno – FARC) tiene el reconocimiento social de los colombianos.
Aquí está negociando una guerrilla que no construyó poder popular y es que es rechazada por un alto porcentaje de los colombianos y un gobierno conformado por una dirigencia política de poca credibilidad y fuertemente cuestionada por el pueblo colombiano.
Frente al poco reconocimiento social de los dos sectores que adelantan el proceso de paz en Colombia, ¿cuál sería la solución?
Frente a una negociación de paz de una clase política cuestionada y una guerrilla rechazada, no queda otra alternativa que meterle pueblo, son los ciudadanos colombianos los que en últimas tienen la gran responsabilidad social de legitimar o no esta negociación, que marcará el futuro del país.
Sneider Rivera propone cambios al proceso de paz
El huilense comparte constantemente en foros sobre el posconflicto
Rivera estuvo en el Senado de la República dialogando en torno a temas del proceso de Paz