Planes de Ordenamiento Territorial: dos lustros de frustación y una gran oportunidad para construir municipio
Antes de la Ley Orgánica del Plan, los municipios carecían de un instrumento que les permitiera articular la Planeación de largo plazo con la de mediano y corto plazo, esto vino a resolverlo la Ley de ordenamiento Territorial y que sin embargo, después de más quince de promulgada aun no se ha convertido en una vía para lograr que los municipios puedan construir su futuro.

Antes de la promulgación de la Ley 152 de 1994 los planes de desarrollo no guardaban continuidad y coherencia entre sí, de manera que muchas obras contempladas en un mandato se quedaban inconclusas, porque estas no resultaban del interés del nuevo mandatario, de manera que los municipios de fueron llenando de elefantes blancos y en donde el despilfarro aun hoy es cosa corriente.
Esto se corrigió, cuando en un discreto segundo párrafo del artículo 41 de la ley Orgánica del Plan se estableció:
“Para el caso de los municipios, además de los planes de desarrollo regulados por la presente Ley, contarán con un plan de ordenamiento que se regirá por las disposiciones especiales sobre la materia. El Gobierno Nacional y los departamentos brindarán las orientaciones y apoyo técnico para la elaboración de los planes de ordenamiento territorial”
Mandato que dio origen a la Ley 388 de 1997, más conocida como Ley de Ordenamiento Territorial y sus posteriores desarrollos legales.
Se llenó así un gran vacío en la planificación local, dando un marco al Plan de Desarrollo Municipal y permitiendo la articulación de la planificación de largo plazo materializada en el Plan de ordenamiento territorial, con una vigencia mínima de tres períodos de alcalde, con la de mediano plazo representada en el plan plurianual de inversiones del Plan de desarrollo Municipal, con vigencia de cuatro años y la planificación corto plazo expresada en el Plan operativo anual de inversiones POAI del presupuesto de cada vigencia anual.
El aspecto más importante de esta norma es el ordenamiento del territorio como una construcción social, en la deben participar todos los actores sociales, ciudadanía, academia, gremios y gobierno, sin excepción, destacando lo más importante del plan como un ejercicio de prospectiva territorial para construir futuro, en el que todos los estamentos sociales se pongan de acuerdo sobre el municipio o territorio que se construirá.
En cumplimiento de este mandato, durante los primeros años del quinquenio 2000-2005 se aprobaron los primeros planes de ordenamiento de los municipios del departamento del Huila, llámense esquemas de ordenamiento, planes básicos o planes de ordenamiento, la mayoría de los cuales fueron elaborados por personas ajenas a los municipios y en los cuales el ejercicio de participación de todos los ciudadanos para concertar cual era el municipio que se quería construir fue muy pobre, al punto que si preguntamos a los habitantes de cualquier municipio sobre las características del municipio que ayudaron a construir, un porcentaje que supera el 90% responderá que no sabe a qué nos referimos .
En algunos casos hubo avivatos que se especializaron en elaborar planes de ordenamiento, construyendo una matriz a la cual solo era necesario modificarle alguna información para adecuarla a cualquier municipio. Es como si el Jefe del Hogar contratara el vecino para que le planifique su hogar en los próximos doce años.
Hasta el departamento del Huila sin tener obligación elaboró su plan de ordenamiento que al compararlo con los planes de ordenamiento locales presenta una incoherencia total que puede resumirse en que los Municipios van por un lado y el departamento por otro muy diferente.
En la mayoría de los casos el Plan de ordenamiento quedó reducido a un conjunto de normas urbanas comúnmente denominadas código de urbanismo, como fue el caso de Neiva, que dicen muy poco o nada del Municipio que se quiere construir en lo social, en lo económico, en lo político administrativo, en lo ambiental, etc.
Pero no todo está perdido, de acuerdo con la Ley los tres períodos de Alcalde ya cumplieron y deben elaborarse nuevos planes de ordenamiento territorial, lo cual, seguramente con el aprendizaje logrado hasta ahora y la enseñanza de los errores cometidos en estos dos lustros pasados, se logrará una participación de todos los estamentos en la construcción del municipio del futuro.
Muchos de los problemas que afectan hoy a los municipios huilenses, tales como la movilidad, los servicios públicos, conflictos de usos del suelo, tratamiento de aguas servidas, medio ambiente, disposición y procesamiento de residuos sólidos, comercialización de sus productos, etc. Se hubieran solucionado en estos diez años, si los entes locales hubieran tenido un buen plan de ordenamiento que los hubiera identificado y señalado cual era el camino a seguir para solucionarlos.
El Plan de Ordenamiento Territorial P.O.T. no debe reducirse a un simple ejercicio de usos del suelo, establecimiento de normas urbanísticas y la administración del espacio público, este debe ser:
Un ejercicio de planificación prospectiva territorial en el cual todos los actores, sin excepción, gubernamentales, sociales, económicos, ambientales, políticos, culturales. etc. Lleguen a un consenso sobre como es el municipio del futuro que queremos construir. De ninguna manera es un proyecto construido por tecnócratas en un escritorio.
Para que se logren los objetivos propuestos el ejercicio de planificación debe ser integral de manera que los planes plurianuales de inversión permitan alcanzar las metas propuestas en cada uno de los planes de desarrollo en los tres períodos de Alcalde y cada uno de los planes de desarrollo se oriente al cumplimiento de las metas propuestas en el Plan de Ordenamiento Territorial, cosa que no está sucediendo ya los planes operativos anuales no contienen los programas y proyectos de los planes de desarrollo y estos a su vez no tienen ninguna coherencia con los planes de ordenamiento, en este aspecto los Concejos Municipales tienen una gran responsabilidad.
Ya a mediados del siglo pasado el padre de la prospectiva Gaston Berger dijo “El Futuro se construye hoy” y posteriormente uno de sus seguidores manifestó “El Futuro no se Inventa, se contruye”.
Por: Fundación La Lupa*
*Marino de Jesús Montoya Ramírez
Jairo Octavio Poveda Perdomo
Jorge Gil Aldana Pérez
José Israel Charry Calderón
Docentes ESAP
Sus comentarios a: lalupa04@gmail.com