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Economía/ Creado el: 2017-10-29 12:36 - Última actualización: 2017-10-29 12:40

“Todo desde $500 hasta $5.000”, modelo de negocio creciente en Neiva

Los remates y cacharrerías, también conocidos como todo a $1.000, $2.000 $3.000 o $5.000, se han vuelto comunes en el paisaje del centro y los barrios más comerciales de la capital opita. Al entrar en estos establecimientos se aprecia inmediatamente la variedad y la abundancia de todo tipo de mercancías.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 29 de 2017

Lucía Sánchez
Redacción Diario del Huila

Esta nueva tendencia de remates prolifera en grandes y medianas ciudades de Colombia. Para el Departamento de Investigaciones de la Federación Nacional de Comerciantes en Colombia (Fenalco), caracterizar esta naciente forma de mercadeo resulta complicado porque unos están dentro de la legalidad, pero otros lo hacen desde la ilegalidad y hasta ahora, no han adelantado ningún estudio al respecto.

Neiva no es ajena a este fenómeno comercial que concentra gran parte del comercio de la ciudad. Negocios como «El papa de los remates», «El molino todo a $5.000» y «El detallazo», son algunos de los lugares donde se pueden conseguir desde manillas, peinillas y pulseras a $500 o herramientas y utensilios para la cocina, ropa, juguetería y calzado hasta en $5.000.

La calle Octava, carrera Tercera, carrera Segunda y Séptima y los barrios Cándido, Timanco, Las Mercedes, Las Palmas entre otros, son los sitios de la ciudad de Neiva donde se han posicionado estos establecimientos que, además de ofrecer elementos para la casa, también ofertan a su público ropa para todas las edades y productos de belleza.

Según la Cámara de Comercio de Neiva, es complejo establecer el número de  negocios que están registrados, si bien es cierto, algunos de estos se encuentran inscritos, otros se registran con un nombre distinto al que usan en la fachada.

Desde la voz de los administradores

Alexander Gómez Castaño administrador del negocio «El papa de todo a $1.000 $2.000 y $3.000», localizado en la calle Octava entre carreras Sexta y Quinta, comenta que este negocio es una cadena familiar que tienen por todo el país: «Nosotros tenemos proveedores y también traemos mercancía importada por eso vendemos diversos productos a precio súper económicos, porque comprando uno en el país no es tan favorable. Esto es una forma de ayudar en la crisis».

Y es que además de los precios, los negociantes buscan otras alternativas para enganchar a los clientes: «Tenemos promociones y rifas  para la temporada navideña, ahora estamos rifando dos bicicletas», promociona Gómez Castaño.

Por su parte Lina Marcela Gaspar vendedora del negocio «El Molino todo a $5.000´ asegura que «el almacén fue inaugurado hace más de una semana y ha tenido muy buena acogida del público». Este nuevo almacén que abrió sus puertas al público en inmediaciones de la Iglesia Colonial, cuenta con artículos para el hogar, ropa y hasta calzado a módicos precios.

Perfiles de los clientes

De acuerdo a los administradores entrevistados por este medio, a sus negocios llegan toda clase de personas, clientes de escasos recursos como también de mayor poder adquisitivo, puesto que la mercancía que llevan de sus establecimientos en otros lugares la consiguen al doble o triple del precio. «Por acá viene mucha gente de otras ciudades, de los pueblos vecinos a comprar al por mayor para proveer sus misceláneas o negocios», agrega Alexander Gómez.  

Lo barato, eso miran los compradores



El precio de los productos es el factor determinante para que las personas decidan comprar en estos lugares. Según los consultados por el DIARIO DEL HUILA, el auge de estos establecimientos se debe a que la gente mira más la cantidad y los precios que la calidad y la marca. Solo algunos de estos establecimientos dan garantías en sus productos. 

«Todos los artículos que hay en este lugar son prácticos, además muy económicos y pues con esta situación uno busca la economía. Aquí llevo seis artículos para un Baby Shower, es decir debo pagar $30.000, en otro lugar me hubiesen costado alrededor de $50.000», comentó Adriana Coqueco, una compradora del Molino donde todo se comercializa por $5.000.

