La esperanza es para todos
El artista motivador estuvo en concierto en Neiva entregando su mensaje de esperanza y optimismo. Sí se puede, le dijo a los asistentes.

El hombre de los pies de Dios, Tony Meléndez, le cantó a los neivanos. El artista y motivador nicaragüense se presentó anoche en el Coliseo Cubierto ‘Álvaro Sánchez Silva’, con gran asistencia de público, en su mayoría afiliados a la Caja de Compensación Familiar del Huila, Comfamiliar Huila, organizadora del concierto.
Tony Meléndez toca la guitarra con los pies y canta compartiendo su historia de vida y transmitiendo su mensaje de esperanza y fe.
A los 16 años se empezó a abrir camino en la música cuando la guitarra empezó a cantar. Horas y horas de práctica dándole a los acordes y a la canción. Fue su padre quien le dio sus primeras lecciones de guitarra y aquella vieja guitarra que perteneció a su progenitor es uno de sus más preciados tesoros.
“Todos piensan que estoy sufriendo, que me duele, que es algo que no me va a dejar vivir en la vida, es pura mentira, el que no quiere ser algo se va a quedar quejándose, llorando”, dice el artista motivador.
“Desde el principio yo quería tocar, conocer, aprendí a vivir la vida sin llorar, sin quejarme, a trabajar, a buscar una manera como Tony Meléndez iba a buscar ganarse la vida y eso es lo que he hecho”, expresó.
Tony Meléndez se hizo famoso luego de su interpretación ante 6000 jóvenes en Los Ángeles el 15 de septiembre de 1987, para el Papa Juan Pablo II. Después de que terminara de interpretar el tema ‘Never be the same’, el Papa sorpresivamente saltó del escenario, se acercó a la plataforma donde se encontraba, lo besó y lo felicitó.
Las palabras del Papa fueron las siguientes: “Tony, eres verdaderamente un joven muy valiente. Estás dando esperanza a todos nosotros. Mi deseo para ti, es que continúes dando esperanza a todo el mundo”.
Fue un momento clave en su vida cuando tocó su guitarra para el papa Juan Pablo II. Ese momento cambió su vida y desde entonces, Tony comenzó a cambiar las de otros presentándose en diferentes programas de televisión y en distintos países.
Jamás se dio por vencido, no sintió lástima de sí ni dejó que otros la sintieran.
Tony nació sin los brazos porque a su madre le dieron prescripción de Talidomina, una medicina usada para ayudar a los malestares en las mañanas durante el embarazo. Le trajeron a Los Ángeles desde Nicaragua para colocarle brazos artificiales. Él los utilizó hasta que tenía diez años de edad, y dispuso no usarlos más. "No me sentía cómodo", explicó, "yo podía hacer mucho más con mis pies".
Para el artista nicaragüense la esperanza es para todos, no solo para alguien que le falta algo. “A veces tenemos el cuerpo perfecto y estamos ahí, intentando quitarnos la vida. La esperanza levanta, es como una lucecita que se despierta en el corazón y dice voy a hacer esto, voy a ganar, voy a hacer algo en la vida que cambie el mundo, eso es esperanza. Todos tenemos que ser valientes en el mundo y seguir para adelante”.
“Yo nací con hambre y todavía tengo hambre de querer conocer, de aprender, hambre de querer seguir adelante, Tony Meléndez no quiere estar triste, yo quiero vivir. Sí se puede siempre y cuando haya constancia, perseverancia, disciplina y haya un objetivo por alcanzar”, manifestó.
Tony Meléndez encontró en la música su camino para darse a conocer e inspirar a otros y eso fue lo que logró ayer en Neiva.