sábado, 13 de septiembre de 2025
Actualidad/ Creado el: 2015-02-22 02:06

“Las bibliotecas no se deben medir por metros sino por el uso que le da la gente”

Camilo Francisco Salas Ortiz, presidente de la Academia Huilense de Historia, habló con DIARIO DEL HUILA acerca de las grandes necesidades que pasan los historiadores con el objetivo de realizar su labor. De acuerdo con este campoalegruno la historia debe contarse de manera veraz.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | febrero 22 de 2015

A escasos días de cumplir dos años como presidente de la Academia Huilense de Historia, Camilo Francisco Salas Ortiz dialogó con DIARIO DEL HUILA acerca de su niñez, de cómo nació su pasión por la historia y los relatos de los principales problemas que tiene la institución que cuenta la historia del departamento y del hecho que en Colombia hayan mutado las clases de historia.

Salas Ortiz nació en Campoalegre el 18 marzo de 1945 y compartió desde pequeño con amigos quienes en el futuro se convertirían en importantes referentes de la construcción de la historia de su municipio y el departamento, como Jairo Ramírez Bahamon.   

Algunos hechos que marcaron la vida del presidente de la Academia Huilense de Historia tuvieron lugar en su niñez, pues fue rechazado en por no cumplir la edad requerida en la época para ingresar a la escuela y su maestro de quinto de primaria le inculcó el amor por su municipio y la historia.

¿Cómo fue la niñez del actual presidente de la Academia Huilense de Historia?

Una situación marcó mi vida cuando era niño, cuando me matricularon en la escuela central de varones en Campoalegre, para empezar la escuela primaria, al levantar el acta de matrícula se dieron cuenta que no tenía siete años, por esa época se decía que el uso de razón empezaba a esa edad y no dejaban que los pequeños iniciaran antes, a mí me faltaban dos meses.

Arturo Cabrera, rector en esa época, miró que yo no había cumplido los siete años, regañó a la maestra que había sentado la matrícula y delante de todos rompió el acta, porque no podía ingresar a la escuela. Durante ese año, mi madre me enseñó a leer y escribir en la casa y al año siguiente que ya tenía la edad cumplida, me recibieron y al tener el conocimiento que me impartieron en casa fui nombrado como asistente del maestro.

Habla de su niñez y se refiere a la escuela, ¿qué tanto  intervino la academia para que se convirtiera en historiador?

Mucho, en la escuela todos los lunes se hacía el homenaje a la bandera, porque en esa época era obligación empezar la semana izando el pabellón nacional, eso me fue dando un especial amor por los símbolos patrios.

En el quinto año de primaria, el profesor y rector escuela central de varones en Campoalegre, Francisco Vargas, nos infundió la admiración hacia la historia. En mi pueblo fue enterrado, José Hilario López Valdez,  el maestro nos llevaba al sitio exacto donde fue enterrado este antiguo presidente de la nación y narraba la historia de este hombre que vivió sus últimos días en la  hacienda de Pirabán donde su hija menor vivía casada con el propietario de esa hacienda.

Todos estos relatos y afición por los símbolos, me fue introduciendo por la lectura y el maestro al ver que me interesaba el tema me narraba muchas historias, de nuestro departamento y de la primera fundación de Neiva. Desde ahí comencé a acumular conocimientos y datos.

De todo esto nace en el año de 1975, cuando regreso al departamento lo primero que busco hacer es una monografía de Campoalegre con base en datos que recopilados en cuadernos.

Para usted, ¿cómo se está escribiendo la historia?

Antes se le llamaba historiador a un recopilador de información, seleccionaba datos y dedicado a cuestiones de índole netamente oficial, pero realmente el actuar y la historia la hacemos todos y tiene que ver en todos los tópicos. Antes lo único que se hacía era compilar y memorizar.

Esos compiladores antiguos desconocían el actuar del pueblo, medio ambiente, actividades artesanales, pasaban inadvertidos, pero con la nueva historia se ha dado ese vuelco y se tiene en cuenta todos los aspectos en los que nos desarrollamos como personas.  

Ahora hacemos mucho hincapié en esto: la historia debe dejar de ser una crónica periodística y convertirse en una historia bien contada y veraz.

¿Qué problemas se han presentado al intentar ‘contar la historia bien contada’?

Algunos compañeros no citan las fuentes, escriben muy amenamente pero no usan bibliografía, escriben crónicas periodísticas, nunca nos dan una información de donde han sacado los datos. Hoy en día indiscutiblemente para que sea obra histórica hay que tener las fuentes. Tenemos muchos textos que no sabemos de dónde se sacó la información.

La historia se ha suspendido en algunos escenarios educativos, ¿cómo los ha afectado esta situación?

Lamentablemente en el gobierno Belisario Betancur, en el año de 1984, en la gran apertura económica se exige a los países mal llamados del tercer mundo, la suspensión del conocimiento de la historia local y se propone destacar lo global.

Antes, en segundo de primaria se enseñaba la historia del pueblo, en tercero el departamento y en cuarto y quinto se estudiaba la República. En el bachillerato se empezaba nuevamente con Colombia en sexto, séptimo y octavo, cuando se pasaba a noveno y en el transcurso de décimo se estudiaba la historia universal y se tenía todo el conocimiento así fuera memorístico de la historia.   

