domingo, 14 de septiembre de 2025
Neiva/ Creado el: 2018-03-06 03:45 - Última actualización: 2018-03-06 04:01

Abandonamos el ‘mundo’ de las drogas, pero no por el Estado: Resocializados

Personas que una vez fueron habitantes de calle, sobreviven de la caridad que les brinda la comunidad. Sostienen que nunca han recibido apoyo de las entidades gubernamentales.

Organización Fundadores del Mañana

Escrito por: Caterine Manchola | marzo 06 de 2018

Desde hace cuatro meses la Organización Fundadores del Mañana viene operando en Neiva, durante este tiempo ha recibido 147 personas habitantes de calle, pero a la fecha no hay más de 20 personas que continúen en el proceso, «porque cuando uno está totalmente derrotado,  cansado, con hambre, sucio y no tiene esperanzas, ingresa; pero ya después de tres días se ha alimentado mejor, tiene ropa limpia y refleja un buen ánimo, entonces, algunas veces, decide irse», expresó  Juan Carlos Toro Mejía.

La idea de crear un espacio para bien de la comunidad en estado de abandono nació de Eduardo Castillo, quien  por más de diez años vivió en esta misma condición en las calles de Medellín. Una vez superó el problema con las drogas, se trazó como meta comenzar a crear fundaciones y ayudar a salir adelante a más personas.

La organización, que es sin ánimo de lucro, subsiste por medio de jornadas de alimentos y recepción de enseres puerta a puerta.

Detrás de cada habitante de la calle está un profesional, una madre, hermana y amiga; como el caso de Luz Helena Marroquillo, quien achaca su drogadicción a la pérdida de algunos familiares y problemas sentimentales.

Manifiesta su total interés en salir adelante, «tú me ves horrible, pero yo era muy bonita, eso destruye mucho. Estoy pasando por una etapa de desintoxicación y he sentido fiebre, escalofrío, pero mi lucha sigue ahí», enunció.

«La sociedad nos discrimina, siempre somos los desechables y es feo que lo llamen a uno así», reprochó Marroquillo.

Un vacío que no se llena

Por su parte, Walter Reyes, indicó que el inicio en las sustancias psicoactivas puede tener muchas  razones: placer, curiosidad, maltrato familiar, discriminación, etc., pero «inicialmente uno consume para sentirse bien y después uno tiene que hacerlo es  para no sentirse mal, porque esto crea una condición o necesidad  en el cuerpo».

«La gente dice “uy, ese muchacho con un costal en la calle”, nos critican, pero no saben la historia. Todos los que estamos acá tenemos una y también es gente que quiere aportar.  Uno cuando prueba las drogas por primera vez, no se imagina que comenzará una carrera tremenda, donde será menospreciado y abandonado a nivel familiar y de sociedad», agregó.

“La Policía también es cómplice”

Los integrantes de la fundación concuerdan que las ayudas del Gobierno se quedan cortas, manifiestan no recibir el apoyo suficiente para las entidades que buscan un mejor mañana para este grupo poblacional.

«La Fuerza Pública también  ha sido parte de que el problema con las drogas continúe, porque ellos conocen los lugares y personas encargadas para el expendido. Saben cómo llega, cómo está, cómo se va y las rutas, pero no hacen nada», aseguró Juan Geovanny Ortiz.

Expresó además, haber crecido al lado de una ‘olla  de vicio’, donde sus primos, tíos y amistades consumían alucinógenos, así que parte de su actuar, según argumentó, se debe a la curiosidad y factor común que lo rodeaba.

«Pienso que si las autoridades prestaran un poco más de atención y rigurosidad para erradicar la venta de ‘bazuco’, ayudarían a controlar el problema. Hay mucha permisividad por parte de la Policía, porque si no hay quién venda, no hay quién consuma. A donde uno vaya hay una ‘olla’, eso se descontroló», señaló Geovanny Ortiz.   

Falta  capacitación para personas resocializadas

Las personas que se encuentran en etapa de resocialización manifiestan tener miedo de su futuro, dicen que la gran mayoría de personas los abandonaron y una vez superado el problema, les esperan más, como por ejemplo dónde trabajar sin ser señalados y en ese mismo sentido, cómo conseguir el sustento, ropa, un techo y suplir demás necesidades.

«Uno después no sabe dónde ir, sería bueno que nos colaboraran con algún trabajo y también hubieran programas para la no estigmatización, porque uno sale y de una vez lo rechazan por haber pasado por esta situación, en lugar de verlo como un logro, saber que todos cometemos errores», dijo Edwin Molina.



*Para ayudas y donaciones favor comunicarse el 310-689-3832 y 322-294-9377


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