sábado, 13 de septiembre de 2025
Actualidad/ Creado el: 2015-03-06 08:34

Así operan las “mafias” en la Cárcel de Rivera

Celulares, licor, televisores y hasta prostitutas ingresan a la cárcel por algunos pocos pesos. Esta es la denuncia de un expresidiario.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 06 de 2015

Martín* recobró su libertad hace apenas un par de semanas, luego de siete largos meses de calvario en la Cárcel del Distrito Judicial de Neiva –más conocida como la Cárcel de Rivera-, lugar a donde llegó como presunto coautor de un crimen que asegura no cometió. Y aunque aún sigue vinculado al proceso, quiso desde la libertad provisional denunciar los atropellos vividos durante estos meses y en especial a las “mafias” –como él las llama- que están operando en la cárcel y que dice son auspiciadas por algunos guardias del Inpec.

“En la cárcel es donde más se ven los estratos. Si tienes dinero puedes tener desde el primer día una celda, un colchón y hasta televisor. Con el paso de los días te aborda un detenido, de los viejos, de los condenados a muchos años y te ofrece celulares, trago, droga (de la que quieras) y hasta el servicio de prostitutas… eso es increíble, es otro mundo, es una mafia que está siendo auspiciada por algunos guardias, en la mayor impunidad”, cuenta Martín, quien aclara que se atrevió a denunciar porque sabe del sufrimiento de muchos detenidos que como él, inocentes, están pasando por el peor momento de sus vidas.

“Yo le puedo dar los números para que confirme. En el patio donde yo estaba se movían como 15 celulares, la mayoría de alquiler para venta de minutos. Allí te cobran por hacer una llamada o por recibirla, pero sé de algunos detenidos que tienen su propio celular y que todo el día están en contacto con sus familias, sus abogados y amigos, ellos hasta hablan delante de los guardias… un día vi a uno prestarle el teléfono al guardia para hacer una llamada”.

Ante la pregunta de cómo entran estos elementos a la cárcel, Martín no duda en señalar a la guardia. “Cómo más, le pregunto yo, no hay otra forma. Se sabe que lo entra la visita en la comida, pegado al cuerpo y hasta en los genitales como lo hemos visto, pero la realidad es que las requisas para la visita son cada vez más complicadas y cada vez es más difícil entrar algo. Por ejemplo, el día de la visita de los hombres (los sábados) ya no dejan entrar nada de comida sino que todo lo debes comprar adentro, ese es otro negocio de ellos que seguro lo hicieron para evitar que les entren cosas y sacar más plata”.

Todo tiene un precio

Lo que denuncia este hombre, quien jamás pensó pasar por semejante calvario, es que dentro de la cárcel todo tiene un precio. “Lo que más se mueve es el negocio de los celulares. Tú le pasas 50.000 pesos al interno que manda en el patio y en menos de 24 horas ya tienes un celular, todos flechas, de esos solo para llamar, nada de internet ni nada de eso. Cuando te lo entrega le debes dar otros $20.000 o $30.000, dependiendo del celular y el negocio que hagas. De allí en adelante es buscar a alguien que te haga las recargas desde afuera y listo, tienes comunicación permanente con el exterior… Yo me hice amigo de uno de los presos que vendía minutos y los teléfonos y me dijo que era un guardia el que se los entraba, pero que ese guardia solo se entendía con él para evitar problemas, es decir para que no lo pusieran en evidencia o lo denunciaran”.

“Pero también hay un mercado de drogas, especialmente de bazuco y marihuana, aunque un día de diciembre, eso fue como el 24 o el 31, me dijeron que si quería pepas las traían por encargo… Hay días, por la tarde, cuando ya se está terminado el día, que el olor a bazuco y marihuana es insoportable. Son muchos los que fuman y entonces uno se pregunta cómo entra esa droga y volvemos a lo mismo, tiene que haber complicidad de la guardia”.

Nos dimos a la tarea de marcar a varios de los números que nos dio Martín y efectivamente logramos la comunicación con la cárcel. También le pudimos enviar mensajes a un interno para que nos llamara y efectivamente se comunicó con Martín media hora más tarde, lo que confirma las graves denuncias de este hombre, quien por razones de seguridad pidió no revelar su identidad.

“Dicen, como usted lo afirma, que muchas extorsiones se hacen desde la cárcel, la verdad yo nunca vi esto pero debe ser así, pues allí como hay mucha gente buena, más de los que todos creemos, hay mucha gente mala, mucho delincuente que ya no se recupera”, agrega Martín.

