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Actualidad/ Creado el: 2014-04-26 09:57

Su tiempo, el mejor regalo para sus hijos e hijas

Hoy lo invitamos a que NO compre nada a sus hijos, juegue con ellos…La crianza y el juego, dos aspectos de la vida que se complementan

Escrito por: Redacción Diario del Huila | abril 26 de 2014

 /></p><p>Abril es considerado como el mes de la niñez y de la adolescencia en el país, y las actividades lúdicas, recreativas y culturales que realizan las distintas instituciones públicas y privadas durante este periodo del año pretenden generar reflexión y sensibilización acerca del contexto en el que vive la infancia en Colombia.</p><p>Las ocupaciones y obligaciones que diariamente tienen los padres de familia se convierten, en ocasiones, en obstáculos para que puedan compartir momentos recreativos y lúdicos con sus hijos. En algunos casos muchos padres o madres consideran que no es relevante participar junto a los niños y las niñas de los instantes de juego y esparcimiento.</p><p>Los padres de familia deben propiciar una relación cercana con sus hijos, afianzar esos vínculos con ellos y a veces, desconocen que el juego es un medio para educarlos.</p><p>“Los papás deben aprovechar el interés que tienen los niños en el juego para aprender a compartir con ellos, a conocer qué les gusta y a saber los miedos y las preocupaciones que pueden llegar a tener. A veces los padres por cansancio o por falta de tiempo no participan de estas de actividades pero en el proceso de crianza es fundamental y conveniente que lo hagan, es necesario que juguemos con ellos, que nos dejemos enseñar, que los hijos propongan o inventen los juegos, es un espacio para la creatividad y para compartir en familia”, asegura Ángela Rosales, directora de Aldeas Infantiles, SOS.</p><p><strong>Un mes verdaderamente para los niños</strong></p><p>Este fin de semana se celebra el día del niño en Colombia y es una oportunidad para que el Estado, la sociedad y la familia reflexionen acerca de la importancia de brindar espacios lúdicos constantes para los niños y las niñas, también es un momento para pensar en todos aquellos que no podrán disfrutarlo, vivirlo y que estarán quizás haciendo todo menos, que el ser niños.</p><p style= /></p><p>Para hacer especial este día no se necesita de un regalo grande, pequeño o costoso, se requiere únicamente de tiempo y cariño por parte de padres, tíos, hermanos y adultos para jugar, enseñar y compartir con los niños y las niñas.</p><p>“Una estrategia que pueden hacer las familias para empezar a generar hábitos de recreación en los hogares es recordar y poner en práctica los juegos que los padres creaban, hacían o inventaban cuando eran pequeños. Por ejemplo, jugar a la orquesta con las ollas, al doctor, a las muñecas, ‘piquis o canicas’, a la escuela, entre otros, esto sin duda permitirá afianzar los vínculos familiares e incluso develará cómo perciben los niños a sus maestros y a los mismos padres durante la imitación lúdica”, asegura Ximena Norato, directora de la Agencia PANDI.</p><p>Entre tanto, Ángela Rosales, considera que “La infancia solo se vive una vez y la responsabilidad de los adultos es permitir que los niños sean niños, que ellos asuman sus roles y responsabilidades porque ya luego tendrán toda una vida por delante para hacer cosas de grandes. Un niño que pierde su infancia nunca podrá recuperarla, por ende el juego es un aspecto esencial para que ellos y ellas puedan desarrollarse de manera adecuada”.</p><p><strong>Los niños para quienes jugar tiene un sentido diferente</strong></p><p>Al esbozar un panorama general de la niñez en el país puede observarse cómo desde el año 1999 hasta diciembre del 2013 se han desvinculado del conflicto 5.417 niños, niñas y adolescentes (1). Durante el año 2013 se presentaron más de 20.000 casos de violencia interpersonal contra menores de edad, 9.330 de violencia intrafamiliar, 1.010 homicidios, 156 suicidios y a 16.583 niños y niñas se les practicaron exámenes médico legales por presunto delito sexual (2).</p><p>Adicionalmente, durante ese mismo año 65.974 niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de desplazamiento3 y alrededor 1’000.000 de menores de edad tuvieron que desempeñarse en actividades laborales informales que pusieron en riesgo su integridad personal (4).</p><p>Esta realidad es una evidencia de que estos niños y niñas han tenido que dejar a un lado sus juegos y sus muñecas por trabajar, otros han tenido que cambiar balones por armas y peor aún, algunos han partido de este mundo sin quizás saber qué era jugar y recrearse. En palabras más cortas, han dejado de ser niños para convertirse en adultos y por ende, abril representa para ellos un mes intrascendente, como cualquier otro, en donde el divertirse no es una opción.