Al suspender la historia como materia específica, se crearon los PEI y se instauraron los estudios sociales, de esta manera se le da la oportunidad al rector de meter las materias que crean convenientes dentro de su institución, a las ciencias sociales le introducen hasta la filosofía. Desde entonces desapareció esto y llegaron nuevas materias que son importantes como la ecología y el medio ambiente.

¿Que tanto se han preocupado los gobernantes regionales por la historia?

Hemos tenido tres gobernadores que se han preocupado por la cuestión de la historia, el primero sigue siendo miembro de la academia huilense de historia, Jaime Bravo Motta, él gestionó el bloque donde hoy se está trabajando. Antes de Jaime, tuvimos a Julio Enrique Ortiz Cuenca, quien se preocupó mucho por el tema y junto a él se logró dar énfasis en lo cultural, procurando que periódicamente saliera una obra de un autor huilense.     

El actual senador de la República, Rodrigo Villalba nos auspició bastante, pues apoyó mucho el archivo histórico y con el fin de que el calor no los dañara, se necesita una temperatura promedio de 18 grados para cuidar los libros y el entonces gobernador montó unos aires acondicionados, que en la época tuvieron un costo de 28 millones de pesos.

¿Que necesita la Academia Huilense de Historia para seguir viva?

Tenemos el archivo de la Asamblea Departamental que fue creado en 1911, con motivo de los 100 años de esta institución, la Academia hizo un trabajo y encontramos las primeras ordenanzas, en lo que hemos denominado la iniciación del archivo histórico del Huila, que están en un archivo precario.

Antes de fallecer Sergio Younes y mientras estaba en la Asamblea, se donó todo este material a la Academia, pero no tenemos donde meterlo. Le propusimos al actual gobernador, Carlos Mauricio Iriarte, que hiciera lo que otras regiones han hecho y es el anexar las bibliotecas departamentales a las del Banco de la República.

Por qué anexarlas, ¿qué pasa con las bibliotecas regionales?  

Las bibliotecas departamentales son una fuente de burocracia. Hace algunos años había un lugar en Neiva donde se conseguían todo tipo de libros, ellos habían comprado todo el material de la biblioteca de Mocoa.  

Ese es el destino de las bibliotecas en las manos de administraciones inconscientes, el mejor ejemplo es cuando estuvo Antonio Gutiérrez como alcalde de  Campoalegre. Él cogió todos los libros sueltos y los echó en cajas de cartón, compró una cantidad de enciclopedias y los metió en la biblioteca, esto se convirtió en un archivo que se mide por metros y no por el servicio a la gente, no se comprende que el periodo enciclopedista ya pasó por la llegada del internet.

Así están las bibliotecas del Huila, si usted hace un recorrido, se da cuenta que no hay textos de consulta para estudiantes, usted va y pregunta que libros hay que hablen del pueblo o el departamento, son muy reducidos.

¿Cuáles son las consecuencias de esto?

La construcción de la memoria histórica ha sufrido mucho, en todo el país. En Timaná se tenía un archivo histórico, este lugar fue la primera villa que se tuvo en la región y era una de las bibliotecas más antiguas de esta zona de Colombia, los viajeros de Indias, Gabino Charry y Jenaro Díaz Jordán citaron este lugar y se acercaban para consultar en este archivo. Llegó un alcalde hace 20 años que vendió el archivo a una de las grandes librerías del país.

Camilo Francisco Salas Ortiz, presidente de la Academia Huilense de Historia:

Nacido en Campoalegre el 18 de marzo de 1945, cursó sus estudios primarios en Ibagué y su municipio, parte de su bachillerato lo realizó en el Colegio Nacional Santa Librada en el seminario ‘’Villa Paúl’’ de los padres Vicentinos en Funza. Hizo el noviciado, estudió filosofía en la Casa Central de Bogotá y es egresado del cuarto curso de promotores de desarrollo de la Comunidad de la Universidad Nacional.

Ha sido asesor de despacho de la Alcaldía de Neiva, comunicador social del Concejo de Neiva, director ejecutivo de la Fundación Tierra de Promisión y miembro del Consejo Superior de la Corporación Universitaria del Huila (Corhuila).  Primer director del Instituto de Cultura Popular de Neiva; secretario privado de la Gobernación del Huila, jefe de la sección de revisión de la Contraloría General del Departamento, jefe de la sección de Finanzas y Fenecimientos de la Contraloría General del Departamento,  jefe de recaudos y control de aportes del ICBF.

Inició su vida laboral como profesor de cultura general, fue durante dos periodos concejal de Campoalegre. Amante a la música clásica y Andina y actual presidente de la Academia Huilense de Historia y a lo largo de su vida ha sido impulsor de actividades culturales.    

Algunas de sus obras:

  • Campoalegre: "capital arrocera del Huila"
  • Catedra Campoalegre: Campoalegre entregando a su gente
  • Historia del periodismo huilense
  • Huila
  • Huila montaña luminosa
  • Monografía San Agustín
  • Monografía San Agustín
  • Monografía San Agustín-Capital Arqueológica de Colombia
  • Narrativa Huilense
  • Neiva hacia la IV Centuria
  • Neiva hacia la IV Centuria