Otras irregularidades

Nuestro informante sigue su relato, lleno de detalles y muchas anécdotas que dejan ver lo mucho que tuvo que vivir y sufrir durante esos largos y casi eternos siete meses en la cárcel.

“La Navidad y el año nuevo no los olvidaré jamás. Desde el mediodía de ese 31 empezó a circular trago por el patio. Había ron, aguardiente y Chamberlain, éste licor que también es conocido como licor carcelario o el trago de los pobres, una mezcla de alcohol metano, de ese que se usa para cocinar, revuelto con fresco Royal, eso es un peligro y todos lo sabemos, pero siempre uno termina tomando de eso. Hay otro trago que hacen fermentando frutas, como el jugo de mora y dicen que también hacen alcohol con la papa cruda, pero eso me lo contaron, nunca lo vi”.

Entonces esos días casi todos tomamos, eso llegaba trago por todos los lados y todo lo estaban vendiendo dos guardias, uno que sé estaba de turno y otro que llegó ese día un rato pero que no estaba trabajando. Ya en la tarde muchos fumaban –de todo- y dialogaban con sus familias. Llegó un momento en que yo vi que había mucho prendido, entonces preferí quedarme en la celda con dos presos más, temiendo una riña o que llegara otro guardia y se diera cuenta de semejante desorden y nos jodiera”.

Pero en el punto que más se sorprende Martín es cuando habla de la prostitución dentro de la cárcel. Los días de visita llegan mujeres que entran a la cárcel a ofrecerse. Se supone que la visita ingresa con la autorización del detenido y el aval del Inpec, luego de registrarse, dejar la fotocopia de su cédula y demás, entonces uno se pregunta: ¿cómo hacen esas mujeres para entrar? Lo cierto es que llegan, en grupo y a todo preso que ven sin visita le caen y le ofrecen sus servicios. Yo sé de detenidos que se metían a la celda con dos y tres prostitutas, un peligro porque no creo que tuvieran preservativos ni que ellas sean de las que se hacen tratamientos o exámenes para prevenir enfermedades”, dice Martín, quien agrega que aunque no puede confirmarlo, cree que muchas de esas prostitutas eran menores de edad, todas de estrato muy bajo.

“Y así hay mucho más por contar, pero la verdad me da miedo. Estoy seguro que si se llegaran a enterar que soy yo el que estoy hablando, pues hasta me mandan matar, pero siento que debo hacerlo por los que aún siguen presos”.

Complicidad de la guardia

Martín piensa en los que se quedaron y como todo persona que sale de la cárcel, insiste en que ese es un infierno en el que nadie está exento de caer, “ya sea por cometer un error o simplemente por una injusticia como en mi caso”.

“Yo me atrevo a denunciar esto esperando que se haga algo. Dejé amigos en la cárcel, gente buena, unos inocentes y otros culpables, pero todos seres humanos que merecen un trato digno. Mire que uno ve esos programas de televisión de las cárceles de Estados Unidos y aunque son muy estrictos se ve un trato igual y humano, pero aquí se vive en el peor hacinamiento, en la enfermedad, las drogas, durmiendo en el suelo, utilizando baños que son focos de infección. En esa cárcel no hay condiciones para resocializar al interno, por el contrario, allí es una lucha por sobrevivir”, dice Martín con la voz entrecortada.

Y todo lo denunciado por este hombre tiene la evidente complicidad de algunos miembros de la guardia del Inpec, un cargo que desde años atrás ha estado salpicado de escándalos y cuyos miembros –no todos por fortuna- han resultado investigados por casos de corrupción durante su paso por las cárceles del país.

Martín, quien por cosas de la vida tuvo que pasar por la amarga experiencia de entrar a una cárcel y de donde por fortuna logró salir para seguir demostrando su inocencia, hoy quiere, primero no regresar y segundo que las autoridades hagan algo para controlar estas “mafias” y conseguir un trato digno e igualitario para todos los internos.

Sólo investigaciones

Indagando en los despachos judiciales encontramos que la Procuraduría Regional adelanta en la actualidad cinco investigaciones de carácter disciplinario contra funcionarios del Inpec, en su mayoría por denuncias instauradas por familiares de internos de la Cárcel del Distrito Judicial de Neiva, que los involucran en actos de corrupción.
Sin embargo, éstas se encuentran en etapa preliminar. No fue posible conocer de destituciones, aunque se sabe que en la mayoría de los casos los hallados responsables en actos de corrupción son declarados insubsistentes sin que medie proceso alguno.

*Martín, nombre ficticio para proteger la identidad del denunciante.