Las opiniones no difieren entre clientes y almacenes, para Gina Paola Vique, una ciudadana que acostumbra a acudir al Papá de los remates comentó que «estos lugares son buenos porque hay una gran variedad de productos para la casa  por un buen precio: juguetes, ropa, zapatillas. Ya he llevado y salen muy buenos. Lo más importante es que estamos hablando de un ahorro de $2.000 y $3.000 por artículo».

¿Es rentable este modelo de negocio?

Según Lina Marcela Gaspar  «el éxito del negocio está en la cantidad, entonces lo importantes es el volumen de venta. Una persona puede gastar entre $10.000 y $20.000 pesos. Todos los días son distintos, pero en un día pueden llegar al almacén desde 150 a 250 personas.

«Es difícil de creer para las personas pero estas ventas van dejando pequeñas utilidades, aunque no sean muy grandes», asegura el ciudadano antioqueño administrador del negocio familiar donde se encuentra diversidad de productos a bajo costo.

Una norma que tienen estos establecimientos y sus administradores es manejar mucho volumen de mercancía, pues para ellos es bueno que la gente perciba la abundancia. Y es que el hecho de que un voceador se pare enfrente de los locales y grite, entregue volantes con ofertas o que la gente ve el precio en la entrada es un enganche.

Lo que más se vende

Aunque en estos almacenes las personas encuentran productos de belleza, aseo, herramientas, utensilios de cocina, entre otros artículos, según los administradores entrevistados, los elementos que más se lleva la gente son la ropa interior, medias e implementos para el hogar.

En temporadas repuntan las ventas  y aumentan empleos

Si bien es cierto los administradores coinciden en que hay meses mejores que otros, ellos se adaptan a la demanda, y es por eso que cada temporada renuevan su oferta de productos.

En diciembre, árboles de navidad, luces, juguetería, decoración navideña, se toman las vitrinas y jalonan las ventas, pero para enero los utensilios escolares son los más buscados.

Indican que febrero y marzo son los meses más difíciles, pues la única fecha especial que hay es el día de la mujer.

«La celebración de Halloween no favorece mucho, pero la temporada escolar, la navidad ayudan mucho a nuestro negocio y da más economía a la ciudad.  Uno acá da mucho empleo, estos momentos estamos dando 10 trabajos y en temporada se duplican los trabajadores», indicó Alexander Gómez, administrador del El Papá de los remates».

Nueva alternativa

De acuerdo a Gloria Patricia Arias, directora de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), este modelo de negocio es adoptado de Estados Unidos, donde son muy populares. La funcionaria resalta que en el país la tendencia de crecimiento se debe a que el consumo es masivo.

«Nuestra percepción es buena, debido a que son establecimientos legalmente constituidos, generan empleo y son una buena opción para el consumidor, pues mejoran la capacidad adquisitiva y sus bajos precios facilitan la compra», califica la funcionaria.

A nivel local no existe ningún estudio que caracterice esta naciente forma de mercadeo, según Fenalco seccional Neiva.

Incrementan los negocios con esas características en un contexto en el cual el país atraviesa por una recesión económica y una situación creciente de desempleo, comenta Miryan Lozano Ángel exdecana de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Surcolombiana.

Ante este panorama el comercio crea estrategias para aumentar sus ventas, argumenta. «Tener  una variedad de artículos prácticos para las personas desde $500 pesos hasta  $5.000 establecerlo como un modelo de negocio  es una alternativa que cada día inunda más el mercado no solamente en la ciudad de Neiva sino en el país, el interrogante radica en si todos están legalmente constituidos pues están generando empleos y se posesionaron como una opción para el consumidor», indicó la experta.

De igual forma asegura que este fenómeno exige analizar el control para el ingreso de esas mercancías «porque deben estar comprando container para poder ofrecer economía y seguramente tienen con qué comprar esas importaciones», indicó.  

Otro tema que según Miryan Lozano debe analizarse es el impacto de estos establecimientos  en el comercio local. «Vemos negocios que están cerrando todos los días, y es que estas personas pagan un arriendo, pagan mayores impuestos y la única decisión es el cierre al observar un panorama difícil y pocas alternativas».

El mercado organizado se afecta con esta estrategia de venta, si bien es cierto estos remates están dirigidos  a un nicho de mercado particular, la situación económica del país es difícil para todos los estratos.


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