Un tarot para Macondo
Además de las características propias de un tarot, el de Macondo cuenta con dibujos acompañados de textos originales de la novela, que se muestran como camino y resultado de la investigación gráfica que se nutrió de las referencias visuales sobre vestuario y etnografía de la Costa Caribe y sobre la época de la Independencia y la posterior etapa Republicana en general.

Ochenta cartas publicadas por la reconocida empresa española de naipes Heraclio Fournier conforman el único tarot en el mundo diseñado con los personajes de Cien años de soledad.
La idea surgió de la mente creativa del diseñador gráfico colombo-español Andrés Marquínez Casas, egresado de la Universidad Nacional de Colombia, quien hace 17 años descubrió que los personajes de la obra cumbre de Gabriel García Márquez guardaban un extraño parecido con los arcanos del tarot tradicional.
“Un tarot para Macondo” es un proyecto gráfico, que ahonda en las raíces del tarot medieval europeo (en su imaginario simbólico: esotérico, alquímico y sagrado) y que, al mismo tiempo, se nutre de personajes e historias del universo caribeño y latinoamericano.
El diseñador gráfico Andrés Marquínez Casas, sostiene que su proyecto no era la ilustración de la obra magistral de Gabriel García Márquez, sino que era la reinvención de un Tarot que estaba inspirado en el mundo del realismo mágico con lo que se permitió ciertas licencias e influencias artísticas.
¿Se sigue vendiendo el tarot?
Del Tarot se sacaron 6000 ejemplares, se consiguen algunas copias por internet o en algunas tiendas especializadas, pero estoy buscando tanto en Colombia como en España un editor y distribuidor que me garantice una cierta calidad. Aunque también me estoy planteando autoeditarlo mediante una campaña de crowdfunding al tiempo que se edita un libro con textos explicativos.
¿Cuál fue el principal reto a nivel de diseño o investigación que te implicó el proyecto?
Imaginarse los personajes de Cien años de soledad y darles forma fue un gran reto, puesto que después de todas las lecturas y relecturas y tras la realización de una base de datos con características físicas y psicológicas de los personajes en escenas concretas, mi sensación es que Gabo pintó un mundo entero con pocas pinceladas si cabe decirlo así. De algunos personajes hay apena esbozos físicos y aunque la imaginación para el lector suela rellenar ciertos vacíos, en un dibujo toca exponer todos los detalles a la luz y resulta muy arriesgado competir con las imágenes mentales de unos personajes tan universales e imaginados por tanta gente. Probablemente por ello en cine es tan difícil hacer una película que se ajuste al gusto e imaginación de millones de seguidores de la obra Garciamarquiana. Creo que un acierto en mi Tarot es que el lenguaje gráfico está a mitad de la caricatura, el grabado en madera y los iconos del Tarot original, creando un cierto lenguaje onírico atemporal que puede ser compatible con el del relato macondiano. Por otra parte mi proyecto no era la ilustración de Cien años de soledad, sino que era la reinvención de un Tarot que estaba inspirado en el mundo del realismo mágico con lo que me permití ciertas licencias e influencias artísticas.
¿Cuál es la relación entre la magia y la creación artística? ¿De qué manera la obra de Gabo o Cien años de soledad en concreto deambula entre estos dos ámbitos?
Digamos que mientras un "vidente" lee signos, los diseñadores y artistas visuales se nutren y crean nuevos signos y símbolos gráficos, los escritores símbolos literarios. Ambos pueden ser gimnastas imaginativos. Decía Oswald Wirth un famoso tarotólogo que "Adivinar, es imaginar con justeza"... Algo de eso tiene que tener el arte y por supuesto el diseño: un mundo propio, unas leyes intrínsecas, una cierta verosimilitud y una justeza con el mundo que se refleja...
DIANA MANRIQUE
Especial para Diario del Huila