¡Usted no sabe quién soy yo!
La frase parece ser la muletilla de muchos borrachitos con abolengo, personalidades de la vida pública o familiares de éstos, quienes pretenden burlar las normas y hasta agredir a la Fuerza Pública, en todos los casos sintiéndose intocables.

Con un rompetráfico en la entrada del salón que dice “Esta materia no la vieron los Nule”, las directivas de una de las más reconocidas y prestigiosas universidades del país, buscan que sus alumnos aprendan tanto de ética como de las materias del área en la que se están preparando.
La iniciativa surge luego del análisis de lo que está sucediendo en el país, donde en casi todos los grandes escándalos de corrupción y malas prácticas están involucrados profesionales reconocidos, egresados de los más prestantes colegios y universidades del país, personalidades con abolengo, senadores, representantes a la
Cámara, empresarios, concejales y hasta vinculados a la Rama Judicial.
Se trata de concientizar a los alumnos que es tan importante ser un buen profesional como ser un gran ser humano.
Carruseles de la contratación, millonarios peculados, robos descarados (caso Interbolsa) y hasta malos tragos, son algunos de los casos que involucran a destacadas personalidades de la vida pública, muchos de ellos hoy en la cárcel, procesados y en otros casos condenados por prácticas en las que por su formación no debieron haber cometido.
Unos ejemplos
Recordemos el escándalo de corrupción protagonizado por los hermanos y primos Nule, todos brillantes profesionales, con especialización, egresados del claustro que ha formado presidentes de la República y en general a los más grandes profesionales de Colombia, o el muy vergonzoso episodio del Carrusel de la Contratación –como lo llamó la Fiscalía- caso que mantiene privados de la libertad al exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno, y a su hermano, un exsenador de la República.
Por este mismo escándalo están procesados seis concejales de Bogotá, varios de ellos también graduados en importantes colegios y universidades de Bogotá, quienes poco a poco, luego de la presión de las autoridades, han terminado confesando sus fechorías e incriminando a otros servidores públicos, lo que confirma la forma como la corrupción permeó casi todas las esferas de la sociedad, en especial la denominada clase alta, la más culta y preparada.
Y todo indica que la preocupación por formar profesionales expertos, idóneos en un área específica y muy competitivos en el mercado laboral, ha dejado a un lado el factor humano, la ética, los valores y muchos otros componentes inherentes a la formación de un ser integro.
Está claro en los valores de una persona preparada que el cumplimiento de las normas es fundamental en una sociedad. Pero todo esto se olvida cuando se está en un lugar nocturno consumiendo licor y compartiendo con los amigos.
Y para la muestra un botón: recordemos la historia del poco célebre parlamentario Eduardo Merlano, quien en evidente y comprobado estado de alicoramiento, no solo fue sorprendido conduciendo su ostentosa camioneta borracho, sino que escudado en su credencial de parlamentario, no permitió que se le practicara una prueba de alcohol. Pero además de la flagrante violación de la ley, en todos los casos amenazan a los uniformados que están cumpliendo con su deber, no solo con hacerlo retirar del cargo o con sanciones ejemplarizantes de sus superiores “por meterse con el que no debieron”, sino que ya hasta los amenazan de muerte como sucedió en las últimas horas en Bogotá.
Y esto contando los casos de resonancia nacional, sin olvidar el esposo de una honorable diputada del Huila que al estilo Merlano y escudado en la credencial de su esposa, intentó burlar la ley o los seguidos escándalos de una concejala de un municipio del Huila, a quien parece le encanta conducir bajo los efectos del alcohol.
Aquí le presentamos los mejores peores ejemplos (recientes)
-El exsenador y exembajador Carlos Moreno de Caro fue grabado cuando muy ofuscado le insistía a un policía de tránsito que lo requirió por conducir en contravía en el día sin carro, que él era el senador Moreno de Caro y que no lo debía molestar. Además, cuando se percató de que lo perseguía una patrulla de la Policía, tomó por una calle en contravía y se estacionó frente a un edificio que dijo ser su vivienda.
-El hijo del magistrado, Luis Gabriel Miranda, estudiante de la más importante universidad del país, fue sorprendido protagonizaba actos obscenos (relaciones sexuales con su novia) en una camioneta oficial del tribunal. Este caso fue denunciado ante la comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes, por las irregularidades que rodearon el hecho, como el uso indebido de un bien público, el vehículo blindado, por parte de un familiar del funcionario. Lo terrible es que al ser requerido el joven por la Policía, éste agredió física y verbalmente a los uniformados, amenazándolos con la frase de cajón: “Usted no sabe quién soy yo”.
- Y cómo olvidar la persecución casi cinematográfica q protagonizó el exconcejal de Chía, Carlos Enrique Martínez. El país entero lo vio por todos los noticieros conduciendo una camioneta en estado de embriaguez. Al ser requerido por las autoridades, Martínez huyó y terminó en la Escuela Militar, donde fue capturado.
- No podemos dejar de lado el caso del exsenador Eduardo Merlano quien se negó a que la Policía le hiciera un examen de alcoholemia. Él no llevaba licencia y se justificó diciendo que era un senador con 50.000 votos. Pues en este caso la justicia obró, quitándole la credencial de Senador que con su comportamiento deshonró. También fue inhabilitado por 10 años para ocupar cargos públicos.
-También debemos recordar al senador Laureano Acuña Díaz, también protagonista de uno de estos escandalosos por negarse a practicarse una prueba de alcoholemia. Este altercado le costó un comparendo por parte de la Policía. El congresista del Partido Conservador está procesado y seguramente correrá la misma suerte del exsenador Merlano.
-Y el más reciente, el del supuesto sobrino tercero del expresidente César Gaviria, quien escusado en el lejano parentesco con el exmandatario, golpeó y amenazó de muerte a los uniformados que lo requirieron por estar armando escándalos en vía pública. Este joven es egresado de una de las más importantes instituciones educativas del país, con postgrado y maestría en Europa.
Por qué con el alcohol algunos se vuelven agresivos?
El estudio de los efectos del alcohol sobre el organismo y las conductas del ser humano, es un tema con una gran cantidad de investigaciones a sus espaldas. Sin recurrir a la obviedad de la importancia que tiene conocer cómo afecta a la salud (de lo cual, ya se encarga la medicina y algunos campos de la sicobiología) el estudio del alcohol tiene otro importante punto. Dado que el consumo de alcohol se extiende por todo el mundo, incluido por los países en los que la religión no lo permite (como la islámica), es imprescindible entender cómo este afecta al desarrollo de conductas agresivas.
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio se plantearon la siguiente pregunta: ¿Por qué algunas personas cuando beben se vuelven tan agresivas y peligrosas, mientras que otras se vuelven simpáticas y alegres? El estudio fue publicado en la revista Journal of Experimental Social Psychology.
Como bien se sabe, el consumo de alcohol a niveles cognitivos, inhibe gran parte de nuestros mecanismos de autorregulación. Estos mecanismos normalmente permiten regularnos en contextos sociales, evitando que hagamos lo que nos apetece o lo primero que se nos pasa por la cabeza cuando el contexto no es adecuado. Cuanto mayor es la cantidad de alcohol, mayor es la desinhibición (de ahí lo de “sentirse desinhibido”).
Si a esto le sumamos, que la persona no suele hacerse responsable de sus actos, pues tendremos la combinación perfecta para explicar los resultados obtenidos en el estudio.
El problema es de valores. Una persona con un grado mayor de conciencia social, lo primero es que no se embriaga y lo segundo es que si lo hace, no agrede o vulnera los derechos de los demás.
Entonces el problema es eminentemente cultural.