</p><p><strong>El juego, y su importancia para la niñez</strong></p><p>“El juego y la recreación es un derecho que es importante tener en cuenta en Colombia. Todos tenemos derecho a jugar porque es la manera en que nosotros los niños compartimos con otras personas”. Erika Chávez, 15 años, Quibdó, Reportera Ciudadana.</p><p>Para los especialistas, jugar es una experiencia vital que produce en las personas, principalmente en los niños y en las niñas alegría, diversión y aprendizaje, y a su vez ayuda con el desarrollo, crecimiento y formación de sus personalidades, capacidades y destrezas. A través de espacios lúdicos los menores de edad pueden también establecer y fortalecer relaciones personales, sociales y familiares. Es por ello, que es una responsabilidad y obligación del Estado, de la sociedad y de la familia propiciar espacios lúdicos donde ellos y ellas puedan desarrollarse integralmente.</p><p>Mercè Castaño, especialista y consultora española con más de 25 años de experiencia en el tema del juego como elemento trasformador, asegura que el “Juego es una vitamina de vida, es la mejor herramienta que tenemos. Los seres humanos aprendemos jugando, nacemos jugando y debería todo acabar jugando. Es importante que las familias y la sociedad en general entiendan la relevancia que tiene el propiciar el juego desde el núcleo familiar, a través de él los padres pueden lograr que sus hijos sean libres, felices, creativos, participativos, compañeristas, respetuosos y puedan tener la posibilidad de expresarse y comunicarse de mejor manera”.</p><p>Para la especialista, las actividades lúdicas han sido utilizadas en los últimos años por las sociedades como una forma de prevenir el maltrato y de mejorar las condiciones de vida de los niños, las niñas y los adolescentes.</p><p><strong>El juego, como entorno protector</strong></p><p>En Colombia, el juego es reconocido como un derecho fundamental de los niños y de las niñas precisamente por la importancia que tiene en su desarrollo físico y sicológico, pero también porque a través de los espacios lúdicos se pueden llegar a sobreguardar los demás derechos.</p><p>De acuerdo con Ángela Rosales, “Una de las ventajas que tiene el juego es que no solo es un derecho, sino también es una forma en que nos conocemos y nos integramos más como miembros de una familia. A través de espacios lúdicos, nosotros los padres podemos enseñar a los hijos valores, principios, habilidades, incluso asuntos como la capacidad de ganar o perder, además ellos pueden aprender a ser resilientes ante cualquier circunstancia”.</p><p>Para Rosales, el juego también es un mecanismo efectivo y afectivo para establecer una buena comunicación entre los niños y los adultos. “Los menores de edad a veces no tienen el suficiente lenguaje para expresar una idea o lo que les está sucediendo y a través de estrategias lúdicas logramos identificar y prevenir situaciones de abuso o violencia. Por ejemplo, estudios realizados sobre ‘Bullying’ dan cuenta de la poca interacción que tienen los padres con los hijos y por ende nunca hablan de deberes y responsabilidades. A su vez, algunos adolescentes en conflicto con la ley han asegurado que sus padres nunca jugaron ni compartieron con ellos y por el contrario los dejaban hacer lo que quisieran”.</p><p>Para la directora de Aldeas Infantiles, a través  del juego pueden prevenirse situaciones como estas, “Por medio del juego el niño aprende a conocer, manejar y respetar reglas, los padres enseñan que así como existen normas en el juego las hay en la vida, en la casa, en el colegio y en la sociedad”.</p><p>Muy de la mano con lo expuesto por Ángela Rosales, Ximena Norato, directora de la Agencia PANDI, asegura que “Jugando es como los niños y las niñas aprenden a encontrarse con los demás, a manejar y a resolver conflictos. Al recrearse en grupo, los menores de edad aprenden a identificar pautas de conducta social como la convivencia, la participación, la tolerancia, el diálogo, la equidad e inclusión”.</p><p>Norato agrega que, “El juego se caracteriza por ser un espacio para asimilar mucho mejor la realidad y el no tener acceso a él puede llegar a reflejarse en los vacíos con los que crecen los niños, como por ejemplo la falta de tolerancia al fracaso, el individualismo, entre otros. Es por ello, que es muy importante que desde la primera infancia pueda ofrecérsele al niño un ambiente para el goce y disfrute de espacios lúdicos”.</p><p><img style=