DIARIO DEL HUILA, 48 años de transformaciones y un solo objeto: ¡informar!
Entre emociones y crisis económicas, este medio ha contribuido a la evolución del Huila.

El cambio de formatos, del universal al tabloide, evidencia la modernización del periodismo. Hoy, su página web cuenta con más de 25.000 visitas diarias.
HENRY RUBIANO DAZA
Especial para Diario del Huila*
Uno de los mayores analistas de los medios de información en todos sus formatos, ha sido Marshall McLuhan. Su texto “La comprensión de los Medios como las extensiones del hombre”, publicado a mediados de la década de los sesenta del pasado siglo, permitió reflexionar sobre la importancia y transformación acelerada de estos órganos informativos en el desarrollo y construcción de sociedades. Casualmente en Colombia, en este periodo, emergieron un sinnúmero de medios regionales, especialmente impresos, que buscaban más que posicionar o hegemonizar una legado familiar, generar espacios para la construcción de ciudadanía y dimensionar el interés humano de quienes la conforman.
Para McLuhan la prensa es una forma confesional de grupos que proporciona participación comunal. Decía él a renglón seguido, en el texto referenciado anteriormente, que este tipo de medios puede dar color a los acontecimientos utilizándolos o dejando totalmente de utilizarlos, pero es la exposición comunal cotidiana de múltiples artículos o puntos de yuxtaposición lo que da a la prensa la compleja dimensión del hombre, y precisamente eso ha sido el DIARIO DEL HUILA, que si bien es cierto su impronta ha sido de línea conservadora, su razón de ser como medio ha permitido la divergencia con el único objeto de transformar y ayudar a construir lo que hoy es este departamento.
Hoy justamente en sus 48 años de haber sido fundado es válido reflexionar sobre su pasado y para ello me apoyo en el texto que publiqué en la Historia Comprehensiva del Neiva, titulado: “Lo escrito, escrito está. La prensa 1990-2012” en el cual se hace referencia a que previo a la fundación del DIARIO DEL HUILA, es válido referenciar la experiencia de Julio Arturo Tovar, quien en 1940 fundó el diario mimeografiado vespertino “Notas del Día”, con unos 100 ejemplares, considerado entre los historiadores de esta temática como Delimiro Moreno Calderón el primer periódico diario de esta zona del país, pese a su circulación duró poco menos de un año. Este medio fue un esfuerzo artesanal, obra de un solo hombre con su mimeógrafo, quien en las mañanas recorría la pequeña ciudad en busca de noticias y en la tarde distribuía su periódico con pocos avisos, que le permitían vivir y parte de los ingresos la dejaba para beber con sus amigos recibiendo los comentarios de su obra.
Doce años después, más exactamente el 4 de diciembre de 1952 apareció otro impreso denominado “La Ciudad”, que circuló con motivo del VIII Torneo Nacional de Baloncesto y fue dirigido por Alberto Yepes Trujillo. Este medio tuvo la colaboración de Franco Vargas Motta, abogado conservador y Gustavo Andrade Rivera, considerado el gran poeta y dramaturgo huilense. El periódico se editó diariamente, durante los quince días del campeonato en la Imprenta Departamental, informando los resultados de esta disciplina deportiva de la noche anterior.
Catorce años más tarde el médico Maximiliano Duque Gómez en la Hacienda Matamundo, donde hoy funciona un hotel con el mismo nombre, funda el DIARIO DEL HUILA. Como director de este medio nombró a su hijo el abogado Max Francisco Duque Palma. Su creador asumió las funciones de subdirector y gerente, mientras que Alfonso Camacho Leyva las de jefe de redacción. DIARIO DEL HUILA salió a circulación el 8 de agosto de 1966 y su publicación fue considerada como un gran aporte al desarrollo del Huila, ya que estaba al nivel de otros editados en las principales ciudades del país. El primer número se editó con el eslogan “Por la libertad individual y el bienestar común informaremos del Huila para Colombia” y su primer editorial expresaba:
“En medio de grandes dificultades —casi invencibles— naturales en toda empresa periodística, y mucho más en un ambiente tan recortado y tímido como el nuestro, que por fortuna tiene que transformarse, como lo espera la nación y, sobre todo el departamento, aparece hoy a la luz pública el Diario del Huila. Editado en talleres y edificio propios, con capital y fuerza huilenses, su éxito se confía a la benevolencia con que lo acoja la crítica terrígena.
