Malala y Satyarthi recibieron el Nobel de Paz
La adolescente paquistaní y el presidente de la Marcha Global Contra el Trabajo Infantil recibieron el premio Nobel de paz por su defensa de los derechos de los niños.

La paquistaní Malala Yousafzai, la joven a la que los talibanes dispararon a la cabeza en 2012 por defender la educación de las mujeres, y el activista indio Kailash Satyarthi fueron los ganadores del Premio Nobel de la Paz 2014 "por su lucha contra la opresión de los niños y los jóvenes y por el derecho de todos los niños a la educación", lo anunció el Comité Nobel Noruego.
Satyarthi, ha “mostrado gran valor persona y ha contribuido al desarrollo de importantes convenciones internacionales sobre los derechos de los niños", argumentó el comité del nobel. Kailash Satyarthi es ingeniero informático indio que hace 28 años abandonó sus labores para denunciar a las multinacionales que en su país explotan a niños de entre 5 y 12 años de edad, encabeza la organización Global March, que ha liberado de la esclavitud empresarial a unos 80.000 niños en más de 160 países.
En cuanto a Malala, "pese a su juventud", lleva años luchando "por el derecho de las niñas a la educación y ha mostrado con su ejemplo que los niños y los jóvenes también pueden contribuir a mejorar sus propias situaciones", resaltó el Comité Nobel, Malala acaba de cumplir 17 años, alcanzó notoriedad cuando el Ejército paquistaní echó a los talibanes del valle del Swat en 2009, en ese momento se supo que ella era la escritora de un diario en el que contaba cómo era la vida bajo el control de los extremistas y que difundía bajo el seudónimo de Gul Makai, desdes los 11 años Malala había relatado cómo se iban aumentando las restricciones hasta que finalmente cerraron todas las escuelas de niñas.
Según El Espectador, para el 2012 en un informe publicado por el Ejército se aseguraba que los talibanes habían decapitado a 13 niñas, destruido 170 escuelas y colocado bombas en otras cinco. Cuando los militares pusieron fin a los talibanes en Swat, Malala utilizó su fama para promover el derecho a la educación, con especial énfasis en las mujeres. Su activismo, dando conferencias en escuelas de todo el país, fue reconocido por el Gobierno, pero no cayó bien entre los extremistas que, tras haberla amenazado en varias ocasiones, el 9 de octubre de 2012 intentaron asesinarla.
Ni siquiera esa experiencia ha apartado a Malala de su objetivo. Una vez recuperada en el Reino Unido, donde fue acogida con su familia, ha seguido promoviendo el derecho a la educación de las niñas. Su actitud le ha granjeado el aplauso internacional, el año pasado recibió el premio Sajarov de la Unión Europea y ya estuvo nominada para el Nobel de la Paz; también fue invitada a hablar ante la Asamblea General de la ONU, que declaró el día de su cumpleaños, el 12 de junio, Día de Malala.
Una lucha por los niños
"Los niños deben ir a la escuela y no ser explotados financieramente", mencionó el Comité Nobel, destacando que "en los países pobres, el 60% de la población actual tiene menos de 25 años". Según ha explicado al realizar el anuncio el presidente del Comité Nobel Noruego, Thorbjon Jagland, se ha considerado "un punto importante que un hindú y una musulmana, un indio y una paquistaní, se unan en la lucha común por la educación y contra el extremismo".
Tras resaltar que gracias a la lucha también de otras personas e instituciones - hay 78 millones menos de niños que trabajan en el mundo que en el año 2000, aunque todavía hay 168 millones - el Comité Nobel Noruego ha incidido en que "la lucha contra la opresión y por los derechos de los niños y adolescentes contribuye a la realización de la ′fraternidad entre naciones′ que Alfred Nobel menciona en su testamento como uno de los criterios para el Nobel de la Paz".