El negocio del calor
Muchas personas en Neiva sufren por el calor, mientras otros ‘aprovechan’ esta situación para vender productos.

Neiva es una de las ciudades más calientes de Colombia. Trabajar en la capital del Huila a 35 grados centígrados es un verdadero reto que cuesta mucho sudor y a veces lágrimas.
Sin embargo, mototaxistas, vendedores ambulantes y guardas de tránsito, comparten oficios expuestos al sol. Claro, unos trabajos son formales y otros francamente ilegales.
En medio de la parafernalia de las ventas ilegales en las calles y de los comparendos a plena luz del sol, hay unos verdaderos negociantes que se lucran de los efectos del astro rey: los vendedores de mangas.
Ellos venden hasta 12 pares de mangas, a 8000 pesos cada uno, en un día. Tienen de todos los colores y de todas las tallas. Allí no hay discriminación con los extremadamente flacos u obesos. Es más, no se discriminan ni a los mototaxistas, a todos se les vende por igual.
Ahora no solo se venden mangas, sino mangas-blusas, es decir, un nuevo producto que se asemeja a una camisa, pero cuenta con un escote especial que hace lucir muy bien a una dama en una motocicleta C-90, por ejemplo.
También hay sombrillas y bebidas refrescantes a mil pesitos, como dicen en la calle. Jugos de mandarinas o naranjas que duran todo un día en un recipiente de cristal, se venden a ese cómodo precio. Otros prefieren tomar simplemente agua.