El periódico- intención poco menos que romántica- será una tribuna libre del pensamiento nacional pero especialmente del departamento, de los municipios y de sus gentes. Su altura moral y los principios filosóficos, religiosos, políticos y sociales que lo inspiran le aseguran una travesía de rectitud y serenidad invulnerables e inmodificables, así de procelosas sean las horas de su vida.
Lo entregamos con amor, entusiasmo y desinterés a la consideración de nuestros compatriotas en la esperanza en que sabrán recibirlo como parte de su patrimonio moral y espiritual y cuya dilapidación sería romper un grave compromiso con el esfuerzo común que debemos hacer en una de las horas más venturosas para nuestro desarrollo económico y social.
No en vano lleva el nombre de Diario del Huila que compromete el espíritu de colaboración y dinamismo de estas apartadas comarcas y constituye un reto a la solidaridad departamental, no por sus fundadores, sino por quienes hayan de seguir esta tarea de cultura y grandeza del departamento”.
Los primeros números de este tabloide se editaron en una forma casi artesanal, toda vez que se imprimía con una técnica conocida como impresión al calor (letras fundidas en plomo y que con cada una de ellas armaba párrafos hasta completar el texto completo que llenaba las páginas). Año más tarde no sólo se transforma este medio al pasar al sistema offset, sino que su sede fue trasladada de la Hostería Matamundo al centro de la ciudad, donde actualmente opera.
En 1974 las directivas del DIARIO DEL HUILA nombran como jefe de redacción a Delimiro Moreno Calderón en medio de una crisis económica por sus escasos avisos publicitarios y una mínima impresión de 150 ejemplares, de los cuales devolvían 90. El trabajo periodístico de Moreno Calderón fue significativo, especialmente por el cubrimiento de la campaña presidencial de la cual salió triunfador el candidato liberal Alfonso López Michelsen, sobre el conservador Álvaro Gómez Hurtado y María Eugenia Rojas de Moreno, candidata de la Anapo, así como el seguimiento al arribo a la gobernación del Huila de Olga Duque de Ospina. Este ejercicio periodístico, especialmente político, permitieron el renacer de este medio, toda vez que regresaron buenos columnistas y en poco tiempo este medio llegó a imprimir 1500 ejemplares y a tener una mayor referencia y circulación. Pero como la dicha no es completa el incremento en la circulación aumentó los costos en papel, tinta y otros insumos, situación que contrastaba con el bajo ingreso por la publicidad, fuente fundamental de sostenimiento de un medio. En esas condiciones, su único propietario, el abogado Max Francisco Duque Palma, cansado de subvencionarlo con los recursos que le dejaban sus haciendas, le propuso en abril de 1975 a Delimiro Moreno Calderón que se hiciera cargo de él. Ante este reto y sin un peso en su bolsillo Moreno Calderón buscó a los inversionistas Francisco Arias Silva, exgerente de Idehuila y a los esposos Fernando Ospina Hernández y Olga Duque. Una vez convencidos, fundaron la sociedad Editora del Sur la cual durante cuatro años (mayo de 1975 a mayo de 1979), lograron resucitar el Diario. En 1980 esta sociedad devolvió saneado a su propietario el DIARIO DEL HUILA, sin quedarle debiendo un solo peso del arrendamiento (única utilidad que hasta entonces había dado el periódico), con una circulación ya de cerca de 5000 ejemplares, una estructura empresarial de la que carecía antes y un notable prestigio local y nacional.
Con motivo de sus 30 años de existencia el DIARIO DEL HUILA fue renovado el 8 agosto de 1996, pasó de tabloide a formato universal, con un diseño más ágil. Sus primeros números en el nuevo formato se caracterizaron por publicar titulares más cortos y con más espacio para las noticias y los reportajes. En cuanto al personal, se vinculó un grupo de comunicadores y periodistas recién graduados de pre-grado y capacitados en el periódico santandereano Vanguardia Liberal, entre ellos el hoy director Germán Hernández, Nelson Rojas Osorio, Martha Lucía Monsalve, Olmedo Polanco, Mildred Falquez, Patricia Sánchez, Ludiana Minú, Érica Manchola y Henry Rubiano Daza como el primer editor económico de este medio. El cambio fue liderado por el gerente Max Duque Rengifo, nieto de su fundador, avalado por su madre, doña María Mercedes Rengifo de Duque, quien fungía como directora de este medio.
