Ucrania y Rusia: disputa por una península llamada Crimea
Desde su independencia, hace 23 años, Ucrania ha sufrido de una inestabilidad política frecuente. Sin embargo, las actuales manifestaciones son las más dramáticas y tensas de su corta vida como Estado independiente.

Y aunque los ojos del mundo están pendientes de lo que sucede en esta ex República soviética, ucranianos y rusos fijan su atención sobre una península que sobresale en el Mar Negro: Crimea.
Tras la caída del imperio ruso en 1917, Crimea se volvió un Estado soberano después de haber dependido del imperio ruso. Sin embargo, en 1921, esta península fue anexada a la antigua URSS hasta 1945 cuando se transformó en una entidad subnacional y una región administrativa de Rusia.
“El enredo está en que Nikita Kruschev hizo una repartición administrativa en 1954 y decidió que Crimea pasaba a ser parte administrativa de Ucrania. A partir de allí Ucrania asumió Crimea como si fuera un territorio propio. Pero para los rusos Crimea no es un territorio ucraniano sino ruso”, explica Carlos Alberto Patiño, director del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia.
Ante la caída de la Unión Soviética en 1991, Crimea pasó a ser una república autónoma dentro del Estado de Ucrania. De hecho, el acuerdo de independencia de Ucrania implica que se le reconoce a Rusia la presencia en Crimea en Sebastopol, una base naval en el Mar Negro (que tiene conexión con el Mediterráneo) constituida con más de 57 buques de combate y más de 300 buques auxiliares.
“Una costa en el Mar Negro representa una conexión de Europa con Asia, con África y con el Oriente medio. Esto quiere decir que es un lugar estratégico para varios jugadores, pero sobre todo para Rusia que tiene el interés de proteger su propio interés nacional”, comentó Mira Milosevic, politóloga de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales.
También agregó que lo que se olvida siempre es que Rusia tiene un interés económico por las exportaciones de gas que se hacen a través de Ucrania en Europa.
Para Patiño la posición de Estados Unidos es mantener el reconocimiento de Ucrania como un Estado indivisible y territorial, porque lo que está en juego es quién se queda con la península de Crimea.
El analista advirtió que empiezan a darse casos preocupantes en los cuales las tropas rusas están intimidando para que se desarmen las tropas ucranianas y, a su vez, los encargados del Gobierno provisional de Ucrania están empezando a hacer una movilización para evitar perder a Crimea a como dé lugar.
“Esto podría concluir como la guerra de secesión que se presentó en Yugoslavia, donde Crimea terminará separada del resto de Ucrania y Ucrania no tendrá mucha capacidad para responder porque la Otán, la Unión Europea y los Estados Unidos no van a desear enfrentarse de manera directa a las tropas rusas”, concluyó Patiño.