Para este nuevo proceso nuevamente contrataron los servicios de Delimiro Moreno Calderón como jefe de redacción. Este cambio implicó una gran inversión económica, toda vez que se adquirió una rotativa de cuatro torres marca Harris, así como la compra de equipos de cómputo y la vinculación, además de los periodistas, de un cuerpo de asesores con trayectoria en estas empresas mediáticas, como el diseñador y caricaturista Vladimir Flórez conocido con el seudónimo de Vladdo.
Diez años más tarde, la crisis de los medios impresos en Colombia entre el 2005 y el 2007, generada por el aumento de sus costos de producción (especialmente del papel), afectó al DIARIO DEL HUILA a tal punto que los dueños decidieron en noviembre de 2007 arrendar sus instalaciones al Grupo JOM, propietario del diario La Nación. Pese a que el contrato estaba firmado por seis años, las partes llegaron a un acuerdo y el Grupo JOM entregó el diario en diciembre de 2011. Durante estos cuatros años de arrendamiento DIARIO DEL HUILA perdió presencia en la región, lo que se evidenció en los indicadores de lecturabilidad del Estudio General de Medios. Para los lectores de estos dos medios y en especial los suscriptores y anunciantes les resultaba difícil entender que un solo empresario fuera el propietario de los dos medios impresos más importantes, al tiempo de expresar que no existía una marcada diferencia informativa entre La Nación y el DIARIO DEL HUILA y por consiguiente la publicidad solamente era contratada en uno de los dos medios.
Ante esta nueva crisis del DIARIO DEL HUILA la familia Duque Rengifo decidió hacer una nueva inversión. El 15 de junio de 2012 cambió nuevamente su formato y diseño para convertirse en un tabloide moderno, ajustado a los estándares mundiales; estas transformaciones buscaban que DIARIO DEL HUILA volviera a posicionarse en el mercado como el medio impreso más reconocido del sur del país. Para el nuevo tabloide fue contratado el diseñador Darío Forero, quien ha trabajado en los cambios de formatos de reconocidos medios nacionales como El Colombiano, El Espectador, la revista Cromos y El País de Cali, entre otros.
Hoy, después de 48 años de existencia, este medio cuenta con más de 9000 suscriptores, una circulación significativa y rompiendo fronteras toda vez que se distribuye en Bogotá, Caquetá y Putumayo; además de una marcada cultura mediática digital, valor agregado de la participación del periodismo en la región, toda vez que su página web cuenta con un promedio de 25.000 visitas diarias.
En estos 48 años es necesario destacar la tarea cumplida, bajo la dirección de la familia Duque, por los periodistas que le han entregado su esfuerzo profesional, desde su primer jefe de redacción, Alfonso Camacho Leyva; el segundo, Leonel Fierro Trujillo (después destacado periodista de El Tiempo y otros medios nacionales); el inolvidable y eficaz Fermín Segura Trujillo, muchos años mano derecha de la familia Duque, hasta que con Jesús Oviedo fundó La Nación; Gustavo Hernández Riveros, excelente jefe de redacción y editorialista serio y sabio; Fabio Echeverri Campuzano, primer periodista huilense en ganar un premio Simón Bolívar; Pedro Bonilla Díaz, muchísimo tiempo excelente caricaturista y jefe de redacción; Alirio Ríos Osorio, Jonathan de la Sierra, editorialista y escritor; Rodrigo Sanabria Gutiérrez, gran informador; Alejandro Saavedra, el extraordinario reportero gráfico, y muchos otros profesionales de la comunicación que sería muy largo enumerar aquí, pero que han formado el capital intelectual, no por intangible menos valioso, del que hoy se enorgullece el periódico.
Este tabloide aún sigue siendo propiedad de la familia Duque Rengifo y a la fecha es administrado por María Pía Duque Rengifo; la dirección periodística está a cargo de Germán Hernández Vera, quien tiene claro que para que el DIARIO DEL HUILA recupere el reconocimiento del que disfrutaba en décadas pasadas tiene que retornar a su línea editorial tradicional, la que manifestaba una marcada tendencia a cubrir las problemáticas de la comunidad y los temas de importancia para la región.
Por este motivo, y retomando a McLuhan, “la prensa es inseparable del proceso democrático”… además que repite la emoción que tenemos, cuando utilizamos la sagacidad y al hacerlo podemos llevar el mundo exterior al tejido de nuestro propio ser. Esta emoción o translación explica el por qué las personas desean servirse de estos formatos comunicativos.
* Comunicador social y periodista. Premio nacional de periodismo Simón Bolívar, magíster en Historia y candidato a doctor en Ciencias Sociales y Humanas. Actualmente director de Investigaciones de la UCC y líder del grupo Comdehuila.